Cuatro días sin Clara: la búsqueda en el pantano de San Juan se intensifica en la superficie y suma tres perros
A partir de este viernes es más posible que el cuerpo pueda emerger del agua, por lo que se esperan resultados mientras los investigadores amplían la zona rastreada hasta los 4.000 metros cuadrados
Pese al amplio dispositivo que desde el martes por la tarde busca a Clara, la niña de nueve años que cayó al pantano de San Juan, en Madrid, sigue sin haber resultados. Este viernes se han incorporado al operativo Arsa, Zen y Blue tres perros de la Guardia Civil, que van a recorrer durante todo el día los márgenes del embalse. Los efectivos desplegados suman ya más de 70 y han intensificado la búsqueda en la superficie ante la posibilidad de que el cuerpo emerja. Luis Rincón, oficial del Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid, ha rebajado, sin embargo, esta expectativa: “No hay ninguna certeza en absoluto de que eso pueda suceder”.
A las 72 horas del hundimiento comienza el periodo en el que es más factible que un cadáver salga a la superficie por el efecto de la descomposición y los gases del cuerpo. En este caso, no está claro que pase, ya que ha podido quedar atrapado en el fondo enredado en alguna rama. Allí es donde radica la mayor dificultad: bajo el agua. La casi nula visibilidad que comienza a haber a partir de un metro de la superficie ha representado uno de los grandes escollos en la búsqueda hasta ahora.
Los buzos han tenido que emplear potentes focos para rastrear el fondo, incluso de día. “Tienen que ir casi palpando el suelo”, ha apuntado Rincón. Están ayudados por dos sónar cedidos por la propia familia de la niña. La zona en la que en un principio se buscó a la niña alcanza los 17 metros de profundidad, pero hay otras partes en la que llega a los 40. “Los buceadores se relevan desde que amanece, hasta el ocaso”, ha resaltado el oficial.
Los drones manejados por los bomberos han sobrevolado toda la noche el pantano y desde las siete de la mañana, sus lanchas peinan una y otra vez el agua. Según el testimonio de la tía de la pequeña, que era la que conducía la lancha, Clara cayó desde una plataforma de madera situada en la parte trasera de la embarcación. El equipo se centró en un primer momento en el área indicada por ella, pero ahora se ha ampliado hasta los 4.000 metros cuadrados. “Las referencias que se dan cuando desaparece un cuerpo son complicadas a veces”, ha indicado Rincón.
Una investigación abierta
En paralelo, continúa la investigación de la Guardia Civil para esclarecer las circunstancias que rodearon la desaparición, aunque desde el principio los responsables han dejado claro que no barajan otra hipótesis que la de un “desafortunado accidente”. Un juez de Navalcarnero, en funciones de guardia, ha abierto diligencias tras recibir el atestado de las pesquisas llevadas a cabo por la Guardia Civil. La tía ya fue interrogada por los agentes.
La autopsia del cuerpo, en caso de que sea hallado, arrojará luz sobre lo que sucedió. Existe la posibilidad de que la niña pudiera marearse y caer al inhalar los humos de la lancha, que se resbalara y se diera un golpe o que se viese arrastrada por la estela que deja tras de sí la lancha. Lo que sí se sabe es que la menor no llevaba chaleco salvavidas y que sí sabía nadar.
La familia regresaba al embarcadero privado de Ciudad San Ramón, una exclusiva urbanización perteneciente al municipio de San Martín de Valdeiglesias, cuando se produjo el fatal accidente. Los allegados de Clara tienen un domicilio en esta urbanización desde el que siguen las labores de búsqueda, asistidos en todo momento por psicólogos del Summa.
La navegación en el área cercana a la zona de búsqueda está restringida y el Ayuntamiento valora prohibir el baño en las zonas habilitadas durante este fin de semana. Se trata del único lago en el que se permite el baño en la región.
Suscríbete aquí a nuestra nueva newsletter sobre Madrid.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.