Vídeo | Las cinco recomendaciones de Paco Nadal: la China menos turística
De Shangri La en las cumbres del Tíbet al festival de esculturas de hielo y nieve de Harbin, lugares para no conformarse con lo obvio del gigante asiático
China es uno de los destinos más sugerentes y misteriosos de Asia. Pero si decides ir al gigante asiático no te conformes con los destinos obvios. Más de 2.300 años de antigüedad, y unos 8.900 kilómetros que aún se conservan, convierten a la Gran Muralla china en la mayor obra de ingeniería del planeta y en uno de los monumentos más visitados del mundo.
Sin embargo, con más de 1.400 millones de habitantes y una extensión de más de nueve millones de kilómetros cuadrados, existen aún rincones, paisajes y ciudades que no salen en la gran mayoría de las guías turísticas y que garantizan completar un viaje con aventuras fuera de ruta. Para no perderse en esta inmensidad, aquí va una propuesta de cinco destinos diferentes que merece la pena, sin duda, descubrir.
El monasterio de Shangri La. Desde que el escritor británico James Hilton publicara en 1933 Horizontes perdidos, Shangri La es sinónimo de paraíso terrenal y ficticio. La soberbia panorámica del gran monasterio budista de Sumtsenling reflejado en el lago, con sus tejados de aleros curvos refulgentes como el oro, recortados en un cielo azul y límpido, merece la pena la ascensión por la sinuosa carretera que remonta un afluente del Yangtze en busca de las altiplanicies tibetanas, a 3.200 metros de altitud.
Las terrazas de arroz de Yuanyang. Simetrías perfectas en más de 11.000 hectáreas labradas a mano por la etnia hani, un pueblo llegado hace más de 1.300 años a las montañas Ailao del sur de Yunnan. Ellos son los responsables de esta maravilla. Un lugar imprescindible de la provincia más atípica y multiétnica de China.
Lijiang, la ciudad de Yunnan declarada patrimonio mundial. La china milenaria que todo viajero ha idealizado y una de las ciudades antiguas mejor conservadas del gigante asiático. La urbe, de más de 1.500 años de antigüedad, era un punto clave de la famosa ruta del té que conectaba con la India y el Tíbet. En 1997 entró en la lista de patrimonio mundial de la Unesco,
Las torres defensivas de Danba. Estas atalayas en un hermoso valle del Himalaya, en la provincia de Sichuan, empezaron a construirse 1.700 años antes de Cristo. Están ubicadas en la provincia china más tibetana. Viajar hasta allí es una aventura en la que se recorren pueblos milenarios, salpicados de monasterios budistas perdidos en paisajes de alta montaña con cimas nevadas de más de 6.000 metros de altitud.
El Festival Internacional de Esculturas de Hielo y Nieve de Harbin. Perdida en el norte de China, muy cerca de la frontera siberiana con Rusia, esta ciudad de 10 millones de habitantes es, además de capital de la histórica región de Manchuria, uno de los lugares más fríos del país. Y sus habitantes hicieron de necesidad, virtud: se aliaron con el frío para convertirlo en recurso turístico y desde 1963 celebran el Hā'ěrbīn Guójì Bīngxuě Jié, en castellano, el Festival Internacional de Esculturas de Hielo y Nieve. La celebración convierte a la urbe en una increíble metrópoli a tamaño real construida con bloques de hielo.
Puedes seguir a Paco Nadal también en Spotify, Instagram, YouTube y Twitter. Y escucharle todos los viernes, a las 19.40, con Carles Francino en ‘La Ventana’, de cadena SER.
Suscríbete aquí a la newsletter de El Viajero y encuentra inspiración para tus próximos viajes en nuestras cuentas de Facebook, Twitter e Instagram.