Los hijos no pertenecen a nadie
Los hijos no pertenecen al Estado, tal y como sostiene el señor Casado, y tampoco a los padres. Los hijos no pertenecen a nadie; son sujetos libres con los mismos derechos que cualquier ciudadano mayor de edad. Y, precisamente porque son menores y no pueden hacerlo por sí mismos, la sociedad debe proteger especialmente sus derechos. Si es necesario, contra la voluntad de sus padres. Esa es la razón de que la educación, un derecho, sea obligatoria: impedir que algunos padres desaprensivos quiten a sus hijos del colegio para ponerlos a recoger cartones o a trabajar en el campo. Y esa es la razón de que las leyes regulen los contenidos educativos y la idoneidad de los profesores, entre otras muchas cosas. ¿Admitiríamos que un testigo de Jehová se niegue a que a su hijo se le enseñe la teoría evolucionista? Cuando algún musulmán integrista haga uso del pin parental para impedir que a sus hijos se les hable, por ejemplo, de libertad religiosa, nos daremos cuenta de la barbaridad que supone.
Emilio Gómez-Caminero. Sevilla
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