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Jóvenes y Monarquía: un pasado desconocido, un presente sólido y un futuro que pide cambios

Un estudio refleja que, pese al cuestionamiento de legitimidad de la Corona, las nuevas generaciones priman la estabilidad de una monarquía renovada frente a un sistema republicano

El rey emérito, Juan Carlos I, junto a su hijo, el actual rey Felipe VI, y la heredera a la Corona, Leonor, en una imagen de la la Casa del Rey.
El rey emérito, Juan Carlos I, junto a su hijo, el actual rey Felipe VI, y la heredera a la Corona, Leonor, en una imagen de la la Casa del Rey.Borja Fotógrafos/Casa de SM el Rey
Belén Domínguez Cebrián

A los jóvenes españoles la Monarquía no les quita el sueño. Cuestionan su legitimidad por ser una institución eminentemente familiar y hereditaria, desconocen ciertos aspectos del pasado ―y de su funcionamiento―, y critican la figura del que ha sido su titular durante 40 años, el rey emérito Juan Carlos I, por los últimos escándalos de su reinado, pero valoran positivamente la figura de Felipe VI, según un informe de la Red de Estudio de las Monarquías Contemporáneas (REMCO) elaborado a partir de entrevistas a ciudadanos de entre 18 y 30 años repartidos por toda la geografía española. La princesa Leonor —que también aprueba con nota entre su generación, de acuerdo al estudio— tendrá que hacer algún guiño de modernización para cultivar más simpatía hacia la continuidad de la institución.

“Para las generaciones jóvenes, la monarquía tiene mucho pasado, no suficientemente conocido y valorado; un sólido presente, que necesita tiempo y mayor visibilidad, y, sobre todo, un futuro que requiere cambios para que cuente con una mayor adhesión”, concluyen los autores del estudio, los académicos Francisco Llera Ramo ―director del Euskobarómetro, entre otros cargos― y José Manuel León Ranero, doctor en Ciencia Política de la Universidad del País Vasco. El informe, de 83 páginas y titulado La juventud española dialoga sobre la Monarquía, se ha elaborado a partir de más de 15 horas de entrevistas con jóvenes de toda España durante todo el mes de octubre de 2023.

Rey Juan Carlos I
El rey emérito, Juan Carlos I, a su llegada al club náutico de Sanxenxo (Galicia), en noviembre de 2023. Raúl Terrel (Europa Press/ Getty Images)

Los entrevistados tienen la percepción de que el reinado de Juan Carlos I fue una especie de continuación de ciertos aspectos del régimen de Franco. Casi el 50% considera que la reinstauración de la monarquía durante la Transición fue una opción no democrática como continuación del franquismo. Pese a ello, “dentro de las alternativas, la monarquía fue la mejor”, dice una madrileña de 19 años, estudiante de Formación Profesional y afín a Sumar. “Cuando era más joven no lo veía muy bien [la Monarquía], pero viendo cómo van ahora los tiros por España, pues no lo veo tan mal”, apostilla un gallego, ingeniero industrial y cercano al Partido Popular, en referencia al clima de tensión que se palpa en el resto de las instituciones del Estado.

Ese conformismo con la Corona se respira a lo largo de todo el estudio, que se hará público a mediados de junio. Y es que la desafección política y el malestar democrático hacen que actualmente los jóvenes acepten un sistema ―la monarquía parlamentaria― al que no son intelectualmente afines. “Aunque se reconoce una superioridad democrática de la forma de gobierno republicana, [a los jóvenes] no les parece una alternativa frente al papel de la Corona y la figura del Rey. El déficit hereditario de la Monarquía no compensa los riesgos de una república en manos de una clase política muy cuestionada y polarizada, que puede hipotecar la necesaria neutralidad de la jefatura del Estado”, concluyen los autores. Además, “pesa la experiencia de unas repúblicas fallidas”, resume un economista de 26 años afín al PP. “Te vas a lo menos malo... o lo conocido”, concluye.

Ese debate entre monarquía y república refleja una variedad muy amplia de opiniones entre los jóvenes que han participado en el estudio. “Mientras algunos ven la Monarquía como una fuente de estabilidad, tradición y neutralidad, otros critican su carácter hereditario y la falta de elección democrática, pero, al mismo tiempo, plantean interrogantes sobre la viabilidad y hasta deseabilidad de una república como alternativa”, continúan los expertos.

El Rey Juan Carlos abraza a su hijo Felipe tras la firma de su abdicación, que propiciaba el inicio del reinado de Felipe VI. La imagen se tomó en el Palacio Real de Madrid.
El Rey Juan Carlos abraza a su hijo Felipe tras la firma de su abdicación, que propiciaba el inicio del reinado de Felipe VI. La imagen se tomó en el Palacio Real de Madrid.Juan Medina (Reuters)

Jordi Canal, historiador y profesor en la Escuela de Estudios Superiores en Ciencias Sociales de París (EHESS), explica al teléfono que en este debate hay que tener en cuenta las circunstancias y las experiencias del país. “Las dos repúblicas no son dos experiencias que se puedan decir favorables”. En cuanto a las circunstancias, explica: “Existe una fragmentación y polarización política altísima. Y el Rey tiene que estar por encima del sistema de partidos”, añade, en referencia a que el jefe del Estado en una monarquía parlamentaria es, en cierta manera, impermeable a las oleadas populistas que salpican desde hace años a las democracias liberales.

