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Las andanzas del decimotercer moroso de la lista de Hacienda con la justicia

El constructor Manuel Gavira logra que la Audiencia de Madrid le sustituya 40 meses de cárcel por servicios en favor de la comunidad

El constructor Manuel Gavira, en una entrevista en Hispanoamérica TV. En vídeo, parte de sus declaraciones sobre el proyecto inmobiliario 'La nueva gran ciudad' en 2013.

El promotor inmobiliario Manuel Gavira (el decimotercer mayor moroso, con 70 millones de deuda, de la lista de Hacienda de 2019) ha logrado eludir la cárcel. Los 40 meses de prisión que le ha impuesto el Tribunal Supremo han sido sustituidos por la Audiencia de Madrid por tres años de trabajos en favor de la comunidad. Es decir, se libra de la cárcel. Gavira, que vive en uno de los más lujosos chalés de la elitista urbanización gaditana de Sotogrande, vecino con el Club de Golf, acumula desde hace años un reguero de pleitos y víctimas de promociones inmobiliarias fallidas: cientos de familias que le entregaron sus ahorros para comprar casas que nunca llegó a levantar, o bien que las empezó y luego las dejó empantanadas.

Las víctimas de Gavira, repartidas por media España, están que trinan. Y es que llevan años de pleitos frustrados contra él y creían que al fin acabaría en la cárcel. Y no ya por sus causas judiciales concretas, muchas de ellas aún en trámite, sino por una tentativa continuada de estafa contra Hacienda, de la que se han derivado los citados 40 meses de prisión. Pero recurso tras recurso contra la orden de prisión firme que recaía sobre él, Gavira ha conseguido in extremis que el mismo tribunal que se había negado en dos ocasiones a suspenderle la pena, cambie de criterio y le permita ahora purgar la pena con trabajos sociales.

Gavira, de 73 años, es uno de los grandes promotores de viviendas del Sur de España, con incursiones en otras comunidades y en países extranjeros como Ecuador. La nueva gran ciudad que prometió en Guayaquil, con escuelas, hospitales y zonas recreativas y de ocio, se ha quedado en un espejismo. De las 500 viviendas que constituían la primera fase de esa gran urbe, apenas hay en pie un centenar; y en malas condiciones. Muchos damnificados de Gavira son migrantes ecuatorianos en España, Italia y Estados Unidos a los que sacó sus ahorros tras prometerles sobre un plano viviendas de ensueño en una hipotética Nueva Gran Ciudad que iba a levantar en Guayaquil (Ecuador) con 12.500 casas, al estilo de la que diseñó en Seseña el fallecido Francisco Hernando, El pocero, allí donde muere Madrid con la provincia de Toledo.

Hacienda y los bancos le han embargado casi todo su patrimonio visible. En 2015, se convirtió en el noveno moroso en importancia de la lista de Hacienda que durante varios años ha capitaneado el exbanquero Mario Conde. Ahora ha descendido al puesto número 13. Detrás de él hay otros 4.000 deudores fiscales en España. “Tengo un certificado de Hacienda que acredita que ahora solo debo 43,6 millones, y no los 70 de entonces, por lo que bajaré muchísimo en la siguiente lista, aunque yo lo que quiero es salir de ahí: todo se debe a que he tenido que afrontar las últimas dos grandes crisis de este país, y muchas personas que iban a comprarme casas, luego se arrepintieron”, asegura a EL PAÍS.

Este promotor inmobiliario revela que su voluntad es “pagar todas sus deudas”. Pero para ello confía en que Hacienda y el Gobierno le den un “oxígeno económico” que le permita implementar un nuevo proyecto consistente en levantar “10.000 viviendas sociales” en terrenos que asegura posee en Andalucía. “Tengo terrenos, pero necesito financiación para desarrollar ese proyecto, con el que crearía así 30.000 puestos de trabajo y luego, tras vender las casas, sacaría 600 millones para pagarlo todo”, señala. Los damnificados no se creen nada, ni siquiera que disponga de terrenos, y exigen que les devuelvan ya las señales de 10.000 euros de media que abonaron antes de que incumpliera todos los plazos previstos de ejecución de las obras.

Manuel Gavira, rodeado con un circulo, en un acto de Franco con ediles del Campo Gibraltar.
Manuel Gavira, rodeado con un circulo, en un acto de Franco con ediles del Campo Gibraltar.

