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Actuar travestidas y desafiar los estereotipos El mundo de las drag queens de Líbano, que durante mucho tiempo ha permanecido prácticamente en la clandestinidad, se está volviendo cada vez más popular y el número de artistas aumenta a un ritmo sin precedentes Una 'drag queen' en el coche de su amiga camino del espectáculo. Al fondo, la Mezquita Azul, uno de los puntos de referencia más famosos de Beirut. En Líbano, el mundo de las 'reinas' se está expandiendo a un ritmo sin precedentes. Las 'reinas' Latiza, Demetria y Robyn se preparan para El Baile en su apartamento. El Baile es una competición que se celebra en la ciudad cada dos meses. Las participantes diseñan sus propios vestidos y pueden tardar entre cuatro y cinco horas en completar su maquillaje. Anissa Krana y Robyn Hoes durante su espectáculo en una discoteca de Beirut. Para su última actuación, decidieron llevar un vestido especial, mucho menos elaborado que los que lucen habitualmente, pero parecido a los que usan las bailarinas de danza del vientre, ya que eligieron representar una canción tradicional árabe. Andrea y una amiga (ambas 'drag queens') ayudan a sus compañeras, que están a punto de actuar, alcanzándoles las pelucas. Las 'reinas' normalmente se apoyan y ayudan mutuamente. A pesar de estár creciendo a buen ritmo, en Líbano la comunidad sigue estando muy unida. Vista cerca de los acantilados de Raouche. Un domingo por la tarde, una joven 'drag queen' libanesa, pasa el rato con sus amigas, también activistas de un centro comunitario LGBT+. Emma (en el despacho donde desarrolla su labor como activista) trabaja en su vestido durante una pausa con la ayuda de su “madre 'drag”. Anissa Krana y Robin Hoes hacen un descanso en su apartamento durante la preparación para el espectáculo de la noche. Andrea se prepara para su espectáculo en su habitación del apartamento familiar. Ha conservado como nombre artístico el mismo que le pusieron al nacer. "Creo que por algo me dieron un nombre que puede ser tanto de hombre como de mujer", comenta. Las reinas Latiza, Robyn y Demetria se visten en su apartamento antes de dirigirse a El Baile, un concurso de 'drag queens' que se celebra en Beirut cada dos meses. Ruby se maquilla en un espacio "acogedor" donde trabaja una amiga. Mientras espera a que los productos cosméticos se sequen. Pasa el rato charlando con las personas que toman café en el jardín. Empezó a actuar como 'drag queen' en enero, y saldrá al escenario por tercera vez en El Baile. Emma y Robyn escuchan música en la habitación de Andrea mientras esta se prepara para su actuación. Las reinas se apoyan mutuamente, están dispuestas a ayudarse y a hacerse sugerencias mientras se preparan, y siempre asisten a los espectáculos de las demás. Anissa baila y ensaya para su actuación mientras Latiza recibe ayuda con su maquillaje en el apartamento de ambas. Robin en una sesión de maquillaje. Se está preparando para El Baile. Emma se apresura a poner a punto sus pelucas para el espectáculo. Se ha unido a las otras 'reinas' en el apartamento de Latiza, donde todas se preparan. Robyn Hoes entre bastidores mientras espera a que comience su número. Empezó a actuar como 'drag queen' hace más de un año. Demetria, una 'drag queen' libanesa, comprueba su vestido antes de salir actuar en El Baile. Anis, que trabaja como diseñadora de moda, ensaya su número en su habitación. Lleva más de un año actuando en público. Ruby, como se la conoce por su nombre artístico, en la costa de Raouche, mirando al mar. Acostumbra a pasar aquí sus tardes libres, en compañía de sus amigas, también activistas en un centro comunitario LGBT+ de la ciudad. "Cuando actúo como 'reina' siento como si por fin saliese a la superficie a respirar después de haber pasado mucho tiempo bajo el agua", explica.