Viaje de 10 paradas por el mundo vikingo
Runas, barcos y asentamientos entre Islandia y Canadá. Viaje por un legado fascinante
Los vikingos extendieron el terror por toda Europa durante más de trescientos años. Ahora podemos viajar (sin miedo) siguiendo su rastro y visitando los lugares que guardan su leyenda. El parlamento más antiguo del mundo, sus cementerios y cruces rúnicas, los restos de los primeros asentamientos europeos en América... Tomemos un cuerno lleno de algún brebaje, empuñemos nuestra hacha favorita y estamos listos para empezar el saqueo por Irlanda, Islandia, Escocia, Noruega, Suecia o Dinamarca, e incluso Canadá
01 Democracia a la vikinga, donde se abre el Atlántico
Parque Nacional de Thingvellir, Althingi, Islandia
Comenzaremos nuestro viaje al modo vikingo en el “norte del norte”, en Islandia, donde el espíritu de este pueblo late con intensidad en los fiordos, los campos de nieve y los profundos valles glaciares, pero sobre todo en Althingi, en el Parque Nacional de Thingvellir. No hay visitante de la isla que no se acerque a este lugar bastante cercano a la capital, donde se situaba el antiguo Parlamento de la isla, establecido en el año 930 d.C. (es el parlamento democrático más antiguo del mundo). En realidad era un punto de encuentro anual de los representantes de todo el país para resolver conflictos y distribuir el poder. Aunque ahora se llegue cómodamente por carretera, en aquellos tiempos era un viaje peligroso de dos semanas, cruzando glaciares y vadeando caudalosos ríos. Ahora está considerado Patrimonio Mundial y los que vienen son los turistas. El otro gran atractivo del lugar es que se trata de un paraje natural increíble, al borde de una inmensa grieta cuasada por la separación de las placas tectónicas euroasiática y norteamericana (estamos en plena Dorsal Mesoatlántica, la cordillera submarina que separa las placas y hace crecer al Atlántico unos centímetros cada año).
El consejo de Lonely Planet: Þingvellir se puede visitar todo el año, pero la mejor época es (lógicamente) el corto verano islandés (julio-agosto). En la cima de la grieta hay un interesante centro multimedia (entrada gratuita) sobre la naturaleza e historia de la zona.
02. El asentamiento perdido
Fortaleza de Linnduchaill, Annagassan, Irlanda
Y seguimos la el viaje con los vikingos hacia el sureste. La siguiente parada es Irlanda, donde en el invierno del año 841 fundaron dos asentamientos. Uno de ellos prosperó y se convirtió en Dublín, pero ¿qué fue del otro? Pues hasta hace poco sólo se sabía que fue abandonado y que se perdió la memoria de su ubicación. En 2010 unos arqueólogos localizaron el “gemelo” perdido y comenzaron las excavaciones en las cercanías de Annagassan, en el condado nororiental de Louth. Ha resultado un magnífico hallazgo y todo apunta a que se va a convertir en uno de los grandes hitos vikingos de Europa. Además, está muy cerca de otro de los grandes atractivos turísticos de Irlanda: Monasterboice, un monasterio del siglo V realmente impresionante.
El consejo de Lonely Planet: Ir en agosto, donde cada año los habitantes de Annagassan celebran sus raíces vikingas recreando batallas y comidas tradicionales. Una buena oportunidad para “hacer el vikingo”.
03 Cita parlamentaria con más de mil años
Isla de Man, Reino Unido
Islandia presume de tener el parlamento democrático más antiguo del mundo, pero la isla de Man, situada entre Inglaterra e Irlanda, tiene también un parlamento democrático, conocido como el Tynwald, y sigue en funcionamiento desde el año 979. Los vikingos dejaron aquí su huella en forma de sistema político pero también en los restos de sus cementerios, cruces rúnicas y castillos fundados durante las invasiones. Ahora es una isla diminuta pero muy atractiva, con una rica historia que sus 80.000 habitantes se encargan de difundir a través de una asociación vikinga, y el Día del Tynwald, a principios de julio, en el que se celebra la cita parlamentaria anual y un animado festival.
