Desde Berlín a Múnich, pasando por Hamburgo, nueve valiosos espacios alemanes donde el pasado se transmuta en modernidad. Las mejores pistas para comer, dormir y disfrutar de buena arquitectura y diseño
Alexius y Simone Bletsas, propietarios del bar 87 en Stuttgart.Exterior del Museo Haus der Kunst, en Múnich.Jens WeberFachada del Museo Haus del Kunst, en Múnich.Marino SolokhovInterior del Burger de Ville, una puesto de hamburguesas móvil en Berlín, bajo el mando del chef Jürgen Klümpen.Una de las hamburguesas de Burger de Ville, en Berlín.Bañera del hotel Cerês Am Meer, en la isla de Rügen.Habitación del hotel Cerês, situado en la ciudad balnearia de Binz, en la isla de Rügen.Exterior del Grandhotel Schloss Bensberg, en Colonia.Joachim Wissler, 'chef' del restaurante Vendôme, con tres estrellas Michelín, alojado en el Grandhotel Schloss Bensberg, en Colonia.Interior de Luv, 'concept shop' de Hamburgo que ofrece objetos decorativos funcionales.La tienda Luv, en Hamburgo, se ha instalado en una vieja herrería del distrito de Schanzen. La rehabilitación de este espacio tiene una fuerte influencia del diseño escandivavo.Fachada del hotel Das Stue, en Berlín.Una de las habitaciones del hotel Das Stue, en Berlín.Diseño interior del hotel Das Stue, en Berlín.Habitación de Tautes Heim, una casa de huéspedes en el complejo residencial de La Herradura, en Berlín, decorada con mobiliario de los años 30.El diseñador gráfico Ben Buschfeld y su mujer Katrin Lesser, fundadores de Tautes Heim, en Berlín, ofrecen un lugar estimulante como alternativa a los hoteles impersonales.Exterior de Tautes Heim, un casa de huéspedes instalada en un edificio rehabilitado dentro del complejo residencial berlinés La Herradura, del urbanista Bruno Taut (1880-1939).El restaurante Deutsch, a cargo de Ronald Kuffler, ha creado un menú para degustar la verdadera comida alemana en la terminal 1 del aeropuerto de Fráncfort.
