La Armada recuerda a Vox que sus buques deben rescatar a las pateras, no bloquearlas

“Si cualquier barco de guerra de España se encuentra con una patera en una situación donde la vida de los que están en ella corre peligro, su obligación de todo tipo, legal y moral, es rescatarlos. Y es lo que haría”. Ej jefe del Estado Mayor de la Armada, el almirante Teodoro López Calderón, no ha querido entrar en polémica con Vox, que ha pedido un “bloqueo naval” de Canarias para impedir la llegada de inmigrantes irregulares, pero ha recordado que el bloqueo (que supone impedir el paso de buques) es una medida hostil que se aplica a un tercer país, “no se la aplica uno a sí mismo”.

El despliegue de buques de guerra en el límite de las aguas territoriales de Canarias (12 millas), como ha pedido Vox, no serviría para frenar la llegada de pateras, sino para agilizar el rescate de sus ocupantes. Es lo que sucedió en 2006, durante la anterior crisis migratoria, cuando la Armada desplegó la Operación Noble Centinela, que avisaba a Salvamento Marítimo de la llegada de embarcaciones con inmigrantes. Esta vez, ha explicado el almirante, no ha sido necesario porque la sociedad pública, dependiente del Ministerio de Transportes, cuenta con mejores medios que entonces.

El jefe de la Armada ha asegurado no tener ningún dato que avale la teoría de que los inmigrantes irregulares son acercados a Canarias por buques nodriza que sueltan las pateras a poca distancia de la costa y ha descartado que los buques de guerra pudieran repatriar a los rescatados en alta mar sin un acuerdo previo de los países de origen.

En realidad, el almirante se ha limitado a recordar las obligaciones impuestas a los marinos por el derecho marítimo. Lo sorprendente es que Vox las ignore, a pesar de contar con varios generales en sus filas.

En un encuentro con periodistas, López Calderón ha explicado que, desde 2008, la Armada solo ha recibido el 70% del presupuesto “mínimo imprescindible, ni siquiera el adecuado” para el sostenimiento de la flota. Esta situación, unida a la paralización de la construcción de nuevos buques durante casi una década, ha llevado a que la Armada haya perdido una veintena de barcos (se han dado de baja 27 por solo ocho nuevos) y que su edad media haya pasado de 21 a 27 años desde 2010. La vida útil de un buque se estima entre 30 y 35 años.

De mantenerse esta situación, ha concluido el almirante, la Armada está abocada a “perder capacidades” y no poder mantener el despliegue que mantiene a fecha de hoy: 20 buques y 1.643 marineros navegando.

El Consejo de Ministros aprobó el martes un acuerdo con el astillero público Navantia para reparar el cazaminas Turia, que encalló el 27 de agosto de 2019 frente a La Manga del Mar Menor, mientras participaba en las tareas de búsqueda del avión C-101 accidentado en el que falleció el comandante Francisco Marín Núñez. La reparación costará 20 millones de euros.