Pese al desconocimiento sobre los 40 años de reinado de Juan Carlos I, hay un momento que sí valoran los jóvenes: su actuación en el intento de golpe de Estado de 1981. El 65% de los jóvenes entrevistados reconoce el “papel clave” del Rey en el 23-F. Después, critican los escándalos personales de su última etapa de reinado. “Este señor no se ha cortado un pelo”, se lamenta de manera clara un camarero de 24 años afín a Sumar en alusión al comportamiento del rey emérito. Lo anterior, añadido a la falta de transparencia en las cuentas en los últimos años de su reinado, “ha causado una profunda decepción” entre los jóvenes, afirman los académicos Llera y León.

Con estos antecedentes, los entrevistados reconocen que el contexto en el que Juan Carlos I abdicó en su hijo en 2014, hace justo 10 años, “no era fácil”. Y que, paradójicamente, eso favoreció al entonces Príncipe de Asturias: “Los escándalos del rey Juan Carlos ayudan a ver a Felipe VI mejor que a su padre”, opina una auxiliar de enfermería de Bilbao de 25 años.

Los autores del estudio han identificado un tono “amable” y de “esperanza” hacia Felipe VI y su labor por modernizar la institución, aunque demandan más. El Rey está bien valorado por su mayor formación y preparación en comparación con su padre, del que muchos resaltan su carácter campechano. En el aspecto negativo, la juventud continúa sin ver a la institución unas funciones relevantes. Un hombre en el paro de 24 años y original de las Islas Canarias confiesa desconocer las actividades del Rey y añade: “No sirve para nada. Está como puesto porque sí, porque toca”.

El papel actual de la mujer

Frente a la “distancia” que transmite Felipe VI para algunos de los entrevistados, la reina Letizia desprende más “cercanía”, según el informe. Los autores destacan su “papel activo en cuestiones sociales y su capacidad de representación y comunicación, derivadas de su pasado profesional”, en referencia a su época como periodista. La agenda de la Reina está repleta de actos para visibilizar la salud mental, las enfermedades raras, la alimentación y nutrición y el papel de los jóvenes y las mujeres. “La importancia de que sea una mujer en una posición tradicionalmente ocupada por un hombre es percibida como un potencial punto de inflexión hacia una mayor modernidad y aceptación social”, creen los autores del estudio.

La princesa Leonor, junto a su madre, la reina Letizia, tras la jura de la Constitución de la Princesa de Asturias por su mayoría de edad ante las Cortes Generales.
La princesa Leonor, junto a su madre, la reina Letizia, tras la jura de la Constitución de la Princesa de Asturias por su mayoría de edad ante las Cortes Generales. Daniel González (POOL)

El matrimonio de Felipe de Borbón y Grecia y Letizia Ortiz Rocasolano ― del que se acaban de cumplir 20 años― es visto como un “factor positivo que rompe con la tradición”. Más del 40% de los preguntados valora el “origen social humilde” de la reina consorte. Pese a ello, la mayoría (30%) cree que sus funciones no son relevantes.

La princesa de Asturias es vista “con optimismo y buenas expectativas”, según los dos autores. Los jóvenes creen que es “un paso adelante en la representación de las mujeres en posiciones de liderazgo” y que puede reforzar el papel de la mujer en la sociedad, así como “fomentar la igualdad de género dentro y fuera de la institución monárquica”. De hecho, la Casa del Rey nombró en abril a la primera secretaria de la reina mujer, María Ocaña Madrid, desde que se reinstauró la monarquía, un gesto al que le seguirán otros similares, según fuentes que conocen bien el funcionamiento de la Casa del Rey. En la Constitución española permanece la prevalencia del varón sobre la mujer en la línea de sucesión al trono.

La princesa de Asturias saluda al público después de recibir las máximas condecoraciones de Aragón, el 21 de mayo de 2024 en Zaragoza.
La princesa de Asturias saluda al público después de recibir las máximas condecoraciones de Aragón, el 21 de mayo de 2024 en Zaragoza. Javier Belver (EFE)

Pese a esta visión positiva de Felipe VI y su heredera, Leonor, los jóvenes entrevistados muestran una “falta de visibilidad y conexión con la Casa del Rey” y su funcionamiento en su conjunto. Y por tanto, los autores del estudio destacan la necesidad de una “mayor presencia en las redes sociales y otros medios” de cara al futuro más inmediato. Casi el 30% de los jóvenes del estudio confiesa que tiene una baja información sobre la Corona y sus actividades y demanda más comunicación y mayor explicación sobre su papel. Esta modernización, sumada a una mayor transparencia y adaptabilidad a los tiempos, será necesaria, según se desprende del informe, para que la institución mantenga el apoyo popular de cara a conseguir su principal objetivo: subsistir.

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