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Especial Publicidad

Siete maravillas naturales de Álava

A pie, en bici. Con niños, en pareja. Para hacer deporte, para meditar. Valles, montañas, bosques eternos, playas de interior, mares de viñedos… Recorrer la provincia de Álava es la mejor forma de conocer sus rincones y tradiciones, y ganarse el premio de su gastronomía y sus vinos. Incluso en invierno

Vistas desde el mirador de la Peña del Castillo, en el Parque Natural de Izki.
Vistas desde el mirador de la Peña del Castillo, en el Parque Natural de Izki.

1. Salto del Nervión y Cascada de Gujuli

  El río Nervión esculpe desde hace siglos el cañón de Delika, uno de los iconos de la comarca de Ayala, al norte de la provincia, y dibuja el salto de agua más grande de la península Ibérica, con casi 300 metros de caída.

La mayoría de senderistas disfrutan de esta cascada sin fin desde la parte superior de este accidente montañoso, a través de varias rutas que serpentean sobre el Monte Santiago. Pero existe otra alternativa menos conocida: la Senda Verde de Delika, que parte del pueblo alavés del mismo nombre. Este camino, recientemente habilitado, permite disfrutar de este entorno natural desde una perspectiva muy diferente.

El Salto (de agua) del Nervión es el más grande de la península Ibérica, con casi 300 metros de caída.
El Salto (de agua) del Nervión es el más grande de la península Ibérica, con casi 300 metros de caída.

El recorrido, de apenas cinco kilómetros, remonta el curso del río y está perfectamente señalizado. Es asequible con niños (y soportable para los mayores) incluso en media jornada, ya que presenta un desnivel muy suave de apenas 115 metros. Más de la mitad de la ruta puede realizarse en bicicleta.

A pie o sobre dos ruedas, se suceden las postales, varias de ellas enmarcadas en espacios de la Red Natura 2000: prados, bosques autóctonos, roquedos, cascadas … Dos hitos en los que detenerse, al menos unos minutos, son el privilegiado mirador que permite avistar varias cascadas en cadena y una holgada zona de descanso junto al puente de piedra de Zalborondo.

Muy cerca, apenas a 15 minutos en coche de Delika, los amantes de los saltos de agua tienen otra cita ineludible: la Cascada de Gujuli (Goiuri) que regala el río Jaundia a las puertas del Parque Natural de Gorbeia. Es tan bella que da pereza incluso sacar la cámara para no perder unos segundos de su disfrute. Y tampoco hay que irse del lugar sin preguntar por la leyenda de la lamia.

Las épocas de lluvia o deshielo son las más recomendadas para visitar la Cascada de Gujuli.
Las épocas de lluvia o deshielo son las más recomendadas para visitar la Cascada de Gujuli.

Un consejo para disfrutar al máximo del salto del Nervión y la cascada de Gujuli: visitar estos espectáculos naturales tras los días de lluvia o deshielo.

2. Anillo Verde de Vitoria-Gasteiz

Hace años, Vitoria-Gasteiz apostó todo al verde, y la jugada fue un éxito. Además de implantar un programa de educación medioambiental, la apuesta ha regalado a la ciudad tres premios: el título de European Green Capital (Capital Verde de Europa) en 2012; el de Global Green City (Ciudad Verde Global, como Viena, Vancouver, Curitiba y Yokohama, entre otras) en 2019, y un tercero más tangible: un anillo natural de casi 32 kilómetros que la rodea y salvaguarda.

Por sus más de 700 hectáreas se puede caminar, correr o pedalear, pero sobre todo respirar la naturaleza en su estado más puro, ese que escasea tanto en otras ciudades.

A lo largo de este Anillo Verde se suceden cinco parques (Armentia, Salburua, Zabalgana, Olarizu y Zadorra) que conforman un pulmón natural, entre lagunas y bosques de varios tamaños. Incluso haciendo running o en bici se puede disfrutar de observatorios de aves y fauna, y centros ambientales que invitan a tomar aliento y empaparse de tan inusual paraíso urbano.

En su interior dos enclaves son de visita obligada:

Las más de 700 hectáreas del Anillo Verde invitan a caminar, correr o pedalear. Y sin saturación.
Las más de 700 hectáreas del Anillo Verde invitan a caminar, correr o pedalear. Y sin saturación.

