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Las pandillas violentas dan el salto al crimen organizado

La Policía Nacional desmantela la principal estructura de financiación de los Dominican Don’t Play, que se alió con un grupo internacional de ‘hackers’

La Policía española ha detenido a 19 jóvenes presuntamente implicados en reyertas entre bandas urbanas en la región de Madrid.Foto: EFE | Vídeo: EUROPA PRESS
Patricia Ortega Dolz

La Operación Jake Sport de la Policía Nacional ha revelado un importante salto cualitativo en la organización interna de las pandillas juveniles de carácter violento, antes conocidas como “bandas latinas” porque las primeras de su tipo copiaban el funcionamiento de grupos criminales latinoamericanos. El operativo se ha saldado con 66 detenidos, de los que 19 son miembros de los Dominican Don’t Play (DDP) afincados en Madrid, y nueve son ciberdelincuentes con antecedentes policiales por fraude. Todos ellos están acusados de pertenencia a organización criminal.

Uno de los responsables policiales ha explicado este miércoles en rueda de prensa que estas bandas “ya no se financian con las cuotas aportadas por los miembros, sino que se han aliado a otra organización criminal, en este caso de hackers, a escala internacional, lo que les reportaba importantes beneficios con los que podían pagar a sus abogados, a las familias de algunos de sus componentes que se encontraban en prisión, comprar armas y drogas para venderlas en el menudeo”.

Así, las bandas han optado ahora por “un delito más blanco”, que les reporta importantes beneficios económicos —la Policía ha estimado un monto de medio millón de euros obtenidos de fraudes— y les acarreamenor riesgo que ordenar o cometer atracos o robos en plena calle.

De este modo, importantes miembros de los DDP habían establecido alianzas con miembros de una organización dedicada a los fraudes por Internet que usaban phishing (robo de datos financieros de las víctimas para controlar y operar libremente desde sus cuentas). “Se han detectado movimientos bancarios de miembros de esa organización de hackers de hasta dos millones de euros”, ha ejemplificado uno de los investigadores.

La relación simbiótica entre ambos grupos, pandilleros y hackers, supone un paso más en la escalada criminal de las bandas, en pleno auge en toda España. Esta organización criminal cometía estafas bancarias mediante técnicas de ingeniería social (mandando correos y mensajes por redes sociales a potenciales víctimas) por todo el territorio.

Los pandilleros facilitaban a la organización de ciberdelincuentes cuentas bancarias abiertas por miembros de la banda para que pudieran desviar los fondos obtenidos fraudulentamente desde las cuentas de los afectados. A cambio, los miembros de la trama cobraban en torno a un 30% de los beneficios obtenidos, según los agentes de la investigación.

Fueron precisamente esas cuentas a nombre de componentes de los DDP las que alertaron a los investigadores. “Recogimos hasta 59 denuncias con un modus operandi similar y por un fraude total de medio millón de euros hasta el momento”,. En la investigación, iniciada a principios de este año, han participado tanto agentes de la Unidad de Delitos Informáticos y Fraude Bancario de la Comisaría General de Policía Judicial como del grupo de bandas latinas de la Brigada Provincial de Información de Madrid.

Los investigadores sospechan que el contacto entre la pandilla y la organización de hackers se entabló en prisión, y se desarrolló fuera después, aunque tampoco descartan que los hackers fuesen a buscar a algunos de los líderes de la pandilla mejor relacionados a sus locales o zonas de encuentro.

“Los integrantes de la banda criminal no dudaban en intimidar, agredir y proferir amenazas, incluso de muerte, a las mulas [personas que transportan droga] durante el proceso de captación [y posterior apertura de la cuenta bancaria], a los que prometían la posibilidad de formar parte de la banda o subir en rango dentro de la misma”, recoge una nota policial.

Los ciberdelincuentes también robaban el dinero de las cuentas usando vishing (técnica delictiva que combina el robo de información bancaria con webs fraudulentas y una llamada telefónica simulando ser empleados del banco de la víctima) y smishing (mensajes de texto o de mensajería instantánea con los que el delincuente intenta hacer creer al usuario que han hecho en su nombre una compra fraudulenta para instarlo a que llame a un número de teléfono desde el que obtendrán sus datos bancarios).

Dos pistolas, tres escopetas y cinco machetes

En los 19 registros llevados a cabo de manera simultánea en Madrid, Getafe, Pozuelo de Alarcón (ambas en Madrid) y Soria se han intervenido dos pistolas, tres escopetas, cinco machetes, munición, sustancias estupefacientes, tarjetas bancarias, dinero en efectivo, así como elementos y literatura relacionada con las normas y la estructura de los DDP.

Entre los detenidos se encuentran dos integrantes de la banda que presuntamente ordenaron el intento de asesinato de un exmiembro de los Trinitarios, grupo del que querían vengarse desde 2009. El suceso ocurrió el pasado 5 de junio, cuando dos jóvenes entraron en una sidrería de Madrid y dispararon a bocajarro un camarero que había pertenecido al grupo rival. Uno de los arrestados ahora, además, obligó a los autores a mantener el teléfono encendido cuando estaban en el bar para poder escuchar en directo el desarrollo del encargo. Posteriormente, la Policía detuvo a otro integrante de los DDP que también habría ordenado el asesinato.

En el desarrollo del operativo, los agentes intervinieron también tres kilogramos y medio de marihuana y otras cantidades menores de diferentes estupefacientes, seis básculas de precisión para el pesaje de la droga y se han desmantelado dos plantaciones de marihuana. Los agentes se incautaron de además 6.000 euros en efectivo y 800 dólares (unos 785 euros), así como 32 tarjetas bancarias y más de 80 documentos de identidad escaneados de terceras personas listos para ser utilizados en negocios jurídicos fraudulentos.

Asimismo, localizaron documentación bancaria, material informático y documentos relacionados con la estructura de la banda criminal que se encuentran pendientes de analizar, por lo que la investigación, dirigida desde el Juzgado Número 36 de Plaza de Castilla de Madrid, continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones.



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Sobre la firma

Patricia Ortega Dolz
Es reportera de EL PAÍS desde 2001, especializada en Interior (Seguridad, Sucesos y Terrorismo). Ha desarrollado su carrera en este diario en distintas secciones: Local, Nacional, Domingo, o Revista, cultivando principalmente el género del Reportaje, ahora también audiovisual. Ha vivido en Nueva York y Shanghai y es autora de "Madrid en 20 vinos".

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