Reconoce Gavira que la Audiencia de Madrid le ha sustituido hace solo unos días la pena de 40 meses que le impuso el Supremo por trabajos en beneficio de la comunidad (la suspensión será firme el próximo miércoles salvo que las partes presenten un recurso). Matiza que esta condena no tiene que ver con lo de Guayaquil sino con problemas surgidos a raíz de otras promociones de casas en el sur de España. La justicia de Ecuador también le tiene en su diana, y hay contra él otras causas pendientes en distintas comunidades. Para su gran ciudad de Guayaquil obtuvo un crédito de nueve millones de dólares de un banco semipúblico de Ecuador.

Afirma que ha devuelto ese dinero, pero reconoce que no lo ha hecho con las arras que le entregaron cientos de ecuatorianos en España y otros países que deseaban tener una segunda vivienda en su país natal. “El problema es que el banco de Ecuador no dio los préstamos prometidos y muchos compradores de casas dijeron de golpe que ya no querían las viviendas y que se les devolviese el dinero anticipado”, afirma. “En Ecuador tengo terrenos ahora para hacer 5.000 casas, pero necesito financiación; le he escrito a la ministra de Hacienda Nadia Calviño para que me ayude, y el lunes tengo una cita con Hacienda en Sevilla”, adelanta.

Nuevo proyecto de 10.000 casas

Gavira cree tener la solución a todos sus problemas: señala que está en contacto con un financiero británico para conseguir los dos millones de euros con los que, según él, remataría sin problemas las 500 viviendas de Guayaquil y levantaría las otras 10.000 que proyecta ahora en España. “El problema es que el banco de Ecuador no dio los préstamos prometidos y muchos compradores de casas dijeron de golpe que ya no querían las viviendas y que se le devolviera el dinero anticipado”, afirma. En Ecuador tengo terrenos para hacer 5.000 casas, pero, señala, “necesito financiación; le he escrito a la ministra de Hacienda Nadia Calviño para que me ayude, porque mi intención es pagarlo todo”, afirma.

Entre las víctimas ha caído como un jarro de agua fría que haya logrado esquivar la cárcel en su tema con Hacienda. “Después de tanto sufrimiento, otra vez se va de rositas. Es una persona muy influyente en la zona del Campo de Gibraltar, y seguro que acude a cualquier conocido suyo para ni siquiera cumplir ese servicio social, no es justo”, señala un afectado, que pide anonimato.

Tenía que haber ingresado en prisión en octubre pasado, cuando la Audiencia de Madrid, a instancias de la Abogacía del Estado en nombre de Hacienda, le requirió para que acudiese voluntariamente a la cárcel, pero él comenzó a dilatar la orden a base de recursos. Alegó, entre otras dolencias, que sufría apnea del sueño. El forense dictaminó, sin embargo, que esa enfermedad no era un impedimento para cumplir la pena carcelaria. Aun así, finalmente ha logrado que le sustituyan esa pena por otra de tres años de servicios sociales.

Ha tenido suerte: el juez que llevaba su caso en la Audiencia de Madrid y que le denegó dos veces el cambalache de penas, ha sido sustituido por otro y este último sí le ha cambiado los 40 meses por servicios a la comunidad. El Supremo le elevó a 40 meses de cárcel los dos años que le impuso la Audiencia de Madrid en primera instancia al entender que “simuló transmisiones de derechos y bienes inmuebles entre sociedades de su propiedad con la finalidad de generar unas devoluciones respecto del impuesto de IVA no pagado”. Cuando Hacienda detectó el fraude de 17 millones, le llevó a los tribunales de Madrid.

Asociación de afectados

Su firma principal, Promaga, SA, está radicada en La Línea de la Concepción, Cádiz, aunque ha tenido oficinas en Málaga, Murcia, Londres, Génova, Milán, Ginebra y Nueva York. Parte de los afectados de Murcia, Barcelona, Bilbao y Madrid ha constituido una asociación para recuperar el dinero que le dieron (entre 6.000 y 40.000 euros) por las casas y locales de negocios que les prometió en Guayaquil. “Y algunas casas no están ni edificadas, solo está el terreno y vacío”, afirman fuentes de las víctimas. “Hay casos de familias que pagaron la totalidad de la vivienda y se han quedado sin dinero y sin casa, eran todos sus ahorros; y algunos pidieron préstamos que desde hace años siguen devolviendo al banco”.

Gavira ha sorteado desde 2008 decenas de causas penales reconvertidas luego en procedimientos civiles donde le piden daños y perjuicios. La causa penal que no pudo sortear es la que le abrió la Agencia Tributaria al ahora su decimotercer moroso por intento de estafa continuada en el IVA. Pero de nuevo, ante el enfado de sus víctimas, también parece haberse escabullido de las rejas.


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