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La Fundación Bofill alerta de que la pandemia aumentará la segregación escolar

Un informe destaca que la problemática se ha reducido poco en los últimos años por la falta de medidas

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Alumnos en el patio del instituto con alto nivel de segregación de Barcelona.M. Minocri

La lucha contra la segregación escolar, que a nivel generalizado justo empieza a dar sus primeros pasos, se ha topado con un enemigo inesperado: la crisis económica provocada por la pandemia del coronavirus. El aumento de familias en situación de pobreza combinado con unas políticas todavía no consolidadas serán los principales factores que jueguen en su contra, según los expertos de la Fundación Jaume Bofill, especializada en temas educativos, que urgen a actuar de forma inmediata. “Si no se despliegan las medidas necesarias para identificar y distribuir este alumnado, la segregación escolar puede incrementarse de forma contundente e inmediata durante el próximo curso”, sentencia su director, Ismael Palacín.

Mirando hacia la crisis de hace una década, la Fundación Bofill alerta de que ciertos patrones se van a repetir ahora, como el aumento de los alumnos vulnerables, además de un incremento en los cambios de residencia, lo que provocará inscripciones escolares fuera de plazo -lo que se conoce como matrícula viva-, y que tradicionalmente han asumido los centros con mayor número de alumnos vulnerables porque son los que contaban con plazas sobrantes. A ello se le añade que “no hay suficientes medidas de detección y de escolarización equilibrada” de este colectivo, según Palacín. “La actual crisis de la covid-19 llega en un momento muy delicado, cuando todavía no se habían desplegado las medidas previstas en el Pacto contra la segregación escolar”, añade.

Los expertos de la fundación temen un empeoramiento de los datos de segregación escolar, ya de por sí negativos (destacan que Cataluña es una de las regiones europeas donde este problema es mayor), que han recogido y analizado en un informe presentado este viernes. Se trata del informe Estado y evolución de la segregación escolar en Cataluña, que analiza este fenómeno desde el curso 2001-02 hasta el 2018-19 en los 121 municipios de más de 10.000 habitantes. El estudio revela que en los últimos cinco años el índice de segregación se ha reducido levemente: del 48 al 44% en primaria y del 39 al 35% en secundaria. “El descenso ha sido muy débil y precario. El hecho de que la bajada no sea mayor indica que no se están implementado medidas decididas y efectivas de manera generalizada”, tercia el estudio.

En detalle, analizando los 121 municipios con más de 10.000 habitantes, la mayoría (75) registran niveles altos o muy altos de segregación. Más de la mitad (65) del total han empeorado sus índices de segregación escolar en los últimos cinco años “por una política de inacción”, apunta la fundación. De estos preocupan 44, que ya partían con estos índices elevados. Pero el estudio señala especialmente la “situación crítica” de la docena municipios que acumulan 12 años de empeoramiento de las cifras. Se trata de Les Franqueses del Vallès, Deltebre, Sant Sadurní, Ripollet, Castellar del Vallès, Rubí, Montcada, Molins de Rei, Esparraguera, Malgrat de Mar, Salou y Salt.

Asimismo, el estudio señala que hay nueve municipios con alta segregación que no identifican alumnos vulnerables en P3 (la etapa clave para atajar el problema desde el inicio): Calafell, Corbera de Llobregat, Deltebre, Molins de Rei, Olesa de Montserrat, Sant Sadurní d'Anoia, Sant Vicenç dels Horts, Tortosa, Vila-seca.

Pero también hay datos positivos y casos de éxito: 18 municipios han reducido la segregación en la última década y 23 mantienen a raya la problemática con índices muy bajos. El informe apunta como referentes las medidas aplicadas por Manlleu, Palamós, Palafrugell, Olot o Banyoles.

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Precisamente, la capital del Pla de l’Estany emprendió hace 23 años, con la llegada masiva de inmigrantes, el Plan de escolarización extensiva, ya que vieron que este colectivo se concentraba en unos barrios concretos y las escuelas corrían el riesgo de convertirse en guetos. Ayuntamiento y escuelas se pusieron a trabajar codo con codo: implantaron la zona única escolar en primaria; se citan y se entrevistan a todos los alumnos susceptibles de estar en situación de vulnerabilidad antes de empezar P3; con el número de estudiantes necesitados establecido, se decide cómo distribuirlos equitativamente a través de plazas reservadas; y un servicio de autobús gratuito transporta a los alumnos. “La clave ha sido la complicidad entre los centros, todos hacen lo posible para acoger a estos alumnos, es un trabajo en red”, destaca la concejal de Educación de Banyoles, Ester Busquets.

También están aplicando “medidas ambiciosas” grandes ciudades como Barcelona, Manresa o Terrassa, pero que son demasiado recientes para que todavía se noten sus resultados. “Mejoran los municipios que, a lo mejor no lo tenían fácil, pero sí han hecho los deberes. Y aumenta en aquellos donde no debería aumentar. La segregación aumenta por inacción política y negligencia, porque son los hijos de los demás”, espeta Palacín.

“La segregación es como engordarte: te sientas en el sofá a comer donuts, sin hacer nada, y parece que no pase nada, pero no es así. Con la segregación, si no tomas medidas de entrada e identificas el problema, no lo solucionarás. La segregación se genera más por no hacer nada, que por hacer algo”, asevera Rafa Homet, exresponsable del área de Educación de la Diputación de Barcelona y asesor en el Ayuntamiento de Terrassa.

Como medidas para luchar contra la lacra de la segregación, la Bofill pide que Educación cree un programa, dotado de personal, para ejecutar y dar continuidad los planes de luchar contra la segregación. Y como acciones concretas, muchas de las ya recogidas en el proyecto de decreto de admisiones, congelado por el estado de alarma: mejorar la detección de los alumnos vulnerables, que la planificación escolar se realice conjuntamente entre ayuntamientos y Generalitat a través de oficinas municipales de escolarización, aumentar las plazas reservadas para alumnos vulnerables en todo tipo de centro para redistribuirlos, eliminar las cuotas de la concertada, que provocan discriminación, y que estos centros reciban financiación según los alumnos desfavorecidos escolarizados.

Sin relación con la inmigración

El informe de la Bofill desmonta uno de los tópicos más establecidos cuando se habla de segregación: vincularlo con un alto nivel de inmigración. Según la fundación, de los 42 municipios con más segregación escolar, 30 tienen un porcentaje de población extranjera inferior a la media. Para los expertos de la Bofill, esto demuestra que la lacra de la segregación no está tan vinculada como la realidad social del municipio, “sino que tiene más a ver con las políticas públicas que se desarrollan”.

Los 10 municipios con más segregación en primaria

1. Terrassa

2. Badalona

3. Esplugues de Llobregat

4. Tarragona

5. Sant Feliu de Llobregat

6. Ripollet

7. Sant Sadurní d’Anoia

8. Olesa de Montserrat

9. Molins de Rei

10. Lleida



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