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Las cataratas más espectaculares del mundo De torrentes que caen al abismo en el remoto outback australiano, a las heladas cortinas del estruendoso Niágara, escaladas con piolet y crampones por primera vez este invierno Frontera entre Canadá y Estados Unidos, a pesar de la avalancha de novios en luna de miel y de turistas las cataratas del Niágara no dejan de ser imponentes: llegan a precipitar hasta 2.800 metros cúbicos de agua por segundo. El Maid of the Mist, la moderna recreación del primer barco venerable que navegó entre la bruma de estas aguas en 1846, permite contemplarlas desde muy cerca. Kelly Mooney Una imagen inédita en el Niágara: el alpinista canadiense Will Gadd escaló con crampones y piolets la sección helada de las cataratas. Es la primera vez que una persona sube por su (congelada) cortina de agua. Christian Pondella/Red Bull Content Pool Al borde del precipicio de las estruendosas cascadas de Reichenbach (250 metros de altura), cerca de Meiringen, del Oberland bernés (Suiza), el famoso detective creado por Arthur Conan Doyle luchó con su archienemigo, el profesor Moriarty, antes de que ambos cayeran al vacío en 'El problema final', relato de 1891. Se pueden contemplar a bordo de un teleférico histórico que sale de Willingen. Christian Kober Las cascadas perdidas de Kaieteur, en el interior de Guyana, un pequeño estado al este de Venezuela, son probablemente las más salvajes. El río Potaro, que recorre una zona nada turística y apenas accesible, cae en picado unos 250 metros desde una meseta selvática de roca arenisca. Keren Su Para contemplar las cataratas Kaieteur, en el interior de Guyana, se puede contratar un vuelo chárter desde la capital, Georgetown, o en un viaje épico de varios días por tierra que comibna microbuses, barcos y caminatas. Brandon Rosenblum Las cataratas de Iguazú, frontera entre Argentina y Brasil, ofrece distintos atractivos desde sus dos lados: la vertiente argentina es la idónea para sumergirse en ellas, la brasileña cuenta con las mejores panorámicas: 275 cascadas a lo largo de 2,7 kilómetros, cuya fuerza combinada es alucinante y ensordecedora. Werner Büchel Las cataratas de Détian, cuyo frente de 200 metros se extiende por la frontera entre la provincia china de Guǎngxī y el norte de Vietnam forman, sencillamente, un escenario natural precioso: vistas verdosas enmarcadas por salientes kársticos y serenos bancales de arroz. Keren Su Entre las maravillas geológicas de Islandia, repleta de paisajes únicos propios de otro mundo, se encuentran estruendosas cascadas como la de Gullfoss, compuesta de varios niveles que van cayendo desde un tajo imponente que parece engullir semejante torrente de agua. Anna Gorin El fiordo de Milford, en la isla Sur de Nueva Zelanda, es idóneo para los aficionados a las cataratas. Al recorrerlo por la ruta senderista Milford Track surgen saltos de agua tan impresionantes como las Sutherland Falls (en la imagen), de 580 metros de alto, que se precipitan desde un lago situado sobre las paredes del valle. James L. Amos ¿Qué impresiona más, flotar en una poza remota bajo una cascada de 215 metros que cae sobre unos acantilados de roca marrón rojiza o preguntarse si habrá algún reptil prehistórico de cinco metros de largo al acecho? Las Jim Jim Falls, en las profundidades del parque nacional de Kakadu, en el Territorio del Norte de Australia, ofrecen ambas cosas. Corbis La cascada con la caída libre más grande del mundo -tiene 979 metros, 807 literalmente en picado- debe su nombre al aviador Jimmie Angel, el primero en sobrevolarl la plana superficie de este tepuy de la región de Canaima (Venesuela), en 1933. Un español, Félix Cardona, lo contempló antes que él y fue quien guió al piloto estadonudense hasta la zona. Fabio Filzi