La Policía detiene al Piojo en Madrid
Jonathan Moñiz se fugó en diciembre de la prisión de Valdemoro
Uno de los hombres más buscados de España, Jonathan Moñiz, conocido alunicero bautizado como El Piojo, iba esta noche de lunes en un coche robado por una calle de Aluche, a eso de las nueve. “Muy tapado, pero reconocible, en un Alfa Romeo que él mismo había sustraído”, detallan fuentes de la investigación. Fugado de la cárcel de Valdemoro desde el pasado 5 de diciembre, cuando protagonizó junto a su hermano Miguel Ángel una huida de película, El Piojo ha sido fiel a su tradicional manera de actuar: “Se resistió mucho, provocó una persecución y chocó con varios vehículos policiales antes de que lo detuvieran los agentes de la Brigada de Policía Judicial”, señalan fuentes policiales, que han confirmado la detención, adelantada por Efe. El hermano continúa huido.
Cinco agentes de la policía judicial resultaron heridos en su desesperado intento de huida: “Embistió a dos vehículos policiales camuflados que trataron de cortarle el paso y salió corriendo por la ventana del coche que conducía”, relatan fuentes de la investigación. Contusiones múltiples, un esguince cervical, un labio roto que requirió algunos puntos de sutura, son las lesiones sufridas por los agentes, que finalmente atraparon una vez más al alunicero a la carrera.
Los dispositivos conjuntos de Policía Nacional y Guardia Civil que acechaban a los hermanos fugados desde el mismo día de su escapada han mantenido vigiladas durante todo este tiempo las zonas en las que creían que podían ocultarse. “Han estado juntos tras la fuga, aunque no constantemente”, señalan fuentes de la investigación, que añaden que sabían que no habían logrado salir fuera de España. Los investigadores atribuyen a “un error de calculo” del Piojo el hecho de que se arriesgara a salir en un vehículo robado una hora antes del toque de queda impuesto por la pandemia del coronavirus.
El Piojo y su hermano se fugaron de la prisión de Valdemoro, donde cumplían condena, con un meditado y minucioso plan que les llevó ese día al almacén de la planta baja del centro penitenciario, donde se guardan las maletas con las pertenencias de los presos, al parecer con una llave que habían fabricado ellos mismos. No obstante, la Dirección General de Instituciones Penitenciarias y el Ministerio del Interior mantienen abierta una investigación para dilucidar si contaron con la ayuda de alguno de los funcionarios de esa prisión, de la que nadie había escapado en sus 40 años de historia.
Atracos a concesionarios, joyerías, empresas de teléfonos o de televisores… El Piojo lleva toda la vida pegado al acelerador, dando palos y huyendo. Ha actuado por toda España: Madrid, Toledo, Córdoba, Murcia... Ha sido detenido 25 veces por la Policía Nacional y otras tantas por la Guardia Civil, aunque “apenas ha estado cuatro años entrando y saliendo de prisión”, aseguran fuentes policiales.
Nacido en agosto de 1989, El Piojo se crio junto a sus siete hermanos en una chabola del antiguo poblado de El Ventorro de la Puñalá, en Villaverde (Madrid). Es un viejo conocido de las fuerzas de seguridad, que le definen como un delincuente escurridizo. La última vez que le pusieron las esposas fue en noviembre de 2018. Los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Toledo le detuvieron precisamente volviendo al chalé de su hermano Miguel Ángel en Ontígola (Toledo), una suerte de cuartel general, con medio millón de euros en joyas robadas. También había sustraído coches de alta gama por ese montante. Tras horas peinando la zona, los agentes dieron con él en el hueco de una alcantarilla de una parcela cubierta de maleza.
Por eso, tanto él como su hermano llevaban dos años entre rejas cuando protagonizaron la espectacular fuga: consiguieron las llave del almacén de maletas de la prisión, serraron los oxidados barrotes de la ventana durante varios días, se descolgaron con sábanas anudadas, franquearon la valla perimetral y finalmente sortearon un muro de casi ocho metros coronado con una concertina de cuchillas. Un tercer compinche fue apresado, pero los dos hermanos se esfumaron en segundos. Presuntamente, alguien les esperaba fuera para continuar su huida, que se ha prolongado en el caso del Piojo hasta este lunes, cuando fue conducido hasta la comandancia de la Guardia Civil de Tres Cantos.
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