-El bosque de Armentia, en el que abunda el quejigo, árbol autóctono de la zona, se encuentra a medio camino entre el centro urbano y los Montes de Vitoria, principal sistema montañoso del municipio y meca de la primavera local.

-Los humedales del parque de Salburua, con más de 200 hectáreas. Lo salpican varias lagunas –Betoño y Arcaute, entre ellas– conectadas entre sí por senderos y rodeadas de prados húmedos, choperas y un pequeño robledal.

3. Sierra de Entzia

En el borde nororiental de la provincia, como un apéndice de la sierra de Urbasa, se erige Entzia, una hermana pequeña con bruscas caídas hacia la Llanada Alavesa y el valle de Arana. Su formación kárstica ha creado caprichosas formas, como los laberintos de Arno o Katarri, con magnéticos y mágicos recorridos, no solo para los niños.

Sus farallones son refugio de rapaces, mamíferos y anfibios. En otoño, las hayas centenarias acuden a su cita puntual con el espectáculo de ocres y amarillos.

La principal puerta de entrada es el Puerto de Opakua, pero son varios los caminos que llevan hacia diferentes tesoros naturales o prehistóricos. Por ejemplo, las campas de Legaire albergan menhires, túmulos, dólmenes y un pequeño Stonehenge formado por un círculo de piedras megalíticas datado hace más de 5.000 años que recuerda al de Wiltshire, en Inglaterra. El barranco de Igoroin y las cascadas de Zarpia son también visitas imprescindibles.

El barranco de Igoroin, en la sierra de Entzia.
El barranco de Igoroin, en la sierra de Entzia.

4. Parque Natural de Izki

Si se hiciese una encuesta entre andarines (o cicloturistas o amantes de las rutas a caballo), el Parque Natural de Izki, en el sureste de la provincia, se llevaría muchos votos. Tupidos bosques de encinas, robles y abedules saludan a ambos lados de las rutas de senderismo y BTT. Es también el lugar una referencia del birdwatching (turismo ornitológico) y alberga el mayor bosque de roble marojo de Europa.

El río Izki zigzaguea rodeado de montañas, con la cota más alta en el Monte Kapildui (1.176 m.), que también sugiere una bonita excursión, pero ya requiere de cierta forma física.

Korres es la sede del interesante Centro de Interpretación del Parque Natural, desde donde se puede atravesar el Barranco de Izki y llegar hasta Bujanda. La imponente foz del río y una amplia zona recreativa invitan a disfrutar tanto en solitario como en familia. Cerca de ella, merece la pena visitar las cuevas eremíticas de Laño, Faido y Marquínez, las hoces y roquedos de Arluzea y la villa medieval de Peñacerrada.

Las rutas BTT son una de las mejores opciones para recorrer el Parque Natural de Izki.
Las rutas BTT son una de las mejores opciones para recorrer el Parque Natural de Izki.

5. Lagunas de Laguardia

En una de las capitales del vino de Rioja Alavesa hay otro líquido elemento: el agua. Cuatro lagunas se alistan en el Biotopo Protegido de Laguardia, un importante humedal de importancia geológica y biológica. Forma parte de la Red Natura 2000 y cuenta con la calificación de Zona Húmeda de Importancia Internacional según el Convenio Ramsar, que celebra los 50 años de vida.

Allí habitan aves que darían para un catálogo: azulones, fochas, zampullines, somormujos, o aguiluchos laguneros. Hay incluso una colonia de martinetes y garzas reales e imperiales, asentada desde hace décadas en sus carrizales.

El complejo lagunar está formado por cuatro humedales: Carralogroño, Carravalseca, Musko y el Prao de la Paúl.
El complejo lagunar está formado por cuatro humedales: Carralogroño, Carravalseca, Musko y el Prao de la Paúl.

Las láminas de agua y los senderos habilitados a su abrigo están rodeados por un mar de viñedos y la atenta mirada de la sierra de Cantabria.

6. Playas de interior de Landa y Garaio

¿Quién dijo que Álava no tiene playa? Tres mares interiores refrescan la provincia formando playas ideales para pasear, pescar, hacer deporte y bañarse muchos días del verano. Varias de ellas lucen incluso banderas azules, que refrendan la calidad de sus aguas y servicios.