El consejo de Lonely Planet: se puede ir cómodamente en ferry desde Dublin, Belfast, Heysham, Liverpool y Birkendhead. Isle of Man Steam Packet (www.steam-packet.com).
04 Quemar las naves
Shetland Islands, Escocia
Teniendo en cuenta las salvajes conquistas vikingas, Escocia era un botín fácil. A 320 km del oeste de Noruega, a poco más de un día de navegación, las islas Shetland representaban un trampolín para llegar a Islandia, Groenlandia y América. Por eso, en estas islas quedan numerosos restos, como las más de treinta casas alargadas que se han descubierto en la isla de Unst o el gran asentamiento de Jarlshof. El mejor momento para visitar la isla (en plan vikingo) es el último martes de enero, cuando los lugareños celebran en Lerwick el festival de Up-Helly-AA, en el que se visten con cascos de cuernos y hachas de guerra y queman una nave alargada entre otras representaciones y festejos.
Un consejo de Lonely Planet: Para saber más sobre el festival: www.uphellyaa.org. Es fácil llegar a Shetland bien en ferry (www.northlinkferries. co.uk) o en avión (www.loganair.co.uk).
05 Honrarás a tu rey y a tu reina: los monumentos funerarios daneses
Piedras de Jelling, Jutlandia Central, Dinamarca
Desde las islas británicas nos ponemos de nuevo rumbo al norte, con parada en Dinamarca, un país muy marcado por su herencia vikinga. Aquí nos fijaremos en el monumento funerario de Jelling, en honor del rey vikingo Gorm y su esposa, la reina Thyre, que gobernaron el país en el siglo X. Consiste en una serie de numerosos montículos funerarios de cota plana (70 metros de ancho y 10 de alto) y piedras rúnicas que recuerdan a sus ocupantes. El más antiguo es el de Thyre, construido por Gorm. Su hijo, Harald, honraría más tarde a su padre y añadiría su propio sello construyendo una iglesia de madera para celebrar la introducción del cristianismo en Dinamarca. La iglesia actual se remonta al s. XII y contiene los murales más antiguos del país.
El consejo de Lonely Planet: visitar el museo de Kongernes Jelling (www. kongernesjelling.dk) donde se divulga la historia de este extenso complejo (entrada gratis).
06 Los grandes barcos vikingos
Museo de los barcos vikingos, Oslo, Noruega
Y llegamos a Noruega, la tierra vikinga por excelencia. Allí podremos conocer de cerca sus mejores barcos, concretamente en el Museo de los Barcos Vikingos de Oslo (www.khm.uio.no) que guarda dos de los mejores ejemplares descubiertos hasta la fecha (el Oseberg y el Gokstad), junto con fragmentos de un tercero, el Tune. Estas hermosas y estilizadas embarcaciones de roble, las mejor conservadas de su clase en el mundo, aparecieron enterradas bajo un túmulo de tierra, fueron utilizadas como cámaras funerarias para la nobleza, y eran cargadas con todo tipo de atavíos para acompañar a los caudillos vikingos en la otra vida.
El consejo de Lonely Planet: El museo, muy cerca del centro de la ciudad, depende de la Universidad de Oslo y se llega fácilmente: desde Jernbanetorget, junto a la estación de trenes, en el autobús nº 30 que lleva a Bygdøy.
07 Vida glaciar en las Lofoten
Museo Vikingo de Lofotr, Borg, Noruega
Pero si queremos sentirnos como un auténtico vikingo, hay que ir a las Lofoten, ese remoto archipiélago del norte de Noruega, en el Círculo Polar Ártico. Allí nada ha cambiado: los acantilados, los extensos pastos verdes y los montes de cumbres nevadas quedan muy lejos de la vida moderna y por ello son el escenario ideal para el Museo Vikingo de Lofotr. Esta antigua granja de la Edad del Hierro acoge el mayor edificio vikingo conocido, la casa de 83 metros de largo del jefe, recreada a la perfección, junto con una forja de herrero y un barco de remos real.
