Barcelona instala cuatro nuevos radares de tramo que empezarán a multar en agosto

El Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado este martes que el próximo mes de mayo empezarán a funcionar cuatro nuevos radares de tramo que sancionarán a partir de agosto. El Consistorio también ha anunciado que a partir de septiembre instalará 17 radares fijos en diferentes puntos de la ciudad. Estos últimos no multarán hasta enero del próximo 2023.

La teniente de alcalde y concejal de Movilidad, Laia Bonet, ha detallado – en la rueda de prensa del balance de siniestralidad de la capital catalana- que los cuatro radares de tramos se instalarán en la Ronda Litoral, el túnel de Glòries, el túnes de la Rovira y el túnel de Badal. Por otro lado, de los 17 radares fijos, 12 se ubicarán en entornos escolares, donde la velocidad está limitada a 30 km/h, y los otros cinco se instalarán en puntos de la ciudad donde se registran altos niveles de siniestralidad. Estos puntos críticos son: la calle Aragó entre las calles Urgell y Casanova; la Gran Via de les Corts Catalanes con la calle Sant Roc; la avenida Diagonal con la plaza Pius XII en dirección Llobregat; la avenida Diagonal con la calle Numància en dirección Besòs; y el paseo de la Bonanova con la calle Anglí en dirección Llobregat.

Los radares fijos tendrán un periodo en los que solo se utilizarán de forma pedagógica ya que mostrará a los conductores la velocidad a la que circula gracias a unas pantallas. En otoño se pondrán en marcha una segunda fase informativa en la que se enviará una carta al conductor que haya excedido la velocidad informándole del exceso pero no se sancionará. A partir de enero se multarán los excesos de velocidad.

Barcelona registró en 2021 un total de 7.000 accidentes de tráfico con víctimas, un 23,4% más que en 2020, año marcado por las restricciones de movilidad, pero un 24% menos que en 2019, mientras que el número de heridos cayó un 25,2% y el de víctimas mortales un 45,4% respecto al último año antes de la pandemia.

El año pasado cerró con 12 víctimas mortales -ocho eran motociclistas, dos conductores de vehículos de movilidad personal (VMP), un conductor de autobús y un peatón-, dos menos que en 2020 y diez menos que en 2019. En cuanto a la siniestralidad grave, es decir, accidentes que han provocado víctimas mortales o lesionados graves, en 2021 se produjeron 178, un 20,54 % menos que en 2019 y la segunda cifra más baja desde que se tienen registros, solo superada por la del año pasado.

En el caso de los heridos graves, se registraron 166, con especial protagonismo para los conductores de motos y los peatones. En este sentido, la suma de heridos graves pertenecientes a colectivos vulnerables (vehículos de dos ruedas a motor, ciclistas, peatones y VMP), suponen el 85 % del total.