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Guerra de reseñas de Google en Árticus: el caos de la Navidad madrileña alcanza internet

Cientos de asistentes de este fin de semana al nuevo parque de atracciones instalado en la Casa de Campo denuncian la desaparición de comentarios negativos en internet

Un padre con su hijo en un carro observa una escultura iluminada de un oso, el viernes tras la inauguración de Árticus.
Un padre con su hijo en un carro observa una escultura iluminada de un oso, el viernes tras la inauguración de Árticus.INMA FLORES
Elena Reina

El ambiente de la Navidad madrileña estaba este sábado a punto de ebullición. Hervían las escaleras de metro, los vagones, las calles del centro, había poco tiempo para mirar las luces de la Gran Vía si se quería avanzar por la marea de gente entre empujones en la plaza de Callao, familias disfrazadas con cuernos de reno como diadema y cara de pocos amigos. No cabía menos espíritu navideño. Había un rincón con más de 100.000 metros cuadrados que prometía todo lo contrario, pero acabó siendo lo mismo. El parque de atracciones Árticus, un nuevo espacio dedicado a la Navidad, inaugurado este viernes en la Casa de Campo, soportó este fin de semana las críticas de cientos de asistentes que denunciaron el caos, reservas canceladas, colas interminables, atascos infinitos y problemas de aforo. Algunos se desahogaron con amigos, en Twitter y otros dejaron cientos de comentarios negativos en Google. Muchos de ellos han denunciado que sus reseñas han desaparecido y otras se han invisibilizado en internet. En cualquier caso, la valoración difícilmente puede ser peor a media mañana del lunes: de cinco estrellas, el parque Árticus no ha logrado superar 1,2.

El parque tiene en Google Maps al menos tres perfiles distintos que se llaman casi igual. De manera que los comentarios se han dispersado y resulta engañoso conocer el sentir general de los que asistieron. En el perfil llamado Árticus Parque de la Navidad, que marca la dirección en Ronda del Lago, se observaban este lunes a las 11.30 horas 31 comentarios, que le dan una puntuación de 1,1 de media; mientras que en otro que solo se llama Articus, así sin tilde, tenía 693 reseñas con una puntuación similar. Muchos usuarios que han comentado en los perfiles denunciaron la “censura” del parque, para evitar que se mostraran los comentarios negativos, abriendo nuevas cuentas o cerrando otras. Y la polémica estaba servida.

Desde la organización del centro explican a EL PAÍS que ninguna de las cuentas que aparecen en Google son oficiales. El parque solo cuenta con un perfil certificado en Instagram y otro en Facebook. “Lo que sucedió el sábado es que muchos usuarios crearon esas cuentas extraoficiales en Google Maps y en una de ellas aparecía que el parque estaba cerrado. Que no existíamos y eso no era cierto. Para evitar que el bulo se extendiera, decidimos eliminar esa cuenta, porque nos llamaron de muchos sitios preguntando cómo es que estaba cerrado. En ningún caso buscamos censurar a nadie, de hecho hay comentarios negativos en nuestras redes sociales que siguen ahí”, explican. “Quitaron el pin [localización] y pusieron otro. Abrieron otro extraoficial para que se pudieran seguir expresando, pero que no pusiera que estaba cerrado”, agregan desde la organización. Fuentes de Google España explican a este diario que para borrar esa cuenta debes denunciarla primero como un perfil falso y seguir un protocolo para bloquear un contenido engañoso u ofensivo.

El parque fue inaugurado el viernes por el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, y la delegada del área de Cultura, Andrea Levy, que anunciaban triunfales este espacio de 100.000 metros cuadrados dedicados a la Navidad, que aspiraba a acoger a 50.000 visitantes diarios. Pero todo se truncó el sábado, el día que comenzaban las puertas abiertas y el acceso era gratuito (excepto por los gastos de gestión que oscilaban los 2,5 euros). Muchos de los que acudieron el sábado recibieron mensajes de que su entrada quedaba anulada por la avalancha de gente que había acudido al recinto. El caos que se vivía en las colas interminables del parque se trasladó entonces a las redes.

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En un comunicado emitido el domingo, los organizadores explicaron los motivos de la cancelación de cientos de visitas: “A partir de las 19.30 de la tarde de ayer [sábado], la organización tomó la decisión de no permitir el acceso a más público para poder garantizar la seguridad de los visitantes que ya estaban dentro del parque. Aquí confluyeron varios factores: personas que debido a los problemas de movilidad no llegaban al parque a su hora programada, y otras que decidieron acudir a la jornada de puertas abiertas del 17 de diciembre sin haberse registrado previamente como se requería en la web de la organización, lo que motivó un exceso de público no previsto en las puertas del parque y la imposibilidad de su entrada”. El texto agrega: “La organización se compromete a devolver los gastos de gestión abonados a todos los damnificados que hoy no han podido entrar. Además, les ofrecemos la oportunidad de volver a Árticus con una invitación a uno de nuestros espectáculos otro día”.

El dinero se devolverá, aseguran desde la organización. “Todos los afectados recibirán el importe de sus gastos de gestión en la misma cuenta con la que abonaron sus entradas en un plazo máximo de 72 horas. Además, se les enviará un e-mail con las indicaciones a seguir en el caso de que deseen disfrutar de uno de nuestros espectáculos otro día”, explican en el comunicado.

Lo que no contempla la organización del parque es que muchas de esas familias se desplazaron a Madrid desde otras regiones para pasar el fin de semana, con todo lo que eso conlleva. Además de los gastos de desplazamiento, comidas y hotel. En algunos de los comentarios de las cuentas de Google, explican cómo habían llegado familias enteras a Madrid a conocer el nuevo recinto navideño y se tuvieron que conformar con el espectáculo de siempre, Cortylandia.

La apertura del esperado recinto, que se publicitaba como la versión madrileña del Winter Wonderland de Londres o el Rockefeller Center de Nueva York, que prometía a los visitantes una experiencia ambientada en el Polo Norte, ha colapsado en sus primeras horas. Y la oposición se ha volcado con las críticas de los damnificados en redes: “Desastre total en el #Articus: doble de entradas vendidas, pésima señalización y mínimo personal contratado. Cientos de personas atrapadas en el caos. Almeida cede espacios municipales, inaugura y se desentiende: una gestión nefasta y peligrosa”, tuiteó la líder de Más Madrid, Rita Maestre. Por su parte, Almeida solo se pronunció el domingo por la noche para felicitar a los argentinos por su victoria en el Mundial.

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Elena Reina
Es redactora de la sección de Madrid. Antes trabajó ocho años en la redacción de EL PAÍS México, donde se especializó en temas de narcotráfico, migración y feminicidios. Es coautora del libro ‘Rabia: ocho crónicas contra el cinismo en América Latina’ (Anagrama, 2022) y Premio Gabriel García Márquez de Periodismo a la mejor cobertura en 2020

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