La octava maravilla del mundo está en Madrid (y visitarla en otoño es la novena)
El Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, a 45 minutos de Madrid, fue considerado uno de los monumentos más importantes del planeta. Para conocer esta joya de la sierra de Guadarrama en la que descansan varios reyes españoles, nada mejor que una escapada de tres días

Durante siglos, el Monasterio y Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial, a solo 45 minutos de Madrid, fue considerado la octava maravilla del mundo. No es un lugar cualquiera: aquí reposan los restos de dinastías de reyes españoles, y se trata de una joya arquitectónica que la Unesco considera Patrimonio Mundial, uno de los cinco enclaves de la Comunidad de Madrid que ostentan semejante honor. Visitarlo significa viajar en el tiempo. Y hacerlo en estos meses es una delicia para los sentidos, ya que permite gozar de la singular belleza de la gama de ocres que colorean los montes y bosques del entorno.

San Lorenzo de El Escorial es el lugar perfecto de la Comunidad de Madrid para hacer una escapada de dos días ⎯o mejor, tres⎯ para desconectar de la rutina. Un trayecto fácil desde la capital para descubrir, además del imponente monasterio, joya del Renacimiento español, su historia, los parajes y las leyendas que envuelven al lugar. En plena Sierra de Guadarrama, la zona invita a la práctica deportiva o, simplemente, a sumergirse en la relajación de un paisaje natural único en España.
Cultura y naturaleza más allá del monasterio
Construido en el siglo XVI bajo el mandato del rey Felipe II, El Escorial representa el símbolo de poder y la influencia del imperio que fue su monarquía. Se erigió como residencia real a los pies del majestuoso monte Abantos para conmemorar la victoria en la Batalla de San Quintín. Sus arquitectos, Juan Bautista de Toledo y Juan de Herrera, dejaron su impronta en forma de rigor geométrico y sobriedad, que se manifiesta con mayor claridad en la fachada del monasterio.

En la actualidad, el Real Sitio es un museo con una gran colección de arte en el Palacio de los Austrias y el Palacio de los Borbones, hogares de reliquias y de alguna que otra leyenda desconocida sobre las dos principales dinastías que han regido históricamente el Reino de España. Su biblioteca, con más de 40.000 volúmenes y frescos de Tibaldi en la bóveda; su basílica, con los mausoleos de Carlos I y Felipe II, y los panteones reales constituyen una visita obligatoria, sin olvidar las salas capitulares, donde cualquier viajero puede disfrutar de una pinacoteca con obras de Tiziano, Velázquez y Van Dyck.
Además de la obligada visita al monasterio, en San Lorenzo de El Escorial hay una gran oferta de exposiciones artísticas y culturales. Por ejemplo, actuaciones musicales, de teatro y danza en el Teatro Auditorio o en el Real Coliseo Carlos III. La proximidad de las fiestas navideñas invita a planear ya alguna escapada para contemplar el magnífico Belén Monumental, que cuenta con figuras realizadas artesanalmente a tamaño real y fue declarado Fiesta de Interés Turístico Regional.

Los parajes que rodean el municipio son un reclamo ideal para los amantes de la naturaleza. Los viajeros pueden visitar el corazón de la Sierra de Guadarrama, que esconde evocadores lugares de gran belleza como el Bosque de La Herrería o el Pinar de Abantos, todos visitables tanto en vehículo como a través de distintas rutas de senderismo. Mención especial para el mirador de la Silla Felipe II, donde se dice que el monarca más poderoso del mundo en su época acudía en busca de relajación mientras seguía las obras de la octava maravilla.
Es, además, un lugar donde se educa a los más jóvenes en el respeto por el medio ambiente: el Arboreto Luis Ceballos o el InsectPark se han convertido en centros de educación ambiental.
Carnes serranas... en el origen
La hostelería es, sin duda, otro de los grandes reclamos para ampliar la estancia en San Lorenzo de El Escorial. El municipio dispone de una gran oferta de restauración con locales como el restaurante Montia, con una estrella Michelin, además de una larga lista de reconocidos locales: Charolés, Vesta, Cava Alta, Valhalla Experience, La Rueda o La Herrería completan un plan ineludible para reponer fuerzas... y disfrutar de la gastronomía.

Es también un lugar donde degustar las mejores carnes de la Sierra de Guadarrama o dar rienda suelta a la pasión por la micología de la zona. Para los más golosos, destacan delicias de pastelería como las bizcotelas, que datan del siglo XVIII y fueron el dulce favorito del rey Felipe V.
Si el viajero desea disfrutar de la experiencia de San Lorenzo de El Escorial desde el punto de partida, uno de los medios de transporte más recomendados (y sostenibles) es el tren turístico de Felipe II, un vehículo tematizado de los años cuarenta que, en temporada, ofrece un trayecto en el que observar y disfrutar del bello paisaje de la Sierra de Guadarrama. Y sentir, con ello, que viaja como un rey.