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Para hacer enoturismo, mejor donde se inventó: en Rioja

Un pícnic en un viñedo, una sugerente cata o maridajes en una bodega con menú degustación. Terruño, diversidad. El catálogo de ofertas enológicas se dispara en estos meses de otoño en la Denominación de Origen por excelencia de España, con días de sol, colores memorables y planes de turismo activo, además de toneladas de historia y cultura para los visitantes

La Sierra de Cantabria y la Sierra de la Demanda escoltan un paraíso enológico, que permite muchas actividades al aire libre gracias al clima cómplice.
La Sierra de Cantabria y la Sierra de la Demanda escoltan un paraíso enológico, que permite muchas actividades al aire libre gracias al clima cómplice.

Puede que fueran los asentamientos berones en la edad del Bronce o la edad del Hierro. Quizá haya que buscar la causa en el afán expansionista de los romanos y aquella victoria sobre Cartago. O, tal vez, en la convicción de los césares de que se necesitaba el vino allá donde se asentaran, y eso multiplicó su producción en muchos rincones del imperio, para asegurar un suministro estable a soldados y colonos.

El caso es que Rioja es una de las denominaciones de más arraigo enológico del planeta. Una región que vive por y para el vino desde hace cientos de años y que renueva su pasión de mostrar al mundo la grandeza y la diversidad de sus tierras con el saber hacer y la maestría que solo puede proporcionar la constancia en el paso del tiempo.

A ambos márgenes del río Ebro, flanqueado por las Sierra de Cantabria y Sierra de la Demanda, se dan unas privilegiadas condiciones para el cultivo de la vid que convirtieron a esta zona en la región elaboradora de vinos de calidad por excelencia de España, caracterizada por su diversidad de climas, altitudes, municipios, paisajes, variedades de uva, colores y estilos de vino.

Más de 65.000 hectáreas y 144 municipios forman parte de la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja, en la que se alistan alrededor de 600 bodegas y casi 15.000 viticultores, unas cifras difíciles de encontrar en otras regiones vinícolas. Rioja tiene séquitos de fans, y la pasión de las nuevas generaciones de bodegueros y viticultores con el terruño y su compromiso con la sostenibilidad anuncian una nueva etapa para Rioja.

El 20,5% del total de visitantes en bodegas de las Rutas del Vino de España eligieron Rioja en 2021, según la Asociación Española de Ciudades del Vino (Acevin)

Ese interés ha convertido a Rioja en el destino turístico vinícola más importante de España, líder tanto en número de visitantes (el 20,5% del total en bodegas de las Rutas del Vino de España en 2021, según la Asociación Española de Ciudades del Vino, Acevin) como en de diversidad en planes que disfrutar y con los que acercarse a este fenómeno. Porque en Rioja no solo se elabora vino: se vive y se respira. Porque Rioja no es solo un (excelente) producto de consumo: es turismo, es cultura, y una manera de hacerlo y de entenderlo.

Para los cinco sentidos

La región vitivinícola de Rioja integra parte del territorio de tres Comunidades Autónomas: La Rioja, Navarra y País Vasco. Las tres Rutas del Vino de Rioja ⎯Rioja Alta, Rioja Alavesa y Rioja Oriental⎯, están certificadas como Rutas del Vino de España, que, sumadas a las más de 50 bodegas no adscritas a ningún itinerario, suman un total de 200 que ofrecen visitas y planes para disfrutar de uno de los vinos más aclamados del mundo. Muchas de ellas cuentan, además, con hoteles temáticos sobre vino, restaurantes, museos y otras propuestas.

Toda la gama cromática del otoño redondea el atractivo de las tierras de la DOCa Rioja, con incursiones en tres Comunidades Autónomas.
Toda la gama cromática del otoño redondea el atractivo de las tierras de la DOCa Rioja, con incursiones en tres Comunidades Autónomas.

Estamos en la única región vitivinícola que cuenta con su propio monitor de seguimiento y análisis de la actividad enoturística: según esa herramienta, puesta en marcha por el Consejo Regulador de la DOCa en 2018, cada una de las bodegas de Rioja ofrece, como media, tres propuestas de experiencias diferentes en su catálogo enoturístico. Según este mismo monitor, las bodegas integradas en la DO registraron casi medio millón de visitantes en 2021, a la vez que se consolidaba el enoturismo como uno de los pilares del Plan Estratégico 2021-2025 puesto en marcha por el Consejo Regulador de la DOCa Rioja. En esta hoja de ruta se ha establecido como objetivo atraer a 1,2 millones de visitantes. Datos que ratifican a Rioja como motor de la actividad enoturística a nivel nacional y como referente internacional, al jugar un importante efecto tractor para el sector turístico español. En el plano internacional, Rioja se posiciona como una denominación referente y basa su estrategia en las propuestas prémium y en la especialización de la oferta.

