A la Luna en globo
Viaje a vista de pájaro por el paisaje lunar de Capadocia, la región más misteriosa de Turquía
Son las cinco de la mañana y el sol aún no ha levantado. Hace bastante frío, el termómetro ronda los cero grados. Es momento de desperezarse y poner rumbo hacia el corazón del valle turco de Göreme. Aquí espera un globo aerostático que durante la próxima hora será guía y patrón en el recorrido por Capadocia, una de las regiones más enigmáticas del planeta.
De fondo, el amanecer. Y un silencio sepulcral que sólo permite oír a las piedras, víctimas y testigos de la historia más antigua del árido paisaje que se extiende hasta el horizonte. Afinar el oído para escucharlas es un sabio ejercicio. Ellas saben, mejor que nadie, como el paso de los siglos ha ido modelando su fisonomía. Transformándolas en un coro de formas caprichosas, tan delicadas como robustas.
Todo empezó hace miles de años cuando los volcanes de Erciyes, Hasandag y Malendiz entraron en erupción cubriendo de lava más de 4000 kilómetros cuadrados de extensión. Después el agua y el viento hicieron el resto. El resultado fue una geografía onírica, más lunar que terrestre, que continúa en pleno proceso de cambio.
Guarida de los cristianos
El nombre de Göreme proviene de la advertencia que lanzaban los cristianos que hace siglos se refugiaron en esta zona para protegerse de los árabes. "Eh, aquí no puedes vernos", significaba. Más allá de la guasa, tiene una curiosa explicación, pues es cierto que aquí los perseguidos pasaban totalmente desapercibidos de sus atacantes.
Lo conseguían aprovechando el entorno de roca para escarbar allí sus guaridas. Muchas de estas construcciones se mantienen en pie hoy en día. De hecho, algunas continuaron siendo habitadas hasta bien entrado el siglo XX, cuando el gobierno turco denegó su habitabilidad por la fragilidad estructural que presentaban.
Las ventanas y entradas de todas estas 'casas' se distinguen desde lo alto del globo. La mayoría de los pueblos de Capadocia se fundaron alrededor de estas construcciones. Es el caso de Çavusin, Avanos, Ortahisar y Uçhisar, algunos de los más conocidos de la región. La preparación de estos curiosos hogares era tal, que dentro de las pequeñas colinas se levantaron incluso capillas y pequeñas iglesias. Algunas de ellas datan de entre los siglos VI y IX.
En busca de las chimeneas de las hadas
Sobrevolando la Capadocia se llega al valle de Avcilar, situado a poco más de seis kilómetros de Ürgüp. Se trata de uno de los mejores entornos para contemplar las chimeneas de las hadas. La formación rocosa más característica de la región consiste en unas rígidas estructuras de tierra sobre las que reposa una roca de diámetro superior a modo de sombrero.
Su antojadiza forma se debe a la diferente composición de cada una de sus partes, que ha reaccionado de forma distinta a los estragos de la erosión. El resultado es tan mágico como su nombre indica y sólo una imagen es capaz de describir su poderoso atractivo visual, plagando todo el valle hasta más allá de donde alcanza la vista.
Cuando termina de salir el sol el paseo llega a su fin. El globo aterriza cerca de Nevesehir, una pequeña ciudad que reposa a los pies del monte Kahevi. La panorámica aérea ha servido como aperitivo. Ahora queda toda una jornada a ras de suelo para visitar lo que no se ve desde el aire. Como las enigmáticas ciudades subterráneas que pueblan toda la Anatolia Central, la región que popularmente se conoce como Capadocia.
LO IMPRESCINDIBLE
Pueblos
Göreme: Su museo al aire libre es uno de los lugares que mejor explican la historia de la región.
Nevsehir: El destino perfecto para contemplar de cerca el legado que el Imperio bizantino dejó a su paso por Capadocia.
Avicilar: Rodeada de chimeneas de las hadas, cuenta además con bastantes iglesias en sus inmediaciones.
Iglesias
La iglesia oscura: Data del siglo XII y se forma por una cúpula sostenida por cuatro columnas. Lo más interesante es que, al haber recibido poca luz, conserva los colores originales de la mayoría de los frescos que decoran sus paredes.
La iglesia de Hebilla: Es una de las más grandes escarbadas en la roca. Se divide en cuatro partes y sus muros recrean bastantes pasajes de la vida de Jesucristo.
La iglesia oculta: Muy cerca de Avcilar, se encuentra a unos pasos del museo al aire libre de Göreme. Fue descubierta en 1956 después de que la erosión la mantuviese oculta durante siglos.
Ciudades subterráneas
En Capadocia hay más de 36 ciudades subterráneas. De ellas, sólo unas pocas pueden ser visitadas. Estos refugios dieron cobijo durante siglos a la población cristiana, que permanecía oculta bajo tierra para protegerse de sus enemigos.
Entre las más recomendables se encuentran la de Derinkuyu (una de las más largas transversalmente), la de Mazi Köyü (una de las menos turísticas, a ocho kilómetros al este de Kaymakh), y la de Özkonak (descubierta en 1972, cuenta con graneros, bodegas y unas curiosas puertas circulares).
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