Valencia ya tiene su primera supermanzana peatonal en medio de la ciudad

Unos lo llaman el plan anticoches y otros lo consideran el único plan para generar de forma ágil y barata entornos peatonales más humanizados en medio de las ciudades: son las supermanzanas, que llevan años en funcionamiento en Barcelona. Valencia ha estrenado este miércoles su primera supermanzana en el barrio de la Petxina, en el cruce entre las calles Palleter y Calixto III, un espacio sobre asfalto con jardineras, zonas de juegos infantiles y mesas de ajedrez y ping pong. Algunos de los residentes han recibido la novedad con escepticismo y críticas por la pérdida de aparcamientos.

“Hemos empezado por aquí para dotar de calidad de vida a una zona que por su trazado urbanístico, no dispone de zonas peatonales, ni jardines ni parques ni plazas. En esta supermanzana encontrarán un espacio de esparcimiento, de encuentro y de juegos”, ha descrito la vicealcaldesa y concejal de Renovación Urbana de Valencia, la socialista Sandra Gómez, mientras recorría una supermanzana con una superficie de 13.070 metros cuadrados. La inversión realizada supera los 800.000 euros.

La intervención de urbanismo táctico persigue reducir al mínimo el tráfico rodado para generar el máximo espacio peatonal posible. Así, el tráfico motorizado circulará por las vías perimetrales mientras que en las calles interiores solo se permitirá la circulación peatonal y el acceso de vehículos de residentes, emergencias, o carga y descarga.

Las obras arrancaron a mediados de pasado mes de diciembre y la supermanzana se incluye además en los 22 proyectos de València Ciudad de Plazas, con la que está previsto recuperar 207.000 metros cuadrados de espacio público en Valencia para los viandantes. La peatonalización de la plaza del Ayuntamiento a partir de un urbanismo táctico (provisional) cosechó críticas al principio y ahora es uno de los espacios más valorados de la captia.

“Este tipo de proyectos se hacen pensando más en las personas y menos en los coches y me parece importante que Valencia sea cada vez más para disfrutarla. Ahora vamos a estudiar cómo planificar plazas de aparcamiento específicas para residentes [en la ORA]”, ha añadido el alcalde Joan Ribó, tras las críticas de algunos residentes que se han acercado para quejarse por la pérdida de plazas de estacionamiento en la calle.

“Me parece una chapuza porque la mayoría de vecinos no tiene aparcamiento y han quitado muchos. Además no es ni bonito ni acogedor. No sé a quien preguntar qué significan estas cruces pintadas en el suelo”, explica escéptica Amparo, una vecina de la Petxina, que no ha oído hablar nunca de urbanismo táctico. “Este es un barrio de fincas antiguas, en un barrio muy tradicional de Valencia, donde los vecinos son mayores y no se entiende qué han hecho. Si querían una zona peatonal, que la hagan a todos los efectos”, añade su marido Alberto.

No es la primera supermanzana que los vecinos reciben con cierta incomprensión. En Barcelona, algunas arrancaron con la oposición vecinal. Pero alcalde y vicealcaldesa piden un margen para adaptarse a los cambios. “Cualquier modificación en la ciudad requiere de un cambio de mentalidad. La gente se molesta pero creo que la percepción de los vecinos mejora con el paso de los meses y mayoritariamente está contenta con esos cambios”, ha concluido Ribó.