La playa de Landa, apenas a 20 minutos en coche del centro de Vitoria-Gasteiz, en el parque provincial del mismo nombre, ofrece una agradable área de baño y esparcimiento entre zonas verdes y árboles y, sobre todo, unas vistas espectaculares de las montañas circundantes.

El embalse de Ullibarri-Gamboa cobija otras dos playas de interior emplazadas dentro del parque provincial de Garaio: las playas Garaio Norte y Garaio Sur. Estas dos playas suman 2.600 metros de litoral de agua dulce, más que muchos arenales marinos.

La Playa de Landa, con más de 500 metros de longitud, permite disfrutar del baño rodeado de montañas y de un paisaje natural difícil de encontrar en otro lugar.
La Playa de Landa, con más de 500 metros de longitud, permite disfrutar del baño rodeado de montañas y de un paisaje natural difícil de encontrar en otro lugar.

Una ruta de 43 kilómetros bordea este embalse e invita al paseo en bicicleta o andando. En sus pantalanes, hay incluso quien se atreve con el kayak, el esquí acuático y la vela. No hay que olvidar los prismáticos: el Parque Ornitológico de Mendixur constituye una fascinante etapa volante.

La olimpiada náutica alavesa se completa con el embalse de Urrunaga, donde se puede practicar remo, windsurf, vela ligera y pesca deportiva; y el de Albina, perfecto para el piragüismo.

Y aún hay otro enclave ineludible con el agua como protagonista en la norteña comarca de Ayala: el embalse de Maroño, con la sierra Salvada de fondo, dibuja una de las postales naturales más hermosas del País Vasco.

El embalse de Ullibarri-Gamboa cobija dos playas de interior reconocidas con bandera azul: las de Garaio Norte y Garaio Sur.
El embalse de Ullibarri-Gamboa cobija dos playas de interior reconocidas con bandera azul: las de Garaio Norte y Garaio Sur.

7. Parque Natural del Valderejo y vías ferratas de Sobrón

Nueve atractivas sendas surcan el Parque Natural de Valderejo, al oeste de Álava, en el interior de un espacioso valle cercado por empinadas laderas. El desfiladero del río Purón, la joya paisajística de este recinto, es sin duda la más atractiva.

Entre la variada fauna que se encarama a sus roquedos destaca la colonia de buitre leonado más numerosa de Euskadi.

El Parketxe o Casa del Parque, en Lalastra, ofrece información sobre los valores ambientales y culturales del que fue declarado primer parque natural de Álava en 1992. Presume, además, de ser el primer espacio protegido con la Q de Calidad Turística.

Los aficionados a la bicicleta de montaña tienen su espacio para el disfrute y la adrenalina en el centro BBT Valderejo-Añana. Desde el camping de Angosto (Valdegovía) pueden escoger entre siete rutas de diversa dificultad, entre las que destacan la ruta de Sobrón Alto (24 km.) o las más accesibles de Espejo y Angosto.

La senda del desfiladero del Río Purón es la más atractiva de las nueve que surcan el Parque Natural de Valderejo.
La senda del desfiladero del Río Purón es la más atractiva de las nueve que surcan el Parque Natural de Valderejo.

A tiro de piedra (y de 15 minutos en coche) los sedientos de aventura quedarán saciados en el espacio natural Sobrón en el que se asientan las dos únicas vías ferratas del País Vasco: itinerarios verticales u horizontales que permiten llegar con seguridad a zonas de difícil acceso a personas no habituadas a la escalada.

Un cable de acero instalado en las vías ejerce de hilo conductor y la seguridad se completa con un arnés de escalada provisto de disipador de energía y mosquetones especiales.

-Vía ferrata de Cresta Sobrón. En su recorrido de 550 metros cuenta con varias subidas y bajadas y un desnivel de 100 metros.

La vía ferrata de Cresta Sobrón, inaugurada en 2016, fue la primera completamente equipada en el País Vasco.
La vía ferrata de Cresta Sobrón, inaugurada en 2016, fue la primera completamente equipada en el País Vasco.

-Vía ferrata de Harri Gorri. Reservada a personas con experiencia —está calificada como K5— cuenta con paredes verticales de ascenso y descenso y dos puentes de 45 metros cada uno. Palabras mayores.

Imprescindible obtener ticket de acceso.

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