Nicole Kidman desvela nuevos detalles de su relación con sus cuatro hijos
La actriz, siempre cauta sobre los vástagos que tuvo con Tom Cruise, cuenta anécdotas sobre la infancia de Connor e Isabella y explica cómo está criando a Sunday y Faith
Nicole Kidman es reacia a hablar de sus hijos o de su vida familiar. Es raro escuchar declaraciones de la actriz hablando acerca de sus relaciones de pareja y, sobre todo, de sus hijos. Sin embargo, la estrella australiana ha roto sus propias barreras para charlar acerca de Connor, Isabella, Faith y Sunday, los cuatro retoños que ha tenido en sus dos matrimonios, tanto con Tom Cruise como en el actual junto al exitoso músico de country Keith Urban.
La actriz de 51 años ha concedido una larga entrevista para el número de mayo de la edición estadounidense de Vanity Fair en la que ha dejado ver que sigue manteniendo una cierta relación con sus dos hijos mayores, Isabella, de 23 años, y Connor, de 26, a quienes adoptó mientras estuvo casada con Tom Cruise. De hecho, tras su divorcio en 2011 los chicos decidieron seguir viviendo con su padre en vez de con ella.
Como ha contado Kidman, Connor se dedica a la música y está asentado en Miami (Florida), e Isabella está centrada en el diseño. "Ahora Bella vive justo a las afueras de Londres", ha explicado la actriz de Moulin Rouge y Las Horas. "Ya sabes, se siente verdaderamente inglesa. Vivimos allí durante [los rodajes de] Eyes Wide Shut [1999], Mission: Impossible [1996] y Retrato de una dama [1996]". De hecho, la actriz recordaba una anécdota de cómo afectaron a Connor e Isabella aquellos rodajes en Inglaterra: "Los dos acabaron teniendo acento británico cuando eran pequeños".
Apenas se conocen detalles de las vidas de los dos chicos, que han decidido llevar una existencia completamente anónima y apartada de los focos. De quien se sabe algo más es de Isabella Cruise Kidman: está casada, ha lanzado una línea de camisetas que vende con su nombre y sus dos apellidos, sin renunciar al de su madre, y es una seguidora convencida de la Cienciología, la fe que profesa su padre.
En una entrevista con la revista Who el pasado otoño, Kidman afirmaba que prefería no contar nada de sus hijos porque tenía que "proteger esa relación". "Pero lo que sí sé al 150% es que renunciaría a mi vida por mis hijos", contaba. "Son adultos. Son capaces de tomar sus propias decisiones. Han tomado la decisión de ser cienciólogos y, como madre, mi trabajo es amarlos", explicaba entonces.
Además de hablar sobre los dos mayores, Kidman también ha dado algunas pistas acerca de Sunday Rose, de 11 años, y Faith Margaret, de ocho, y de cómo el matrimonio las está criando. Así, Faith toca el violín y Sunday el piano, pero además le gusta el cine. "Ha hecho una pequeña película en el iPad con sus amigos. Es solo una fase", reconoce la actriz quitándole hierro al asunto. Además, asegura que no las empuja para que tengan vocaciones artísticas como sus padres. "En realidad no puedes orientar a los niños hacia nada. Me he dado cuenta. Puedes empujarles un poquito, pero la motivación es algo duro. Quiero decir, nadie me obligó a ser actriz; si acaso, trataron de desanimarme", confiesa.
Además, la intérprete asegura que sus hijas viven desconectadas tecnológicamente. "No tienen móvil y no les permito usar Instagram", relata. "Intento fijar unos límites", explica, reconociendo que eso le hace ser "una madre poco popular". Además, Kidman también habla sobre cómo le gusta ser "una esposa que va de gira" y que se aprende las fechas de los conciertos de su marido, Keith Urban, de un vistazo. "Me encanta que toque y cante, pero sus grandes pasiones son la guitarra y componer. Por eso estoy a su alrededor cada día".
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