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15 sitios de una ciudad muy molona Del Barrio Alto a los muelles del río Tajo se suceden tiendas, restaurantes, hoteles y terrazas donde reina el buen gusto y el carácter cosmopolita de la ciudad. Elegimos 15 lugares irresistibles A un paso de la Praça do Príncipe Real, Espaço B es una tienda moderna en la que uno encuentra desde la zapatilla de moda a un reloj exclusivo pasando por libros de arte lujosos. En la imagen, los encargados del local. Ana Nance Situado en plena ruta del histórico y turístico tranvía 28, el Café Nata es la manera moderna de degustar una vieja tradición portuguesa: los pasteles de nata. Ana Nance Encaramado en el corazón de la Alfama se encuentra la Feira da Ladra, literalmente, mercado de la ladrona. El origen del nombre viene del lugar en el que se vendía (¿se vende?) la mercancía robada. Es el mercado de viejo que toda ciudad con historia mantiene. Ana Nance El majestuoso estuario salobre del Tajo besa toda la parte baja de la ciudad. Pero hasta hace poco era difícil pasear por la ribera desde la hermosísima plaza del Terreiro do Paço hasta Belem. Ahora sí se puede. Más de siete kilómetros de caminata con puertos, restaurantes, bares y naves industriales. En la foto vistas al Tajo desde una terraza del Barrio Alto. Ana Nance Tejados de Lisboa desde una terraza del hotel Mercy, un 'hotel boutique' que, según explican sus responsables, invita a dormir plácidamente para salir de mañana a comerse la ciudad. Su emplazamiento es idóneo y estratégico: en medio del Bairro Alto, a un paso de todo lo que importa en Lisboa. Ana Nance El quiosco de la Praça do Príncipe Real no es moderno. Es muy antiguo, tanto como la plaza. Abierto por la mañana, es la excusa perfecta para un café solo y tranquilo (el café en Lisboa es inmejorable en todos los sitios). Por la tarde es distinto: se convierte en un inevitable punto de encuentro para las oleadas de jóvenes que desde aquí se toman la primera. Ana Nance Salón del Monte Belvedere, en Rua Santa Catalina, 17. Hotel familiar. Acogedor. Situado en una vieja fábrica de perfumes cuando en el centro de Lisboa aún había talleres. Decorado con gusto y sencillez. Con una terraza que se abre a la luz inmensa de la desembocadura del río. Ana Nance La Pensão Amor, en Rua do Alecrim, 19, es un sitio original. Un antiguo y señorial piso del siglo XVIII que en tiempos albergó un prostíbulo marinero a un paso del río. Ahora, rehabilitado como bar y espacio para eventos y presentaciones, todo en la decoración recuerda al sexo. Ana Nance Alexandra Moura es una emergente diseñadora de ropa y calzado portuguesa. Su tienda, en Rua Dom Pedro V, abierta hace algunos años, se nutre no solo de sus producciones sino de aportaciones de otros artesanos-artistas portugueses. Ana Nance El Orpheu Caffé está en un esquinazo de la Praça do Príncipe Real. Es un café recoleto, estrecho, cuidado. Decorado con gracia, con mesas disímiles, jarroncitos con mimosas y sillas cada una de su padre y de su madre, como mandan los cánones de ahora. Ana Nance Casi al pie del río ya, en plena zona de la marcha nocturna, el Povolisboa es un restaurante bar, moderno-antiguo, que ofrece algo muy portugués: los petiscos, esto es, una suerte de aperitivo tapa que a veces quita el hambre y a veces te la redobla. Ana Nance Maurício Fernandes en su floristería Em nome da rosa, que se encuentra en un lugar original: el vestíbulo de un viejo edificio en la Praça do Príncipe Real. Ana Nance El Lostin (Rua Dom Pedro V, 56) merece la pena: sillas con motivos orientales, una estatua de Shiva presidiéndolo todo, tumbonas, telas de Goa. Todo, al servicio de una terraza con impresionantes vistas a la ciudad al atardecer. Ana Nance La tasca Sol e Pesca (Rua nova de Carvalho, 39) es un lugar pequeñajo, con algunas mesas en la acera y con el interior decorado con aparejos y útiles de pesca. Y latas: cientos de latas de conserva apiladas como en un almacén… La especialidad de la casa. Ana Nance