La policía detiene al peligroso narco Piolín en la Costa del Sol
El traficante, uno de los más buscados, lidera una de las dos grandes bandas dedicadas también al tráfico de personas y la extorsión en Ceuta
La policía ha arrestado al conocido narco Piolín este viernes en la Costa del Sol. El traficante es el líder de una de las dos grandes bandas dedicadas a la droga de la ciudad autónoma, y operaba sobre todo en el conflictivo barrio de El Príncipe Alfonso (Ceuta), junto a la de los Tayenas, más centrada en el vecino barrio de Los Rosales. El detenido llegó a tener, según la policía, hasta a 70 personas a sus órdenes, e iba armado en el momento de su arresto.
La detención se ha producido en un aparthotel de Manilva (Málaga, 17.157 habitantes), próxima al límite provincial de Cádiz, y deriva de una operación “compleja”, porque se trata de un delincuente “muy violento” y que iba armado en el momento del arresto, señalan fuentes policiales. Piolín ha sido arrestado por agentes de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (Udyco) de la Policía Nacional de Ceuta, que llevaban desplazados en la Península desde hacía varias semanas, en un trabajo conjunto con el Grupo de Respuesta Especial contra el Crimen Organizado (GRECO) de la Costa del Sol, que llevaba largo tiempo investigando su posible paradero en la zona.
Las mismas fuentes policiales explican que la Costa del Sol es uno de los destinos favoritos de los delincuentes de Ceuta para ocultarse de las fuerzas de seguridad, igual que ocurre con los fugitivos extranjeros que llegan hasta la conocida comarca andaluza. En ambos casos, buscan el anonimato que otorgan los cientos de urbanizaciones repartidas por todo el litoral y pasar así desapercibidos, como un vecino más, mezclados entre la población extranjera residente o de turismo en la zona.
Las bandas de los Piolines y los Tayenas son rivales desde hace años y, además de actuar en la ciudad autónoma, tienen ramificaciones en Marruecos. Están formadas por jóvenes ceutíes de origen magrebí, muchos menores y reclutados en zonas deprimidas de la ciudad autónoma.
El pasado octubre la policía dio prácticamente por desarticulada la banda de los Tayenas, tras detener a todos sus principales cabecillas. Hace solo unos días, el pasado 12 de abril, murió su líder en Los Barrios (Cádiz), tras recibir un balazo en el abdomen de un joven de 19 años que fue detenido. La de los Piolines, también llamada así por el apodo de su cabecilla, también estaba mermada tras la detención hace meses de tres lugartenientes del narco, entre ellos un miembro de la familia de Los Castaña, traficantes de la Línea de la Concepción (Cádiz).
Además del tráfico de drogas, la actividad delictiva de las tramas, que se valen de armas y drones para sus fines, incluyen el tráfico de personas y la extorsión, una actividad creciente tras el cierre por la covid de la frontera con Marruecos. Entre los extorsionados por los sicarios de los Piolines están traficantes de droga a los que exigen un porcentaje de la droga que captan. También, inmigrantes traídos de Marruecos que, después de haber pagado 1.000 euros para entrar en la Península, terminaban secuestrados en Ceuta. Para liberarlos, los secuestradores pedían luego 3.000 euros por su rescate.
Uno de los últimos episodios de la guerra del narco en Ceuta fue el asesinato a tiros de un militar español, de 37 años, en el garaje de su casa, en octubre del año pasado. Y, meses antes, la muerte de Ibrahim B., un joven de 16 años, tiroteado el 16 de abril de 2022 cuando iba sentado en la parte de atrás de una moto y fue supuestamente confundido con otro objetivo.
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