Probamos los mejores collares antiladridos para perros

El ladrido de los perros se puede producir por muchas causas: llamada de atención, hambre, aburrimiento, ansiedad, territorialidad…

Y aunque es algo innato en las mascotas, es cierto que hay canes que no paran de ladrar, ya sea en casa o en la calle, y esto es algo que provoca frustración en sus dueños.

Un método que puede servir para corregir esa conducta es utilizar los collares antiladridos que, mediante una pequeña vibración o un sonido en su garganta, les enseñan a no ladrar cuando realmente no es necesario.

Los siguientes collares antiladridos resultan ideales para adiestrar a los perros de una forma inocua y efectiva.

Ajustable: Beoankit

Para quién es: para los que buscan un collar sencillo.

Por qué lo recomendamos: disponible en dos colores, este collar antiladridos tiene tres modos de adiestramiento: sonido, vibración y fuerte vibración.

Y cada uno de ellos se puede ajustar a cualquiera de los ocho niveles de sensibilidad para que el perro note un sonido o una vibración.

Es ajustable (desde los 4 hasta los 62 centímetros) por lo que sirve para perros de todos los tamaños. En la pantalla LED incorporada aparece el modo, la intensidad y el estado de la batería por lo que es muy fácil de manipular.

La primera vez que se lo puse a mi perro fue toda una sorpresa ya que iba bastante cómodo y aunque no suele ladrar en casa, en la calle sí lo hace.

En primer lugar, probé el modo sonido y vibración y en niveles de sensibilidad muy suaves (de 1 a 4), y resultó efectivo. El perro notaba una pequeña vibración en el cuello nada molesta que, aunque no hacía que dejara de ladrar, lo hacía con menor intensidad.

Con el paso de los días, ya no ladraba tanto por la calle e, incluso, parecía que iba más calmado. Este modelo también tiene un modo automático con el que se desactiva cuando funciona seis veces en un solo minuto, dejando otros dos minutos de descanso al animal.

Durante las pruebas, nunca he tenido que ponerlo a la máxima intensidad, además de contar con un sistema anti-interferencias para evitar que se active si identifica ladridos de otros perros.

Es resistente al agua (IP67) y en cuanto a la batería se carga por completo a través de USB en unas tres horas. Dependiendo del uso dura más o menos días, pero el promedio son unos 20 días.

Sus puntos débiles: aunque es ajustable es importante adaptarlo bien al cuello del animal, para que no le ‘baile’ ni se sienta incómodo.

Resistente al agua: Meloive

Para quién es: para aquellos que quieren comodidad.

Por qué lo recomendamos: este modelo es similar al analizado en primer lugar, no obstante, y aunque también cuenta con sonido y vibraciones, tiene un modo ‘eficiente’ (que se combina con los otros dos): se trata de una pequeña descarga para ladridos muy persistentes, aunque en mi caso no lo utilicé.

Lo probé sin colocárselo en el cuello al animal y aunque es una descarga muy suave, podría asustar a los animales más miedosos.

También es ajustable (de los 4 hasta los 62 centímetros) y dispone de una goma protectora en la parte de atrás para evitar molestias. La banda es reflectante y muy cómoda.

Con tres modos de adiestramiento, yo hice uso del modo sonido y del modo sonido más vibración en niveles bajos (tiene un máximo de 8).

En este caso la combinación del sonido y la vibración me pareció bastante efectiva: mi perro no ladraba tanto por la calle y también iba más tranquilo cuando veía que otro perro o persona se le acercaba.

Ofrece protección anti-interferencia para ladridos de otros perros y también deja de funcionar durante dos minutos cuando se activa siete veces en cuestión de un minuto.

En la pequeña pantalla se muestra el modo, el nivel de intensidad y el estado de la batería, que tiene bastante autonomía y se carga por USB (incluye cable de carga).

Sus puntos débiles: con el modo ‘persistente’ (la pequeña descarga) hay que tener cuidado porque puede asustar al animal.

Con luz nocturna: Nakosite PET2433

Para quién es: para perros ‘poco ladradores’.

