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Pablo Casado acaba 2021 más alejado que nunca de la patronal, Vox y Ciudadanos

El líder del PP carga contra la CEOE por su apoyo a la reforma laboral: “Cada uno es responsable de sus decisiones”

El líder del Partido Popular, Pablo Casado (i), junto al presidente de Castilla y León y candidato del PP a la reelección, Alfonso Fernández Mañueco (d), durante la reunión del Comité Ejecutivo Nacional del partido.Foto: PP
Javier Casqueiro

Pablo Casado ha llegado al punto, en este momento de su liderazgo y en el “cabo de Hornos” de la legislatura, en el que esgrime como un gran valor no sujeto a presiones de ningún tipo que el PP no es “ni un apósito ni una muleta” de nadie. Y en ese axioma introduce en primer lugar a los “intentos de enjuagues y blanqueamientos” que atribuye al presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, ahora con problemas para sacar adelante algunos proyectos con sus socios de investidura, pero también a Vox, a Ciudadanos -a los que da por amortizados tras la ruptura en Castilla y León- y a la patronal CEOE, por acordar con el Ejecutivo y los sindicatos la reforma laboral. “Cada uno es responsable de sus decisiones, que nos dejen en paz”, clamó este miércoles Casado cuando se le preguntó por ese nuevo distanciamiento con los responsables de la cúpula del empresariado español.

Casado lleva varias semanas haciendo en casi todas sus comparecencias su particular y catastrófico balance de 2021. La gestión del Gobierno de Sánchez la ha catalogado este miércoles como “nefasta” por culpa de “la arrogancia, incompetencia y las mentiras” de un presidente que según su criterio ha llevado a España a las peores posiciones en la respuesta a la pandemia del mundo y con el equipo de ministros “más radical” del entorno democrático. El líder de la oposición hizo ese contraanálisis total al que Sánchez realizó desde La Moncloa en una larga comparecencia telemática en la que respondió a todas las preguntas de los periodistas, para resaltar ahí también su distancia con respecto al dirigente del PSOE.

Antes de las preguntas, Casado volvió a restregar sobre Sánchez a las 120.000 víctimas que él estima que ha causado el coronavirus. Y luego enumeró una larga lista de “estragos sociales” que sumaron al final hasta 19 millones de españoles que viven y sufren los achaques de las políticas de este Gobierno: cuatro millones de desempleados; seis que están en la pobreza; un millón en las colas del hambre; otro de familias con todos sus miembros en el paro y siete más de pensionistas que van a perder capacidad adquisitiva.

Ese panorama lo contrapuso Casado a su programa, con promesas de leyes, reformas y contrarreformas a todo lo efectuado estos dos años por el Ejecutivo de coalición del PSOE y Unidas Podemos. “La situación es mala, pero hay esperanza de futuro”, reseñó el presidente popular, y mencionó que “el ciclo del cambio a favor de la alternativa firme y responsable del PP es imparable”, según las encuestas.

Los periodistas empezaron por preguntar a Casado por la peculiar circunstancia política que se observa por ejemplo en el Ayuntamiento de Madrid, donde el alcalde y portavoz nacional del PP ha roto con Vox y ha sacado los presupuestos de la capital gracias a tres fugados del partido que encabezó Manuela Carmena. Casado defendió que el PP es un partido “transversal, moderado y centrado, fiel a sus principios, que sabe pactar a su izquierda y a su derecha”. Los “pactos ocultos” se los achacó a Sánchez con ERC y Bildu y acto seguido recordó las innumerables ocasiones en las que cree haber ofrecido acuerdos de Estado al líder del PSOE en estos años sin ningún éxito, pero siempre con sus condiciones irrenunciables, como ha sucedido con la frustrada negociación para renovar el Poder Judicial. También le reprochó al presidente que no le llame ni le convoque hace meses, en contra de lo que hacía Mariano Rajoy con Alfredo Pérez Rubalcaba.

Casado no quiso decir nada sobre los problemas orgánicos internos que mantiene con la popular Isabel Díaz Ayuso. Aseguró que esos temas no le interesan a la gente. Argumentó que no tiene por qué llamar a Inés Arrimadas para hablar de nada y emplazó a Ciudadanos a que se pregunte por qué está en vías de desaparición.

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Uno de los alejamientos que mostró más claramente fue el que parece agravarse con la CEOE por la reforma laboral. Sobre el presidente de la patronal, Antonio Garamendi, precisó que le respeta en lo “personal y profesional”, indicó que nunca le ha dicho qué tiene que hacer y remachó: “Ningún pacto sectorial puede sustituir a la legítima representación de los ciudadanos en el Parlamento”. Luego explicó que no se le puede pedir a un partido en la oposición “que enmiende su propia legislación” y presumió de su responsabilidad y autonomía para tomar sus decisiones. Aclaró que esas posturas se las había explicado a Garamendi, así como que su modelo alternativo es la llamada mochila austriaca y la reforma que impulsó en 2012 la entonces ministra de Trabajo de Rajoy, Fátima Báñez, ahora vicepresidenta de la CEOE y que ha validado el pacto actual. Casado concluyó: “Yo no tengo que avalar ni blanquear los errores y caprichos de Sánchez, a mí no me engaña más y el que quiera es su problema”.

Ciudadanos carga a la vez contra el Gobierno y la oposición de PP y Vox en su balance del año

“Este año, mientras los españoles han dado ejemplo, nuestro Gobierno y algunos partidos han dado vergüenza”. Así ha comenzado este miércoles Inés Arrimadas, líder de Ciudadanos, su evaluación del año 2021, en la que ha arremetido contra la gestión del Gobierno y las “cesiones” a los partidos nacionalistas. También ha resaltado la defensa de la ideología “liberal y de centro” que ha hecho el partido y ha lamentado que los “únicos acuerdos” alcanzados por el Ejecutivo hayan sido repartirse “carguitos” de Radio Televisión Española y del Tribunal Constitucional entre el Partido Socialista y el Partido Popular.

A pocos días de que acabe el año, la líder del partido ha destacado el “ejemplo” que han dado los ciudadanos españoles con la vacunación y ha alabado su “responsabilidad individual” frente a la pandemia. Arrimadas ha puesto el foco en “los socios nacionalistas” del Gobierno: “El procés”, el “acercamiento de presos de ETA”, el traspaso de las competencias de las cárceles al “nacionalismo vasco” y el “abandono del constitucionalismo” en Cataluña y País Vasco han liderado su resumen de los últimos 12 meses.

Arrimadas ha criticado que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2022 no han servido para “aumentar las ayudas a las familias con ELA” ni para “reforzar la atención primaria” sino “para aumentar el “dinerito” que se van a llevar algunos partidos nacionalistas para seguir con su procés identitario”. La presidenta de Ciudadanos ha apuntado que, “gracias al PP”, se aprobó una partida de un millón y medio de euros destinados a la “promoción” de lenguas minoritarias en los PGE. También ha resaltado las 500 enmiendas que Ciudadanos ha presentado a las cuentas del Gobierno aprobadas este martes mientras “Vox no ha propuesto ni una”. / Iker Vega

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Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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