Del desierto de Teruel al viejo hospital de Terrassa o la playa de Laxe, los icónicos (y desconocidos) escenarios de cine
Desde los escenarios áridos turolenses de la película española en la carrera a los Óscar, ‘Sirat’, a la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia que acogió el rodaje de la serie de ‘Star Wars’, las Academias de Cine de la península ibérica han añadido nuevos espacios a la lista de Lugares de Interés Cinematográficos (LIC)

En la próxima edición de los premios Óscar de la Academia de Hollywood, en marzo de 2026, es posible que ciertos paisajes de Teruel aparezcan en algún momento de la gala. La Rambla Barrachina, el espectacular paisaje desértico de los Cañones Rojos de Teruel, es un personaje más de Sirat, el filme de Oliver Laxe que representará a España en la carrera por el galardón a Mejor Película Internacional. Allí, en este asombroso lugar esculpido por la erosión, de paredes rojizas y formaciones rosas, que recuerda al Lejano Oeste, se rodó la principal escena, la de una rave, de este título que ya ganó el premio del Jurado en el último festival de Cannes. La Rambla Barrachina no es solo un paisaje que parece inhóspito y realmente bello, también transmite al espectador una aspereza emocional y física que viven los personajes de la película de Laxe.
Pero Teruel siempre fue tierra de cine, no solo por ser cuna de directores como Luis Buñuel o Segundo de Chomón, también porque ha sido escenario de numerosos rodajes, desde las Sierras de Gúdar y Albarracín, a Valderrobles, Rubielos de Mora y, por supuesto, la mencionada Rambla Barrachina. Precisamente este árido paisaje, que también ha sido escenario de películas como Zero de Iñaki Sánchez, o anuncios como Savage con Johnny Deep y vídeos musicales de bandas como Chemical Brothers (Sometimes I feel so deserted), ha sido elegido, por la Academia de Cine Aragonés como Lugar de Interés Cinematográfico (LIC) en el XI Encuentro de Academias de Cine y Audiovisual que se celebró en el Festival de Cine de Ourense gracias al apoyo de la Diputación de Ourense, entre el 30 de septiembre y el 2 de octubre pasados. Los LIC es una distinción que reconoce espacios de especial relevancia para el audiovisual peninsular, bien sea por su valor fílmico, histórico o simbólico.

De la Costa da Morte al valle del río Arnoia
De entre los espacios que se han incorporado este año a la lista de Lugares de Interés Cinematográfico (LIC), hay una villa marinera elegida por la Academia Galega do Audiovisual que se ha ganado un nombre como un escenario único en España para rodajes. Se trata Laxe, en el corazón de la Costa da Morte, que ocupa un lugar destacado en el imaginario audiovisual gallego al haber sido el escenario principal de la mítica serie Mareas Vivas, uno de los mayores éxitos de la Televisión de Galicia y auténtico fenómeno social en los años 2000. Sus calles, el puerto, la playa y el día a día de su gente se convirtieron en un plató reconocible y entrañable que hizo de puente entre la realidad de la costa y la ficción televisiva.
En Galicia ya formaban parte de esta lista de Lugares de Interés Cinematográfico localidades como Allariz, asentada en el valle del río Arnoia, con un casco histórico medieval, declarado Conjunto Histórico Artístico, que ha acogido rodajes de época, desde La virgen de cristal (1926), una película muda dirigida por José Buchs y los hermanos Manuel y Saturio Lois Piñeiro, a La Lengua de las mariposas (1998) de José Luis Cuerda. También en la lista está Aldea de Facós (A Lobeira, Ourense), escenario de una singular película en la historia de la cinematografía gallega, El carro y el hombre (1940).