Por qué lo recomendamos: este modelo no cuenta con pantalla ni tampoco se puede elegir el modo o la intensidad, por lo que funciona de manera automática: a través de un sensor, el aparato identifica el ladrido del animal activando un sonido y una vibración que va aumentando su intensidad si el can sigue ladrando.

Tiene hasta siete niveles de sensibilidad. Ajustable al cuello del perro hasta los 68 centímetros, los primeros días no noté mucha diferencia ya que seguía ladrando cuando se le acercaba otro perro o una persona.

No obstante, y como el collar es bastante ‘insistente’ con los sonidos y las vibraciones llegando incluso al máximo de intensidad, hubo un momento que noté un cambio de actitud, lo que provocó una mayor tranquilidad del perro dejando incluso de ladrar de forma continuada.

En general, es una vibración bastante suave y nada molesta para el animal: funciona como un aviso al que tiene que prestar atención. También es cierto que con este collar ladra más que con otros, pero resulta efectivo la mayor parte del tiempo.

Incluye unas gomas protectoras para las clavijas del collar (para perros de pelo corto y largo) y funciona con una pila de 6V, que me duró todos los días de prueba ya que solo lo utilizaba para salir a la calle.

Otro punto destacable es que incluye una luz que se puede colgar del collar y que resulta muy práctica para sacarle por la noche y verle en la oscuridad.

Sus puntos débiles: para los perros más ladradores las vibraciones son bastante suaves y puede no ser del todo efectivo.

Con botonera: PetKing Premium

Para quién es: para los que quieren algo fácil de utilizar.

Por qué lo recomendamos: al igual que el modelo anterior, este tampoco incluye pantalla, aunque se puede manejar a través de una pequeña botonera que sirve para subir o bajar el nivel de intensidad (tiene siete niveles).

Los dos primeros son solo de sonido y el resto combina sonido y vibración. Si se llega al último nivel, el collar activa un modo de reposo durante 75 segundos. El collar llega a los 55 centímetros de ancho y la banda es reflectante.

Durante las pruebas con mi perro, he de decir que los dos primeros niveles no le hacían nada y seguía ladrando por la calle como si no lo llevara.

Es en los niveles intermedios (4-5) cuando la combinación de sonido y vibración hizo que el animal sí lo notara y cambiara su comportamiento.

Dejó de ladrar de manera tan continuada, aunque los ladridos no desaparecieron. Funciona con dos pequeñas pilas que durante los días que lo probé funcionaron sin problemas. También es resistente al agua y en general es un collar cómodo y ligero para los canes.

Sus puntos débiles: los primeros niveles apenas se notan.

Otros collares antiladridos interesantes

Si estás buscando uno con mando a distancia

Sevenstars incluye dos collares antiladridos que se pueden controlar a través de un mando a distancia con tres modos diferentes.

Si estás buscando uno económico

PcEoTllar cuesta menos de 20 euros y dispone de siete niveles de sensibilidad.

Cómo hemos elegido y probado los productos

Desde que era cachorro, mi perro (ahora tiene casi 14 años) ha sido muy ladrador en la calle, con otros perros o personas. Con el paso de los años, el ladrido se ha agravado llegando incluso a hacerlo a metros de distancia de otros perros.

Por ello, decidí probar los collares antiladridos, sobre todo para que no lo pasara tan mal cuando un perro se le acerca y tratar de evitar los continuos ladridos.

Después de probarlos durante un par de semanas, tendría en cuenta las siguientes características:

• Materiales y medidas: es importante que el collar sea cómodo y no pese mucho, que se sienta bien con el dispositivo puesto. El nylon es una buena opción, además de que en la mayoría de los casos la banda es reflectante. También resulta fundamental que se pueda ajustar al cuello del animal y que no le apriete ni le quede demasiado suelto.
• Modos y sensibilidad: lo mejor es ir poco a poco e ir combinando el sonido y la vibración. Yo no soy partidaria de las pequeñas descargas. También hay que estar atento y ver si al aumentar el nivel de intensidad de la vibración o sonido, el animal se encuentra bien y lo puede soportar sin problemas.

*Todos los precios de compra incluidos en este artículo están actualizados a 18 de marzo de 2024.

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