Diez caras para la esperanza

La Fundación Emalcsa y la Diputación de A Coruña organizan la exposición del fotoperiodista de EL PAÍS Óscar Corral titulada Una mirada a la diversidad, con la que iluminan el camino hacia el Día Internacional de las Personas con Discapacidad que se celebra el 3 de diciembre. La muestra, que se expone en las calles de A Coruña, forma parte de Festigual, un evento que busca integrar en espacios culturales a todas las personas, sin importar su condición. Este año el evento se ha adaptado para llevar su programación de forma digital. Según la fundación, la exposición de Corral pretende “poner la tilde en la normalización de la diversidad” como el camino hacia la igualdad. Las imágenes estarán expuestas hasta el próximo jueves y están colgadas en el sitio web de Festigual.

La muestra es una colección de retratos de personas que trabajan por la igualdad o que se benefician de los colectivos que lo hacen. En un mundo de mascarillas, los únicos rostros visibles en las calles son los de los modelos en anuncios publicitarios. Ante esto, Corral decidió aprovechar la oportunidad para mostrar los retratos de personas con o sin diversidad funcional —en algunos casos no reconocible en el rostro—, pero con una característica que los une: son rostros alegres con mensajes esperanzadores. La exposición también aprovecha la oportunidad para integrarlos dentro de espacios en los que no son visibles normalmente. Se escogieron 10 caras, 14 para la versión digital, de entre más de 50 que se fotografiaron en dos sesiones.

Junto a los retratos se muestran textos cortos con descripciones personales de la forma de ser, sueños y metas de los protagonistas de la exposición. El fotoperiodista gallego explica la intención de la muestra: “Queríamos que se viera que las diversidades no representan una barrera que afecta a los proyectos de vida de estas personas. Son metas muy parecidas a las de todos los demás, con o sin diversidad”, resume. En este sentido, Festigual se presenta como un espacio para propiciar la participación de todas las personas en la cultura sin importar sus condiciones físicas o cognitivas.

Las sesiones fotográficas necesitaron un esfuerzo logístico importante para respetar las medidas de seguridad por la pandemia, con apoyo de Culturactiva, la Fundación Emalcsa y la iluminación de Agostiño Iglesias. Sin embargo, Corral las recuerda como una experiencia muy agradable: “Esa positividad que creo que transmiten los retratos me la transmitieron también a mí como fotógrafo”, cuenta. Y asegura que siente que fue una de las personas que más aprendió de la experiencia.