20 fotosLonely Planet20 grandes escenarios para la épica deportiva en EuropaUna ruta que visita desde hipódromos legendarios hasta futuristas estadios de fútbol que mezclan la pasión del deporte con la mejor arquitecturaLonely Planet25 jun 2020 - 19:54CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinBlueskyCopiar enlaceAquí, en realidad, la cuestión no es tanto qué caballo llega el primero a la meta, sino quién lleva el sombrero que más llama la atención. Especialmente durante la semana del Royal Meeting, que se viene celebrando desde el siglo XVIII y a cuya inauguración sigue acudiendo la reina. Aunque habitualmente el fine dining (experiencia gastronómica de alto copete) es obligado en esta jornada de fiebre hípica –no apta para todos los presupuestos–, la edición de este año (del martes 16 al sábado 20 de junio) será especial y más accesible: la carrera se disputará a puerta cerrada y se podrá seguir online desde casa. Eso sí, la organización ha ideado una iniciativa –con fines benéficos– para que los interesados puedan lucir sus tocados más especiales a través de las redes sociales. ascot.co.ukamer ghazzal (alamy)Los saltadores de esquí llevan lanzándose por este trampolín desde la década de 1940. No solamente es la cita principal del anual Torneo de los Cuatro Trampolines (vierschanzentournee.com), sino que, con capacidad para 25.000 espectadores, es también una de las mayores instalaciones deportivas de Austria. Su nombre se lo debe al saltador Paul Ausserleitner, quien en 1952 falleció saltando aquí. skiclub-bischofshofen.atChristof STACHE (getty)Ya solo subir por las escaleras verdiblancas hace que a la hinchada del equipo Celtic FC se le dispare el pulso. Y durante cada partido, el estadio Celtic Park (que ofrece visitas turísticas), que tiene más de 100 años de historia, es una verdadera marabunta. Especialmente durante el Old Firm, el encuentro contra los Rangers –el equipo rival de Glasgow– , uno de los derbis futbolísticos más trepidantes del mundo. celticfc.netRob Casey (getty)La fachada, revestida con casi 3.000 colchones de aire romboidales, suele relucir en un rojo intenso cuando el Bayern de Múnich juega en casa, pero las aproximadamente 300.000 luces led que la recubren también pueden dibujar hechizantes diseños u olas de luz sobre la piel de este estadio futurista, proyectado por los arquitectos suizos Herzog y De Meuron. En el interior, el Allianz Arena da cabida a 75.000 espectadores. Y quien desee sentarse en el banquillo, puede hacerlo tranquilamente durante una visita guiada. allianz-arena.comalamySantiago Bernabéu, entonces presidente del club, estaba decidido a convertir al Real Madrid en el mejor equipo de fútbol del mundo. El mayor estadio traería mayores ingresos, y con ellos, los mejores jugadores. Así que en Madrid se inauguró un estadio de fútbol que primero daba cabida a 75.000 espectadores y, en pocos años, llegó a los 125.000. La posterior obligatoriedad de eliminar las gradas sin asientos redujo sensiblemente su aforo (81.044 personas) y actualmente se encuentra en marcha la reforma integral –proyectada por Tristán López-Chicheri– que lo convertirá en uno de los más modernos del mundo. realmadrid.comLucas Vallecillos (alamy)Sobre esta tierra batida se celebra cada año uno de los cuatro torneos del Grand Slam de tenis, el Abierto de Francia (aplazado a septiembre u octubre de 2020 a causa de la covid-19). Los estadios que lo acogen, cuya emblemática pista central Philippe Chatrier (en la foto) está en plena remodelación que incluye un moderno techo retráctil –proyectada por los estudios ACD Girardet y DVVD–, fueron levantados en la década de 1920, cuando cuatro grandes tenistas franceses, apodados los ‘cuatro mosqueteros’ –René Lacoste, Jean Borotra, Henri Cochet y Jacques Brugnon– se hicieron con seis ediciones consecutivas de la Copa Davis. Eso sí, Roland Garros, que da nombre al torneo, no fue un tenista, sino un pionero de la aviación. El museo del tenis que hay junto al estadio cuenta muchas más historias. rolandgarros.comFRANCK FIFE (getty)Sus torres se asemejan a tornillos futuristas sobre