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Una pequeña parte de Haití en la frontera de Tijuana Little Haití, en Tijuana, Baja California, es la casa de decenas de inmigrantes haitianos desde 2016. Los haitianos fueron los primeros que llegaron en caravana a Estados Unidos, antes del aluvión de grupos de centroamericanos que llegaron al norte a finales del año pasado. En marzo del 2017 fue construida la primera casa en Little Haití, en Tijuana. El barrio está ubicado en la Barranca del Alacrán, en la Colonia Divina Providencia. Es una colonia popular, con alrededor de 2,000 habitantes, una edad promedio de 24 años y una escolaridad de ocho años cursados.
Mónica González (El País ) El Pastor Gustavo Banda, académico del Colegio de la Frontera Norte, comenzó albergando a 100 migrantes haitianos en el Templo Embajadores de Jesús, ubicado en el Cañón del Alacrán en 2016. “Mandé dos camionetas para recoger a los migrantes y uno de los principales problemas era la lengua. Desde entonces y poco a poco, se han construido habitaciones y casas. En el templo se da cobijo a quienes están siendo deportados de Estados Unidos o familias que están en espera de cita en la corte norteamericana para resolver su solicitud de asilo”
Mónica González (El País) Muchos de quienes pasaron por el Templo ya han conseguido trabajo y vivienda en esta zona. El Pequeño Haití es una barranca, con caminos de terracería y casitas de madera. Mónica González (El País) Los hogares de la zona tienen un nivel socioeconómico tipo D, con un ingreso por hogar estimado de 4.000 pesos por persona al mes. Es de las colonias de menor ingreso de Baja California. La población se dedica al comercio minorista. Mónica González (El País) 1. En el templo, las familias de haitianos duermen en colchonetas y casas de campaña, reciben una despensa y se turnan para hacer la limpieza y preparar los alimentos. La mayoría quiere lleagar a EE UU para ir a Miami. Allí se ha establecido una comunidad llamada también La Little Haití. Muchos de losn haitianos que viven en Tijuana se hacen llamar “haitijuanenses”.
Mónica González (El País ) Todos los albergues de la zona están llenos al triple de su capacidad. Mónica González (El País) En el templo, el pastor Gustavo Banda da refugio actualmente a 400 migrantes de diferentes nacionalidades. Además de ciudadanos de Haití, hay nicaragüenses, dominicanos, venezolanos, cameruneses, salvadoreños, hondureños y mexicanos de Michoacán y Guerrero. Mónica González (El País) Dice Banda: “Estamos rebasados y ahora tenemos que albergar más gente que será deportada. Antes recibíamos el apoyo del gobierno federal, ahora no recibimos nada. Es la sociedad civil y la gente que acude a el Templo quienes proporcionan despensa y donaciones para quienes están habitando el templo. Mónica González (El País) 1. 2.Tras el anuncio que hizo el gobierno de Estados Unidos de que endurecería el proceso de asilo humanitario, las citas o entrevistas han disminuido. El pastor dice que “el gobierno mexicano deberá facilitarles la oportunidad de buscar empleo y educación, en vez de sólo concederles visas humanitarias y presionarlos para que regresen a sus lugares de origen”. Mónica González (El País)