Robles pide perdón a las familias de los caídos en Afganistán por el abandono de las autoridades
Defensa rinde homenaje a los más de 100 fallecidos en casi 20 años de campaña en el país asiático
La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha pedido este lunes “perdón” a los familiares de los militares españoles muertos en Afganistán que se sintieran “abandonados” por las autoridades cuando se produjo la pérdida de sus seres queridos. “El cariño está y [también] el respeto y orgullo de ser compatriotas de ellos”, ha subrayado.
Robles ha pronunciado estas palabras en el homenaje rendido en la Escuela de Guerra del Ejército a los 102 fallecidos en la misión española en Afganistán: 96 militares, dos guardias civiles, dos policías y dos intérpretes.
Aunque la ministra no se ha referido a ningún caso concreto, entre los asistentes se encontraban parientes de los 62 fallecidos en el accidente del Yak-42, en mayo de 2003, cuyos cadáveres fueron enterrados a toda prisa por orden del Gobierno de José María Aznar. Ello obligó a exhumarlos e inhumarlos de nuevo en un largo y doloroso proceso que acabó con el indulto del PP a los dos forenses militares condenados por falsificar 30 identificaciones.
El 13 de mayo regresaron los últimos 26 militares españoles de Afganistán, y se puso así fin a una misión que duró 19 años, tres meses y 20 días. Robles decidió entonces posponer el homenaje, que se ha celebrado finalmente este lunes, con presencia de familiares, aunque limitada a causa de las restricciones por la pandemia. En nombre de todos ellos ha hablado Aránzazu Magro, viuda del capitán Javier González, fallecido en el siniestro de un helicóptero Cougar en 2005, quien ha asegurado, parafraseado el poema a los caídos, que sus familiares “no quisieron vivir de otra manera” más que como militares que fueron.
El momento más emotivo del acto se ha producido cuando los familiares han ido depositando una rosa al pie de un monolito mientras se leía el nombre de los fallecidos. Francisco Cardona, padre de una de las víctimas del Yakovlev, que peleó en su día por aclarar las circunstancias que rodearon la muerte de su hijo, ha sufrido una bajada de tensión y se ha tenido que acercar en una silla ruedas empujada por la ministra de Defensa. Al homenaje ha asistido el embajador de Afganistán en España, Humayoor Hasaw.
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