los que reposa una estructura de acero que soporta el techo de cristal del mayor templo del fútbol en Italia (también conocido como San Siro), que debe su nombre a un jugador italiano todavía más grande. Aquí juegan los dos clubes de la ciudad: el Inter y el Milan, cuyos éxitos pueden admirarse en el museo de la casa. Tras casi 100 años de historia –fue inaugurado en 1926 bajo el proyecto del arquitecto Alberto Cugini–, este estadio podría estar próximo a su final; hay planes para demoler la vieja leyenda. sansirostadium.comLuca Ponti (alamy)Para los hinchas del Liverpool el estadio de Anfield Road es algo así como la segunda catedral de la ciudad inglesa. Y el lugar donde entonan, a veces de forma improvisada, sus cánticos, más allá del mítico You’ll never walk alone. Por ejemplo, cuando durante un partido de 1967 en el que la niebla era tan densa que prácticamente no dejaba ver el juego, la bancada de los rojos entonó “¿Quién ha marcado el gol?”. Y la grada contraria respondió: “Tony Hateley”. liverpoolfc.comalamyPodría decirse que St Andrews es la madre de todos los campos de golf: mencionado por primera vez en un texto de 1552, se trata sin duda del más antiguo de Escocia. De hecho, las reglas que aquí se establecieron en el pasado son el estándar actual de este deporte en todo el mundo. standrews.comAlamyLa capital italiana ya tuvo grandes estadios en los que se congregaba la ciudadanía al completo antes que el Olímpico –con aforo para 72.000 espectadores–, donde actualmente juegan los dos equipos de fútbol de la ciudad (AS Roma y Lazio). Este se culminó en 1937, eso sí, por razones más políticas que deportivas: Roma quería organizar los Juegos Olímpicos de Verano de 1940, pero tuvo que retirar su candidatura. En 1960, tras una profunda remodelación que tenía por objetivo alcanzar un aforo de 100.000 espectadores, la ciudad romana volvió a intentarlo y, esta vez sí, el estadio se convirtió realmente en olímpico (en la foto, al fondo de la zona deportiva del Foro Itálico). Posteriormente fue de nuevo reconstruido (en hormigón armado) para albergar la final del Mundial de Fútbol de 1990. stadiumguide.comGianluca Melis (alamy)El estadio del Barça, donde cada semana se desgañitan 99.354 espectadores, también ha hecho vibrar a las masas con actuaciones míticas de gigantes del rock como Bruce Springsteen o U2. Con un proyecto de remodelación también por delante, a cargo del estudio de Norman Foster (arquitecto, por ejemplo, del museo Guggenheim Bilbao), se espera que para la temporada 2021-2022 el Camp Nou pueda acoger a 100.000 personas. Y eso que ya es el mayor estadio de fútbol de Europa… fcbarcelona.esrosdemora (alamy)A los hinchas del fútbol el viejo estadio de Wembley les suena a catedral. Remodelado en 2007 –también a cargo del estudio de Norman Foster, con un coste superior a 500 millones de euros–, la nueva sede luce un espectacular arco de acero de 133 metros de altura –hasta el gigantesco London Eye cabría debajo– Su aforo es de 90.000 asientos, que lo convierten en el segundo estadio más grande de Europa. wembleystadium.comAlamyConsiderada una de las pistas de esquí más peligrosas y temidas, el descenso de Streif forma parte cada invierno del trofeo del Hahnenkamm, punto álgido de la Copa del Mundo de esquí alpino (y posiblemente de todo el calendario internacional). La prueba congrega un gran ambiente entre los espectadores –que aguardan junto a la meta– desde la década de 1930, y el vertiginoso recorrido no es para menos: el primer envite llega justo en la salida, con una pendiente del 50% de inclinación (hacia abajo), que enlaza con la funesta 'Trampa de Ratón': un salto de hasta 80 metros. Y cuando los músculos de los esquiadores ya están en las últimas se alcanza la meta, que pueden llegar a cruzar a 150 kilómetros por hora. El récord lo tiene el austríaco Fritz Strobl, quien en 1997 descendió esta pista de 3.312 metros de recorrido en 1:51:58 minutos. hahnenkamm.comgetty imagesPara integrar el nuevo estadio de Letzigrund en el centro –y el día a día– de la ciudad suiza, el proyecto conjunto de los estudios Bétrix & Consolascio y Frei & Ehrensperger propuso hundirlo en el suelo en lugar de levantar un aparatoso edificio. Por el llamativo diseño de los focos, este estadio es también conocido como la tarta de cumpleaños, cuya cubierta oval parece, gracias a su diseño, estar suspendida sobre las gradas. Todos los años los aficionados al atletismo están deseando que llegue la Weltklasse Zürich, reunión internacional de atletismo (zurich.diamondleague.com), mientras que los hinchas de los equipos de fútbol locales –Zúrich y Grasshopper– deben compartir sus instalaciones. stadionletzigrund.chMichael Buholzer (getty)No es el estadio de fútbol más antiguo, más grande o más caro, pero sin duda es uno de los más curiosos. Proyectado por el arquitecto portugués Eduardo Souto de Moura premio Pritzker de arquitectura en 2011), el estadio municipal de Braga solo tiene gradas en los laterales, el marcador está sobre una cantera que cierra uno de los fondos y las cubiertas de ambos graderíos están unidas por cables de acero que las sostienen sobre estos. scbraga.pt/estadioAndreas Rentz (getty)Se trata de uno de los descensos clásicos del esquí alpino europeo, celebrado anualmente con el imponente perfil del Eiger, el Mönch y la Jungfrau (en la foto, de izquierda a derecha) como telón de fondo. Hasta 40.000 aficionados peregrinan cada invierno a Wengen, en el Oberland bernés, para verlo en directo. Ya en 1930 los más intrépidos esquiadores comenzaron a lanzarse por el escarpado recorrido de la pista Lauberhorn, de 4,5 kilómetros de recorrido, cuyos puntos más peliagudos son la ‘cabeza de perro’, el ‘rincón canadiense’ y su característica meta en S, que ponen realmente la carne de gallina a los aficionados. lauberhorn.chDukas Presseagentur (alamy)Al principio, en el año 776 antes de Cristo, los juegos de la antigua Olimpia, cuyos vestigios (en la foto) se pueden visitar aún en la península del Peloponeso, al sur de Grecia, eran mucho más modestos que los actuales Juegos Olímpicos. Y entre las pruebas que celebraban eran muy populares el pugilato y las carreras de caballos y carros, así como los pentatlones, que incluían salto de longitud, carrera, lucha y lanzamiento de disco y jabalina. Los vencedores obtenían fama, honor y, a veces, hasta exenciones fiscales. Es en este lugar donde cada cuatro años se sigue celebrando la ceremonia de encendido de la llama que porta la antorcha olímpica. visitgreece.grBenedetta Barbanti (getty)Ningún estadio había tenido hasta entonces una cubierta tan ligera, transparente y juguetona como la que idearon los arquitectos Günther Behnisch y Frei Otto para el Olímpico de Múnich. Y es que durante los Juegos Olímpicos de 1972, Alemania quería mostrar al mundo su cara más alegre, abierta y tolerante. Por desgracia, la competición se vio empañada cuando 11 atletas israelíes fueron capturados como rehenes y luego asesinados por el grupo Septiembre Negro. Casi 50 años después la cubierta de este estadio conserva intacta su genial ligereza originaria. olympiapark.deJohann Hinrichs (alamy)Cada año las serpenteantes calles de Mónaco acogen los rugidos de motores de 800 caballos que consiguen que todo el principado vibre durante el fin de semana del Gran Premio de Mónaco. Es unas de las carreras más tradicionales, difíciles y sensacionales que ofrece el Mundial de Fórmula 1, aunque ha visto cancelada su edición de 2020 a causa del coronavirus. En la imagen, sesión de calificación del Gran Premio de Mónaco 2019.Michael Regan (getty)En Flandes se ama el ciclismo, incluso se adora. Y otro tanto podría decirse de su ya clásico Tour de Flandes, que alcanza entre los aficionados un estatus de sagrado. Cada primavera, los flamencos aguardan impacientes esta tradicional carrera de un día, también conocida como Ronde van Vlaanderen, que recorre 270 kilómetros –incluidos los clásicos tramos sobre pavés– desde Amberes hasta Oudenaarde, y que ha suspendido su edición 2020 debido a la pandemia del coronavirus. En la foto, aficionados en la famosa ascensión a Koppenberg, una de las colinas de Cobblestone, el pasado 7 de abril. visitflanders.comTim de Waele (getty)