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Un nido de acero para 80.000 personas Del estado olímpico de Pekín, obra de Herzog y De Meuron, al campo de fútbol de Braga, proyectado en una antigua cantera, visitamos los templos futboleros más curiosos alrededor del mundo Para levantar este gigantesco Nido de Pájaro, proyectado por los arquitectos suizos Herzog y De Meuron, hicieron falta 110.000 toneladas de acero reforzado, unos 316 millones de euros y miles de trabajadores. Las vigas de acero se entrelazan y están cubiertas por una membrana transparente, formando una inmensa estructura que otorga al edificio una gran solidez y su famoso sobrenombre. Se puede realizar un circuito turístico por el estadio por 50 yuanes (unos 6 euros). Guo jian she El estadio municipal de la ciudad de Braga (Portugal) es, para muchos, una obra maestra de ingeniería. A partir de un proyecto del arquitecto portugués Eduardo Souto de Moura, los ingenieros transformaron en 2003 la antigua cantera de Monte Castro en un campo de fútbol elogiado internacionalmente. PAUL RAFTERY Detalle del estadio portugués de Braga, cuyas gradas -unidas con unos cables de acero inspirados en los antiguos puentes incas- solo ocupan los laterales del campo, mientras que los extremos recuerdan su pasado industrial: detrás de una portería se muestra desnudo un muro de granito presidido por el marcador electrónico. Andreas Rentz Al Chivas-Omnilife, estadio del Club Deportivo Guadalajara, el Chivas, todo mundo lo conoce como 'El Volcán', por su increíble diseño. En total armonía con el ondulante paisaje circundante, este campo culminado en 2010 y con capacidad para 45.000 personas se alza desde un cono cubierto de hierba y luce un techo blanco que flota como un anillo de humo. Se encuentra en Zapopan, en el área metropolitana de Guadalajara, la segunda ciudad más grande de México. Jam Media Un graderío de cada color tiñe La Bombonera -como todo el mundo llama al estadio Alberto J. Armando, en Buenos Aires- durante uno de los derbis futboleros que más pasiones desata en todo el mundo: el Boca-River. Inaugurado en 1945, el campo de Boca Juniors es famoso por el ambiente estremecedor de su graderío; hasta dicen que todo el lateral del estadio tiembla debido al ruido. Gabriel Rossi Los habitantes de Singapur se han hecho famosos por aumentar su diminuta isla ganando terreno al mar, así que no tuvieron ningún problema en encontrar espacio para construir un nuevo estadio multiusos: construyeron el Flot@Marina Bay sobre el agua. La plataforma está amarrada como un crucero gigante en el moderno barrio de Esplanade. chensiyuan Los recogepelotas del equipo de fútbol croata NK Imotski se enfrentan a un arduo trabajo. Imotski es una diminuta localidad dálmata en los majestuosos montes Biokovo sin parcelas llanas donde asentar un estadio de fútbol. Así que han construido el de Gospin Dolac (4.000 localidades) en lo alto de un risco dominado por una fortaleza medieval. Cualquier balón que se salga del campo cae por un precipicio de 500 metros de altura y acaba en el lejano lago Azul. Zvijerka Un ejemplo de la tecnología, originalidad y versatilidad de los grandes estadios modernos es el Veltins-Arena, inaugurado en 2001 en Gelsenkirchen y propiedad del equipo alemán Schalke 04. Con un aforo para 62.000 espectadores cuenta entre sus innovaciones con un techo retráctil de fibra de vidrio, un enorme marcador móvil y, sobre todo, un terreno de juego que se despaza y permite utilizar el recinto para otros eventos, como conciertos, sin dañar el césped. Cubierto con 8844 paneles solares y diseñado en forma de semiespiral, como la cola enroscada de un dragón (con un extremo abierto para dejar a la vista los 55.000 coloridos asientos), el estadio nacional de Kaohsiung (Taiwan), proyecto del arquitecto japonés Toyo Íto, genera toda la energía que necesita para su funcionamiento, e incluso suministra electricidad al barrio. Christian richters En Dharamsala (India) se encuentra el mejor campo de críquet del mundo, más conocido como estadio de la HPCA (Himachal Pradesh Cricket Association), una pequeña joya rodeada de magníficos paisajes. A más de 1.450 metros sobre el nivel del mar, ofrece vistas espectaculares de los nevados montes Dhauladhar y el pintoresco valle de Kangra. En 2010, el estadio alcanzó fama mundial por participar en la liga hindú de críquet. Hamish Blair