La Delegación de Gobierno en Madrid creará una oficina contra delitos de odio ante su aumento

A principios de enero, un usuario del metro de Madrid subió a las redes sociales un vídeo en el que se veía a un hombre insultando a una mujer musulmana. “Si en vez de una mujer fuera un hombre le desfiguraría y le dejaría hasta desnudo”, se oye gritar al individuo. Apenas tres semanas antes, un joven fue golpeado y expulsado a patadas de un bar de Chamberí. El dueño del establecimiento aseguró que todos los gays son “iguales” y todos dan “problemas”. Preocupada por estos incidentes, la delegada del Gobierno en la Comunidad, Mercedes González, ha anunciado la creación de una oficina contra los delitos de odio. El foco estará en las agresiones racistas y al colectivo LGTBI.

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La delegada no ha dado cifras del aumento de las agresiones en los últimos meses en el anuncio de la creación de este proyecto, que se ha producido en un encuentro organizado por Europa Press, y ha adelantado que se pondrá en marcha previsiblemente en septiembre. Esta nueva iniciativa, que se englobará bajo el nombre de Madrid Diversa, estará compuesta por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y asociaciones representativas de grupos que sufren este tipo de ataques. “Los colectivos apoyarán a la Policía y Guardia Civil en el plan para la mejora de la convivencia y seguridad en los centros educativos”, ha indicado González.

González ha asegurado que el germen del proyecto de Madrid Diversa se plantó tras una reunión con representantes de Secretariado Gitano, en la que les trasladaron su preocupación por el incremento de agresiones a este colectivo. “La Policía y la Guardia Civil también lo tiene muy detectado y vamos a empezar a trabajar en la reducción de esos delitos”, ha señalado la delegada, que llegó al cargo el pasado abril y ha asegurado que aspira a que la institución que preside no sea un “jarrón chino”.

Según los últimos datos del Ministerio del Interior sobre Madrid, la región registró 112 denuncias en 2019 por agresiones racistas y 42 con una motivación contra la orientación sexual. A causa de la pandemia, 2020 no es un año válido estadísticamente en la mayoría de los aspectos, pero el Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia elaborado cada año por la asociación Arcópoli cuantificó una reducción en los delitos de odio contra este colectivo, que pasaron de los 321 de 2019, a los 259 de 2020.

Más allá de los ataques por racismo y orientación sexual, la representante del gobierno en Madrid ha destacado que en las últimas elecciones en la región hubo que desplegar dispositivos de protección de los candidatos por primera vez desde que se acabó el terrorismo y que eso es un “indicador muy negativo del momento que estamos viviendo”. La delegada ha desmentido dos “bulos” sobre la entrada de la covid a través del aeropuerto y la supuesta negativa de Marlaska a ceder pisos a policías para que puedan ocupar sus plazas en Madrid. “Aprovecho que está aquí el consejero de Justicia —Enrique López— para pedir lealtad institucional”, ha expresado.

El Orgullo de la nueva normalidad

Los festejos del Orgullo han llegado a congregar en ediciones anteriores hasta un millón de personas, pero este año, las previsiones no están claras. “Será una celebración multitudinaria porque es la celebración de un Orgullo emblemático en los inicios de una nueva normalidad. Los organizadores han eliminado esa parte más festiva que eran las carrozas y han acortado la duración de la manifestación. La Policía está muy acostumbrada a garantizar la seguridad en este tipo de actos”, ha asegurado González, que ha apuntado que no habrá limitaciones de asistencia. “Este martes tendremos una última reunión en la que se cerrarán todos los flecos”, ha recalcado.

La organización Madrid Orgullo desplegará el 3 de julio una bandera arcoíris de 700 metros, en la Gran Vía, en el tramo comprendido entre la calle de Alcalá y la plaza del Callao. Este acto se llevará a cabo durante la manifestación, cuyo recorrido partirá de la Glorieta de Carlos V y culminará en Colón, donde se leerá un manifiesto. Esa misma plaza acogió el 13 de junio a alrededor de 25.000 personas, según datos de la policía, en protesta por los indultos a los líderes independentistas catalanes condenados. “Hay que coger como referencia la última concentración multitudinaria, que fue con los indultos. Pues vamos a ver cuánto hay en esta”, ha aventurado la delegada del Gobierno.

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