El Orgullo se blinda con el doble de policías ante el auge homófobo
Los pactos del PP con la ultraderecha de Vox tensan la gran marcha LGTBI en Madrid, que prevé una asistencia de “entre un millón y millón y medio” de personas protegidas por 3.726 agentes
Este año la marcha del Orgullo llega más orgullosa que nunca. Los pactos postelectorales entre el PP y Vox en varias comunidades y ayuntamientos tras las elecciones del pasado 28 de mayo afectan de lleno y ponen en entredicho los derechos y reivindicaciones de los colectivos de gais, lesbianas, transexuales y bisexuales. La cita de este sábado en Madrid pretende ser una respuesta masiva ante ese auge homófobo auspiciado por el partido de ultraderecha. La policía espera la asistencia de entre un millón y millón y medio de personas. La afluencia masiva prevista, el ambiente preelectoral caldeado por la retirada de símbolos y banderas LGTB+ de edificios oficiales en ciudades y pueblos ―Ciudad Real, Valladolid, Burgos, Toledo, Valencia, o Guadalajara, Elche (Alicante), Torrijos (Toledo), Gijón (Asturias) Ponferrada (León), Molina de Segura (Murcia), Bormujos (Sevilla) o Náquera (Valencia)― ha llevado a la policía a extremar la seguridad, duplicando el número de agentes con respecto al año pasado: serán 3.726.
Mientras los líderes del partido que dirige Santiago Abascal se refieren a las tendencias sexuales como “ideología de género” y retiran las lonas y las banderas LGTB+ allá donde se han convertido en socios de gobierno, el Ministerio del Interior que dirige Fernando Grande-Marlaska se flanquea por dos gigantescas lonas arcoíris en el número cinco del Paseo de la Castellana, sede de Interior. El ministro calificó de “preocupante” el incremento de casi un 70% de los delitos de odio ―aquellos en los que las víctimas lo son por motivos de raza, origen, religión, discapacidad u orientación sexual, entre otros― relativos a la orientación sexual, en la presentación del último informe al respecto a finales de 2022. Marlaska no dudó en atribuir esa tendencia ascendente a la mayor crispación política, agudizada por los duros discursos de la ultraderecha.
De las 1.724 denuncias relacionadas con delitos de odio registradas por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de Estado en 2021, casi un 6% más que en 2019, sobresalían las que tenían una motivación racista o xenófoba (639), inmediatamente seguidas de las relacionadas con la orientación sexual o identidad de género (466), las que más subían, y posteriormente las que tenían que ver con la ideología de la víctima (323). Estas últimas, sin embargo, cayeron un 45,3% con respecto a 2019, algo que Marlaska atribuyó entonces a la estabilización de la situación política en Cataluña.
El pasado sábado, 17 de junio, durante la jornada de constitución de los ayuntamientos, Santiago Abascal prometió hacer desaparecer “concejalías ideológicas como las de Igualdad” en los consistorios donde existiera dicha cartera y en los que Vox ha accedido al poder con el PP. La amenaza se ha ido haciendo realidad a medida que han avanzado los pactos de gobierno: la violencia machista, ha perdido su apellido, y la identidad sexual se ha convertido en ideología en cuestión de diez días. La marcha del orgullo de este sábado, con sus 46 carrozas y (se estima) al menos medio millón de personas más que el año pasado, pretende dar una respuesta contundente a esa regresión social.
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