De ‘Gladiator’ a ‘Tadeo Jones’
Otro de los espacios que se han incorporado este año a la lista de Lugares de Interés Cinematográfico (LIC), es la ciudad de Granada, especialmente su monumento más universal, La Alhambra, a propuesta de la Academia de Cine de Andalucía. Este lugar Patrimonio de la Humanidad por la Unesco ya ha acogido rodajes de películas como Tadeo Jones (2017), donde se recrearon La Fuente de los leones y el Paseo de los Tristes, además de la serie de televisión Isabel (2012), con los Palacios Nazaríes como escenario. Y es que Granada es un plató vivo con lugares como Sierra Nevada, la catedral, los monasterios de la Cartuja y de San Jerónimo, el Hospital Real, la Abadía del Sacromonte, los cármenes…
Otra ciudad, cuyo conjunto arqueológico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1993, es Mérida, en Badajoz, propuesta este año como Lugar de Interés Cinematográfico por la Academia de Cine de Extremadura. Con un legado romano único, perfecto para producciones históricas, épicas o de fantasía, la ciudad ha sido escenario de varias producciones, desde Los santos inocentes (1984) de Mario Camus, a El Hombre de Arena (2006), de José Manuel González-Berbel y protagonizada por Hugo Silva y María Valverde, así como lugar de presentación de la superproducción Gladiator II en 2024. Y es que el Teatro Romano de la ciudad, uno de los mejores conservados del mundo, y otros espacios históricos como el Templo de Diana, el Arco de Trajano o el Acueducto de los Milagros, son localizaciones incomparables para trasladarse a la Antigua Roma.

Escenarios de terror y ciencia ficción
Si en 2023 fue la Albufera y en 2024 Peñíscola, los lugares escogidos por la Academia Valenciana de l’Audiovisual, como Lugar de Interés Cinematográfico, este 2025 es la Ciudad de las Artes y las Ciencias el que se suma a este listado, entre otras cosas por su estética ultramoderna y su versatilidad escénica. El edificio diseñador por Santiago Calatrava ya ha sido un plató futurista de producciones audiovisuales internacionales como Tomorrowland (2015), protagonizada por George Clooney y Hugh Laurie, la temporada 2 de la serie Andor (Star Wars) o un episodio de Doctor Who (2017), donde la estética del edificio subrayó un ambiente alienígena y vanguardista.
Otro edificio sorprendente, esta vez por su historia y su contundencia escénica para rodajes de filmes fantástico y de terror es el Hospital del Tórax en Terrassa, en Barcelona, elegido como Lugar de Interés Cinematográfico este año por la Academia del Cinema Catalá. Los orígenes de este hospital, actualmente sede del Parc Audiovisual de Catalunya, se remontan a 1952, cuando se inauguró la inicialmente denominada Ciudad Sanatorial de Terrassa para el tratamiento de la tuberculosis. Es un edificio sólido, macizo y aparatoso, con grandes espacios interiores y exteriores, que llegó a albergar hasta 1.600 camas. Cerró como centro sanitario en 1986 y pronto muchos supieron explotar su estética en películas como Los sin nombre (1999) o Frágiles (2005), filmes de Jaume Balagueró, o Un monstruo viene a verme (2016), de J.A. Bayona. Desde 2007 se convertiría en Parc Audiovisual de Catalunya, con varios platós en su interior.

Espacios naturales y pueblos con legado
Asturias ha sido siempre también un gran plató de cine por su valor paisajístico. Pero este año, la Academia del Cine Asturiano, ha propuesta como Lugar de Interés Cinematográfico un área de su región, con un gran peso social y narrativo: la Cuenca Minera. No solo es un escenario natural, también es un personaje en sí mismo, contribuyendo a preservar la memoria colectiva y darle significado para las nuevas generaciones. Esto se ha podido ver en filmes como Pídele cuentas al Rey (1999), de José Antonio Quirós y rodada en Mieres; Carne de Gallina (2002), rodada en Vistrimir; La Torre de Suso (2007), de Tom Fernández, con escenarios en Aller, Castrillón, Boo o la Plaza del Campo de Moreda; y más recientemente Los creyentes (2025), con José Coronado de protagonista y con Mieres y Langreo de plató.

Portugal también suma espacios como Lugares de Interés Cinematográfico, gracias a la Academia Portuguesa de Cinema. Este año es la Serra da Estrela la elegida, la cordillera más imponente de la zona continental del país y donde está el punto más alto del territorio. El Parque Natural de la Serra da Estrela es un lugar de excepcional valor natural y paisajístico con valles y lagos de origen glaciar, ríos, pastos, bosques y pueblos históricos que conservan la arquitectura tradicional en granito. Por eso, ha sido plató de películas como Inquietud (1997) de Manoel de Oliveira, Damsel (2004) de Juan Carlos Fresnadillo, o War (2019) de Siddharth Anand. Un lugar de contrastes, cubierta de nieve en invierno, ardiente en verano, donde la naturaleza y la vida humana se cruzan de manera casual, casi como en un diálogo de buen cine.