Disfrutar de Rioja en otoño

El otoño riojano regala al visitante días de sol, buen tiempo y agradables temperaturas. En esta época del año, violetas, amarillos, y rojos intensos tiñen la Denominación para compartir toda su belleza, cultura, y manera de entender el vino con el turista. Esta climatología, acompañada por un paseo a caballo o a pie (incluso ¡en globo!) es la forma perfecta de estar en contacto con la naturaleza. Durante el recorrido, se puede disfrutar de una impresionante vista de la zona y descubrir viñedos, ríos y sierras pintadas con una paleta de colores asombrosos. Para los amantes de los paseos sobre dos ruedas, el enoturismo en bicicleta permite apreciar la tierra de cerca, y conocer, por ejemplo, las particularidades de los Viñedos Singulares, entre los que se encuentran los más emblemáticos y antiguos del país. Cada uno guarda una historia que contar a los viajeros.

Hay innumerables rincones por los que merece la pena perderse, entre los que destacan pueblos con encanto como San Vicente de la Sonsierra, Cuzcurrita, Laguardia, Quel, Ocón, Haro, Badarán o Briones. Alguno de los cuales ofrecen, a su vez, una panorámica espectacular de la región.

El monasterio de Yuso, en San Millan de la Cogolla, cuna del español y Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Fue levantado en el siglo XI.
El monasterio de Yuso, en San Millan de la Cogolla, cuna del español y Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Fue levantado en el siglo XI.Carlos Soler Martinez (KarSol Photo) (iStockphoto)

Precisamente, este último, Briones, ha sido declarado como mejor destino turístico nacional del verano 2022, según Viajestic. Situado sobre un cerro al noroeste de la región, forma parte de la Asociación de los Pueblos más Bonitos de España. Son visitas obligadas la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción (construida en el siglo XVI), la Ermita de San Juan o del Cristo de los Remedios (siglo XVIII), el Palacio de Marqués de San Nicolás (actual Ayuntamiento), la Ermita de los Santos Mártires o el Museo Vivanco de la Cultura del Vino, a la entrada del pueblo, considerado como uno de los mejores del mundo, entre muchas otras opciones.

Tras los pasos de la historia

Hay en el territorio de la DOCa Rioja vestigios remotos, como los centenares de icnitas (huellas de dinosaurio) datadas en Rioja Oriental, que recorren varias rutas comentadas. Existe también una ruta de los dólmenes, entre la sierra del Toloño y el río Ebro, hogar de los habitantes del Neolítico, hace 6.000 años. Hay también yacimientos celtíberos, con raíces en la primera edad del Hierro, como el de Contrebia Leucade, uno de los más espectaculares y desconocidos de la Península. Calahorra cuenta con un exuberante pasado romano, y en la zona central de la región, la influencia árabe se hace palpable en pueblos y castillos defensivos. Además, próxima a la denominación se encuentra la cuna del castellano: los monasterios de Suso y Yuso, en las proximidades del bello pueblo de San Millán de la Cogolla, a los pies de las (inminentes) cumbres nevadas del monte San Lorenzo, el más alto de zona (2.262 metros), son Patrimonio de la Humanidad y conservan el honor de alojar los primeros textos conocidos en lengua castellana, las Glosas Emilianenses.

Un maridaje urbano o campestre

La gastronomía es protagonista de cualquier visita a la tierra de la DOCa Rioja, sea en paseos urbanos o en el entorno rural. Las opciones culinarias abarcan desde un recorrido de pinchos por los numerosos bares de la región (y las archiconocidas Calle del Laurel y Calle San Juan, en Logroño), hasta disfrutar de alguno de los restaurantes con estrella Michelín. Y en esta época del año, qué mejor combinación que un Rioja con los platos típicos de la de la zona, como los caparrones, las patatas con chorizo y las chuletillas al sarmiento, cuyo aroma impregna los barrios de bodegas de cualquier localidad de la Denominación.

El aroma de las chuletillas al sarmiento impregna los barrios de bodegas de cualquier localidad de la Denominación de Origen.
El aroma de las chuletillas al sarmiento impregna los barrios de bodegas de cualquier localidad de la Denominación de Origen.

Creando escuela

En su apuesta por el enoturismo, el Consejo Regulador de la DOCa Rioja fomenta la formación como estrategia para impulsar esta filosofía en todo el planeta. En 2020 creó Rioja Wine Academy, un espacio innovador y pionero para enriquecer el conocimiento sobre los vinos de la DOCa de un público cada vez más diversificado e internacional. Se imparten cursos para todos los niveles, sobre enoturismo, márketing y vinos de Rioja. Sin duda, todo un aliciente para completar el viaje y una forma de revivirlo.

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