Barcelona se corrige y pone coto a la vegetación salvaje

El Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado una actuación inminente en los parques y jardines de la ciudad tras las críticas por su escaso mantenimiento. La oposición política y diversas entidades de vecinos denuncian que la desidia municipal ha “asilvestrado” las zonas verdes y que la vegetación ha llegado a invadir aceras y calzadas. El consistorio recuerda que, durante el confinamiento, gran parte de la plantilla estuvo sin trabajar y se escuda también en los daños causados a principios de año por la tormenta Gloria.

Los equipos técnicos del Instituto Municipal de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Barcelona están reforzando el mantenimiento de los espacios de la ciudad después de que su gestión se haya visto alterada por dos episodios singulares. Del 20 al 23 de enero, el temporal Glòria causó daños y afectaciones a todos los árboles. En marzo, el confinamiento provocado por la emergencia sanitaria del coronavirus obligó a restringir algunas actuaciones de jardinería.

La ausencia de personas en los espacios verdes favoreció el crecimiento de la vegetación, lo que además coincidió con la primavera más lluviosa del último siglo. La vegetación creció de forma tan descontrolada que colectivos de vecinos se quejaron por la imagen de algunas calles llenas de malas hierbas, matorrales totalmente descontrolados…

En junio, el Ayuntamiento anunció un nuevo diseño para la mayoría de zonas verdes que adoptaban una estética más naturalizada. El consistorio redujo la frecuencia de la siega y fomentó el crecimiento de las plantas herbáceas para favorecer la presencia de vegetación en los alcorques de los árboles. Ahora, el Consistorio corrige y anuncia que, hasta diciembre, se reforzarán el cuidado de los espacios verdes exteriores de los centros educativos, se segarán céspedes y prados, se desbrozará los alcorques de los árboles, se limpiarán los pavimentos de malas hierbas y se renovarán grupos de flores además de plantar nuevos árboles.

Eloy Badia, concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica, se justifica asegurando que situación actual de las zonas verdes se deben a las complicaciones de este 2020. Badia sostiene que, tras el confinamiento, este otoño trabajará el 100% de los equipos de parques y jardines. “Hemos detectado con los distritos los puntos que necesitan repasar”, informa.

El próximo noviembre se procederá a cambiar los grupos de flores de temporada de la ciudad y se sustituirán las especies de verano por las de invierno. Se plantarán cerca de 100.000 unidades de plantas con flor distribuidas en 246 grupos en los diez distritos. Esto supondrá una superficie de 5.500 metros cuadrados de espacio verde con flor. En cuanto a las actuaciones en el arbolado, hasta el 31 de diciembre se procederá a la plantación de árboles en parques y calles en alcorques que han quedado vacíos. Cada año se reponen 3.000 árboles en la ciudad que se retiran tras detectarse que sufren alguna enfermedad o que suponen un riesgo en la vía pública. El Consistorio asegura que un millar de árboles se plantarán durante el otoño.

El Ayuntamiento es consciente de que los espacios educativos han tenido que ampliar sus espacios para respetar las distancias de seguridad provocada por la pandemia. Por este motivo, ha cedido 134 espacios verdes a centros educativos. El Consistorio mantiene que cada día se realiza una inspección en estas zonas para detectar posibles incidencias y para que el mantenimiento sea adecuado. Se eliminan ramas y vegetales que pueden suponer riesgos, se revisa el mobiliario, mantenimiento y limpieza de pavimentos.

Parques y Jardines defiende que los 200.000 alcorques de la ciudad se mantienen con gestión ecológica y no se tratan con herbicidas químicos para minimizar así la presencia de tóxicos en la ciudad. Hay cerca de 1.300 alcorques sembrados con “flora amiga” y especies que ayudan al control de plagas de los árboles.