Pablo Casado se reconcilia con la CEOE y se alinea con los empresarios en la defensa de la reforma laboral
El presidente del PP defiende con la patronal que se mantenga la norma vigente y asegura que irá “hasta el final” para que se haga público lo firmado con Bruselas
El pasado junio, el líder de la patronal, Antonio Garamendi, terminó entre lágrimas en una asamblea de la CEOE tras una semana de linchamiento público por su posición a favor de los indultos a los líderes del procés si daban estabilidad. En aquel momento, la posición sobre la medida de gracia abrió una grieta en la relación entre la patronal y el principal partido conservador, el PP, que casi nunca habían tenido discrepancias de calado. El presidente de la formación conservadora, Pablo Casado, defendió su rechazo a los indultos frente a los empresarios y llegó a expresar algo así como que se metieran en sus asuntos. “Con todos los respetos a la Conferencia Episcopal, a la patronal y a los sindicatos, las decisiones se toman en el Congreso de los Diputados, que es la representación de todos los españoles”, dijo entonces Casado. Cuatro meses después, esas grietas parecen haberse cerrado y Casado vuelve a exhibir sintonía con la patronal. Este miércoles, el líder popular ha asistido como invitado a un desayuno informativo de Garamendi y se ha alineado con los empresarios en la defensa de la reforma laboral que el Gobierno quiere derogar.
Casado se ha dejado ver charlando con Garamendi codo a codo en la mesa del desayuno informativo, en una imagen buscada, y a su llegada al acto se ha pronunciado en línea con la patronal ante el intenso debate en el seno del Gobierno sobre hasta dónde llevar la derogación de la reforma laboral de 2012. “Necesitamos estabilidad, certidumbre. España lo está pasando muy mal, necesitamos que se cree empleo y eso solo se puede hacer manteniendo la reforma laboral que ya creó tres millones de puestos de trabajo”, ha defendido el líder popular. No obstante, la posición de la CEOE es algo menos rígida porque no se cierra en banda a cualquier reforma sobre la norma vigente y está sentada a la mesa con el Gobierno y los sindicatos. Garamendi se ha posicionado este miércoles junto al reclamo de reducir la temporalidad, aunque sí ha mostrado su rechazo a la propuesta presentada por Gobierno y sindicatos acerca de delimitar en un 15% el número máximo de contratos eventuales dentro de una empresa.
El líder del PP también ha insistido en la idea de que su partido “irá hasta el final” en Europa para tratar de que no se derogue la reforma laboral. Al ser preguntado este miércoles por los periodistas sobre de qué forma pretende actuar en Bruselas, Casado ha acotado los términos de su iniciativa y ha asegurado que va a “exigir que el acuerdo que Sánchez ha firmado con Europa se haga público”. “Porque Sánchez está ocultando lo que ha firmado a todos los españoles y es algo que no se puede aceptar”. El texto que el Gobierno envió a Bruselas con su propuesta es público, aunque después hay negociaciones discretas por cada punto, como es habitual con todos los Estados miembros y ha ocurrido igual con los gobiernos anteriores.
Casado está priorizando los encuentros con empresarios aprovechando que se ha enfriado la relación de estos con el Gobierno de coalición por la reforma laboral. El lunes participó en un acto del Instituto de Empresa Familiar en el que se opuso a la subida del salario mínimo y habló de eliminar las “barreras sindicales” en las compañías con el objetivo de “incentivar que las empresas crezcan”. Sus declaraciones indignaron a los sindicatos y el líder de CC OO, Unai Sordo, preguntó a través de las redes sociales al líder popular a qué se refería con la supresión de esas llamadas “barreras sindicales”.
La imagen este miércoles con Garamendi lanzaba ese mensaje de reconciliación del líder de la derecha con la patronal, aunque el jefe de la CEOE le ha lanzado una llamada de atención ―sin citarle― sobre sus declaraciones catastrofistas sobre la situación económica de España. Casado sostuvo en una entrevista en El Mundo a mediados de octubre que “España se encamina a la quiebra” y el líder de los empresarios ha defendido hoy ante la mirada del jefe de la oposición que rechaza “la radicalidad” en la descripción de la situación económica. “No podemos decir que esto va como un cohete, ni que va fatal. Estamos creciendo a un buen ritmo, se está recuperando empleo, pero lo que nos preocupa es que a la hora de trabajar lo hagamos con rigor y ortodoxia económica. Si lo hacemos bien ahora, iremos para arriba, pero si no, tendremos un problema en 2023″, ha advertido. “Hay que ser optimistas, pero alertando de que no nos lo creamos”, ha considerado Garamendi. Hay reconciliación, pero persisten distintos puntos de vista.
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