El viaje hasta aquí es largo, pero eso nunca detuvo a un verdadero vikingo. La zona tiene además 1,5 kilómetros de sendas sobre las cimas de las colinas, que permite recorrer desde la enorme casa del jefe hasta el barco vikingo y todo ello con guías ataviados según la temática.
El consejo de Lonely Planet: Volar desde Oslo a Harstad/ Narvik o Bodø, y desde allí continuar en ferry, avión o por la carretera. El Museo está a 14 km al norte de Leknes pero el autobús Svolvaer-Leknes pasa por la entrada del museo.
08 La gran capital de los vikingos
Birka y Hovgârden, Isla de Björkö, Suecia
A sólo 30 kilómetros al oeste de Estocolmo se encuentra el asentamiento vikingo más completo que se ha descubierto hasta el momento. Se trata de Birka y Hovgården. Birka, del s. VIII, es la ciudad más antigua de Suecia y las excavaciones datan la ocupación vikinga durante los ss. IX y X. En su tiempo tuvo una enorme importancia pero hoy solo nos quedan algunos fragmentos de las fortalezas de piedra, murallas y embarcaderos, junto con un museo donde se reconstruye el asentamiento original. En torno al poblado está el mayor cementerio de la era vikinga, con unas 3.000 tumbas. Se puede visitar en un día y el museo es especialmente interesante.
El consejo de Lonely Planet: ¿Por qué no hacer como los vikingos y embarcarse hasta Birka? Los barcos salen desde Stadshusbron, cerca de la estación principal de trenes de Estocolmo. El precio incluye también la visita al Birka Museum y un circuito guiado en inglés por los túmulos y fortificaciones. (véase www.stromma.se).
09 La primera conquista de América
L'Anse aux Meadows, Newfoundland, Canada
Y ahora si que hacemos el gran viaje, el mismo que hicieron los vikingos cuando se convirtieron en los primeros “europeos” en descubrir América. Por las costas canadienses de Newfoundland, estuvieron los vikingos en el siglo XI y concretamente en L’Anse aux Meadows dejaron huellas de la primera presencia europea en suelo americano. Allí quedan los restos de tres casas alargadas de madera y tepe, y de otros cinco edificios más pequeños de un asentamiento vikingo (hoy perfectamente reconstruido), que fue declarado Patrimonio Mundial por la Unesco en 1978. A pesar de lo poco que queda de la colonia, es una de las atracciones más visitadas de la región.
El consejo de Lonely Planet: L’Anse aux Meadows está 430 km al norte de la ciudad de Deer Lake. Se puede dormir en el Valhalla Lodge (www.valhalla-lodge.com).Existe un “Pase Vikingo”válido durante 7 días que permite visitar de forma más económica varios yacimientos de la zona : Gros Morne, L’Anse aux Meadows, Port au Choix, Red Bay y Grenfell Historic Properties.
10 Cómo convertirse en Vicky el Vikingo
(Jomsvikings)
Y ahora el salto mayor de todos: un viaje a través de Internet para “jugar” de verdad a ser un vikingo. Jomsvikings es una asociación de personas que se dedican en su tiempo libre a recrear una sociedad vikinga por varias zonas de Europa, bajo el grandilocuente estandarte de “Hermandad de Élite de la Época Vikinga”. Por todos los viejos escenarios del pueblo vikingo, estos fortachones recuerdan su historia y las correrías de los jomsvikings originales, una hermandad militar báltica del s.X. La mayoría de los “guerreros” actuales tienen más de una década de experiencia en la lucha. Los novatos pueden unirse a la representación durante los festivales, los mercados y, en general, a los eventos que organizan por todo el continente.
Para conocer sus actividades, su historia y dónde y cuando sumarnos a ellos, se puede consultar su web: www.jomsvikings.com.
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