“España es Europa”, subraya el Rey en plena crisis diplomática con Marruecos

En su primer discurso desde que estalló la crisis diplomática desatada por Marruecos con la entrada de miles de inmigrantes irregulares a Ceuta, el Rey ha puesto el acento este jueves en la condición europea de España. “España es Europa y Europa es parte indisoluble de nuestra identidad”, ha dicho Felipe VI, en la entrega de despachos a la 72ª promoción de la Escuela Diplomática.

“Somos miembros de una misma realidad histórica, cultural y geográfica y socios de un mismo proyecto de integración”, ha insistido, para a continuación caracterizar el proyecto europeo por su identificación con “los principios del derecho internacional y los valores de la cooperación y la solidaridad”.

El Rey ha dado “la bienvenida al Estado” a los 35 nuevos secretarios de embajada (20 hombres y 15 mujeres) de la llamada promoción de la covid, que han tenido que recibir su formación en plena crisis sanitaria, “en las condiciones más duras y extrañas”, según sus palabras. Precisamente, las restricciones impuestas por la pandemia han impedido que pudieran asistir a la entrega de despachos los familiares de los nuevos secretarios de embajada, como es habitual.

Felipe VI les ha recordado que la primera obligación de un diplomático es “servir a su país, así como a sus compatriotas en el exterior”, mientras que la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, les ha instado a dar “una respuesta solidaria, constructiva, multilateral y siempre [en pro] de la estabilidad y la paz” ante los “desafíos complejos” a los que se enfrenta a España.

Ni el Rey ni la ministra han hecho ninguna alusión al conflicto diplomático con Marruecos ni a la posibilidad de que el jefe del Estado pudiera hacer una gestión para suavizar la tensión entre los dos países, aprovechando la relación entre ambas casas reales. En declaraciones a Antena 3, el secretario general del PP, Teodoro García Egea, ha criticado de antemano esa hipotética mediación, asegurando que recurrir al Rey “significa que no hay nadie en el Gobierno capaz de tener una interlocución con Marruecos para poder resolver este problema”.