Bajar a las profundidades marinas para descubrir la riqueza del planeta
El brasileño Luiz Rocha ha comandado más de 70 expediciones submarinas. A unos 150 metros de profundidad, ha descubierto y catalogado más de 30 nuevas especies marinas. Su labor ha sido galardonada con el premio Rolex a la Iniciativa 2021.
La vida de Luiz Rocha siempre ha estado marcada por el mar, desde su infancia en Brasil. Con cinco años decidió ser biólogo, guiado por “una atracción por salir al océano y admirar la vida marina”, según sus propias palabras, y de adolescente comenzó a bucear. Así, se especializó en ictiología, la rama de la zoología dedicada al estudio de los peces, en la California Academy of Sciences. Su trabajo, sin embargo, no se iba a desarrollar únicamente en los laboratorios o las aulas. Rocha ha dedicado su trayectoria a descender a las profundidades marinas en distintas partes del mundo, en busca de aquellas especies aún no descubiertas. Hasta el momento, ha descubierto más de una treintena, una labor que le valió en 2021 ser uno de los laureados de los Premios Rolex a la Iniciativa.
Tras más de 70 expediciones submarinas, en las que ha superado las 6.000 horas de inmersión, Rocha ha centrado sus esfuerzos en una parte del océano Índico de una gran riqueza. En los arrecifes coralinos cercanos a las islas Maldivas, el científico ha estado estudiando en los últimos años los arrecifes coralinos de aguas profundas, un ecosistema en el que abundan las especias nunca antes catalogadas. Entre los 30 y los 150 metros de profundidad se encuentran los corales mesofóticos, entornos en los que los corales y las algas crean un entorno idóneo para la proliferación de especies marinas que pueden subsistir con una baja penetración de la luz solar.
Los arrecifes de coral suponen un elemento fundamental para casi el 25% de la totalidad de la vida marina. Proporcionan un entorno, alimento y condiciones para que distintas especies prosperen, la mayoría de ellas desconocidas para el ser humano debido a su difícil acceso. Rocha comenzó a interesarse en estos lugares no solo como una fuente de riqueza ictiológica, sino también como posible lugar para albergar a especies en peligro de extinción procedentes de arrecifes más superficiales, amenazadas por el calentamiento global.
“Como no sabemos nada sobre ellos, la mayoría de esos arrecifes profundos no están protegidos. Incluso en lugares como las Maldivas, muchos de sus arrecifes profundos no tienen protección porque el gobierno, por lo general, ni siquiera sabe que están ahí”, explica Rocha. Con las autoridades locales ha establecido un método de colaboración que le permite hacer exploraciones submarinas como la completada en el atolón Rasdhoo, en la que descubrió ocho nuevas especies de peces. Para ello, Rocha y su equipo se enfrentan a unas complicadas expediciones, que requieren equipos respiratorios que mezclan gases que reciclan el gas exhalado por los buzos después de eliminar el dióxido de carbono, lo cual les permite descender a mayor profundidad. Una modalidad de buceo técnico al alcance de pocos científicos.
Las investigaciones realizadas por Luiz Rocha en Filipinas y Brasil están repercutiendo en el diseño y monitoreo de áreas marinas protegidas (AMP). Uno de sus objetivos es garantizar que los arrecifes coralinos de aguas profundas reciban la misma protección que los de aguas poco profundas. Para ello, cuenta con el apoyo de Rolex y sus Premios a la Iniciativa. “El proyecto encarna realmente ese espíritu de exploración, descubrimiento y conservación tan esencial para Rolex”, afirma Rocha.
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