10 fotosViolencia machistaEl dolor silencioso de las mujeres en NepalLa pandemia ha incrementado la violencia de género, especialmente en los países en desarrollo donde ellas no tienen recursos para escapar. Una de cada cinco nepalíes ha sufrido malos tratos alguna vez en su vida; varias ONG ayudan a las víctimasGiacomo d’OrlandoNepal - 20 may 2021 - 19:47CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceEl Fondo para las Poblaciones de la ONU (UNFPA) estima que una de cada cinco nepalíes de entre 15 y 49 años ha sufrido de violencia por lo menos una vez en su vida. En la imagen, un mural contra la violencia sobre las mujeres pintado en frente a la estación de autobuses Jamal en Katmandú, la capital de Nepal.Los trabajadores que dependen de salarios diarios son los que más han sufrido los efectos de la pandemia. Muchas mujeres se han visto privadas de su única fuente de ingresos, lo que ha incrementado la dependencia con sus maridos. Una situación que, junto con los confinamientos domiciliarios, ha alimentado la violencia ejercida contra ellas. En la imagen, una vendedora informal en las calles de Bhaktapur, Nepal.La pandemia cambió drásticamente la vida cotidiana de los nepaleses, acostumbrados a pasar la mayoría del día en las calles, especialmente reuniéndose en los mercados. Para limitar la difusión del virus, muchos de estos espacios cerraron, mostrando una estampa de comercios vacíos casi inimaginable antes. En la imagen, el mercado Patan, sin gente.En los últimos meses, el trabajo de la policía especializada en violencia de género aumentó considerablemente, con llamadas constante a través de la línea de emergencia. Durante la pandemia, debido al confinamiento domiciliario, las mujeres tienen mayor riesgo de sufrir violencia de sus parejas. En la imagen, miembros del equipo policial experto en agresiones machistas de Katmandú, Nepal.Durante la pandemia, una víctima de violencia de género puede sentirse más sola que nunca, pensando que no hay manera de escapar de su pesadilla. En la imagen, una mujer descansa en una casa de acogida en Katmandú.En los meses de pandemia, el Gobierno nepalí decidió colocar carteles de sensibilización en la calle central de la capital para informar a los ciudadanos de las nuevas normas aplicadas en este particular periodo.Sudha es una víctima de violencia: con 15 años fue violada mientras trabajaba como camarera en un pequeño restaurante. Por vergüenza, no dijo nada sobre la agresión sufrida hasta que no pudo ocultar más su embarazo. Su familia la echó de casa con la acusación de haber deshonrado el nombre familiar. Ella consiguió encontrar ayuda en una casa segura llamada Casa Nepal, en Katmandú, donde pudo dar a luz su hijo y vivir serenamente con él.Muchas de las víctimas encuentran difícil socializar nuevamente con otras personas debido a su bajo nivel de confianza y autoestima como resultado de los traumas sufridos. Esto inevitablemente aumenta su marginación, haciéndolas más vulnerables a nuevos episodios de violencia.Para superar sus traumas psicológicos, muchos supervivientes necesitan tomar ansiolíticos, analgésicos y calmantes durante su proceso de rehabilitación. Katmandú, Nepal.En los casos más graves, la violencia sufrida puede llegar a provocar trastornos mentales en las víctimas que, al carecer de ayuda, se aíslan del resto del mundo, lo que dificulta su vida en comunidad.