La Policía busca a un “merodeador ocasional” tras el asesinato de un niño de ocho años en Ceuta

A medida que avanzan las investigaciones de la Policía Nacional en Ceuta se conocen más datos de las circunstancias que pudieron concurrir en la muerte de Mohamed, un niño de ocho años cuya desaparición fue denunciada por su familia la noche del domingo, cuando no regresó de jugar al fútbol con sus amigos. El cuerpo sin vida del pequeño fue hallado este lunes a primera hora de la mañana. A falta de que se conozcan los resultados preliminares de la autopsia, que se prolongó durante más de cuatro horas, fuentes próximas a la investigación han confirmado que el niño “presentaba un fuerte golpe en la cabeza” cuando fue hallado por los agentes en una colina de la barriada Loma Colmenar, donde vivía, próxima a los campos de fútbol en los que había estado jugando aquella tarde con sus amigos. Se trata de una zona de paso, cercana a un aparcamiento, al Hospital Universitario, al barrio de El Príncipe y a la frontera con Marruecos. Los investigadores mantienen abiertas todas las hipótesis, pero no descartan que el crimen tuviera un “móvil sexual” y que el autor sea “un merodeador ocasional que se llevase al crío”.

Según los primeros testimonios recogidos por los policías, el niño, que estaba aquella tarde jugando “de suplente” en el partido, “se fue antes de que acabase, regresó de nuevo al campo y luego volvió a irse”, en algún momento que aún no se ha podido determinar, antes de las 19.30. Son esas horas críticas las que ahora mira con lupa la Policía en busca de alguna pista que explique cómo y por qué desapareció Mohamed para acabar encontrando la muerte.

Sus compañeros y amigos le echaron de menos poco después y comenzaron a buscarlo. También sus hermanos (tiene cuatro, todos mayores que él), sin éxito. Al llegar a casa, contaron a sus padres que no encontraban a Mohamed, aunque pensaron que quizá se había ido a casa de algún amigo a jugar a la Play, según relataba esta misma mañana Abdelmalik Abdeselam, el padre del pequeño, ante las cámaras de televisión.

A medida que pasaban las horas aumentaba la inquietud en la casa, y finalmente el padre del chiquillo salió a buscarle. Incluso llegó a preguntar en el hospital. Fue ya casi de madrugada cuando la preocupación llevó a la familia, españoles de origen marroquí, a denunciar la desaparición de su hijo pequeño en la comisaría.

Comenzaba así una búsqueda que terminaría confirmando los peores presagios este lunes. La chaqueta del chico, colgada de un árbol junto a una especie de terraplén, fue divisada con las primeras luces del alba por un amigo de la familia que participaba en la búsqueda junto a un grupo de agentes. El cuerpo se encontraba semidesnudo, y a su lado fue encontrada la pistola de juguete.

El presidente del Gobierno ceutí, Juan Vivas (PP), decretó un día de luto oficial y todas las banderas institucionales ondearon a media asta. En la mañana de este martes toda la corporación ha guardado un minuto de silencio a las puertas del Palacio de la Asamblea para denunciar el crimen. Al mismo tiempo, Vivas ha pedido “cautela” para que la Policía “haga su trabajo de cara a esclarecer las causas del fallecimiento”.

Está previsto que Mohamed sea enterrado este miércoles a mediodía en el cementerio musulmán, tras pasar unos breves minutos a solas con sus padres y hermanos en el tanatorio, según ha explicado un miembro de la familia. Mientras tanto, la Policía sigue analizando las grabaciones de todas las cámaras de la zona en busca de un presunto autor o autores, y la juez mantiene el secreto de sumario.