10 fotosRelojesOnce relojes masculinos donde vanguardia casa con la tradiciónAcudimos a una de las grandes ferias de relojería, la Baselworld (Basilea, Suiza), y descubrimos las novedades para lucir en las muñecas de los hombresKino Verdú PérezBasilea - 17 abr 2019 - 14:03CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceEl bronce sigue vivo (no es un capricho de marcas ‘marineras’ como parecía que iba a suceder). El Black Bay Bronze explora a su predecesor (2016) y le aporta ese gris pizarra en el esfera y el bisel. La caja, de 43 mm, procede de una aleación a aluminio y cobre de alto rendimiento muy resistente a la corrosión y que va cambiando su aspecto (uno de sus encantos). Una pieza de cuerda automática inspirada en los relojes de submarinismo de Tudor de los años 50 (como esas agujas 'snowflake'). La correa, de tejido Jacquard gris pizarra, tiene su origen en material elástico reciclado de un paracaídas que la armada francesa llegó a emplear. Un tres agujas con vida propia, vamos.Siempre mirando a las alturas, aunque también se zambulle en lo océanos con sus 'divers'. Una de sus últimas novedades es el BR 03-92 MA-, con esa ya icónica caja cuadrada y una legibilidad apabullante. Este modelo se inspira en esa 'bomber' verde que los pilotos estadounidenses adoptaron para sus misiones durante los años 50. Un mecanismo automático abrigado por una robusta caja de 42 mm fabricada en cerámica caqui mate y con la esfera en dos placas para que la Superluminova naranja exprese con claridad en la oscuridad. Edición limitada a 999 piezas y sumergible hasta los 100 metros.Otro clásico de la aviación: Navitimer Automatic 41. El primer ejemplar de esta colección nació allá por 1952 y el recién llegado reinterpreta de manera contemporánea sus rasgos. No faltan la regla de cálculo circular ni el bisel bidireccional dentado que hacen de las suyas en una caja de acero de 41 milímetros sobre una esfera de tres manecillas con pequeña ventana de fecha a las 6 h. Elegante, sí, pero con un toque sofisticado (uno se queda embelesado ante su hoja de cálculo: la energía proviene de su movimiento de cuerda automático que posee una reserva de marcha de 38 hora).Limpio, discreto, sin concesiones a lo banal ni al exceso estético. El nuevo L.U.C XP rehúye el artificio: pureza de líneas aliñada por detalles la textura de la esfera, la lana virgen de la correa y sus visibles y tranquilos índices aplicados. Toques para un 'gentleman' contemporáneo asiduo a los sastres de Savile Row. En fin, buen gusto medido por tan solo dos agujas (ni segundero, ni fecha) y revestido por una caja de acero y una esfera azul satinada con pinceladas de oro rosa. Ultrafino (7,2 mm y 40 mm de caja). Movimiento de carga automático alimentado por un micro rotor de tungsteno que despliega una reserva de marcha de 58 horas.En 1904 Fredrique Schreiner fundó la manufactura. Pero su relanzamiento y ascenso vino cuando la pareja Aletta Bax y Alex Stas la compraron. Corría el año 1988 y la firma siempre ha tenido claras las ideas: estética clásica, límpida, precios asequibles y cierta apuesta en los últimos tiempos por los 'smartwatches' de aspecto analógico. Acaban de presentar los nuevos vástagos de la Slimline Power Reserve Manufacture. Cuatro versiones (gris oscuro, azul, blanco y bicolor) que comparten similitudes: caja de acero de 40 mm de diámetro, funciones de horas, minutos, fecha, reserva de marcha de 50 horas y calibre automático. Solo le queda elegir su color.Si los órganos contundentes de Hublot se alían con el poderío de Ferrari, el resultado es impactante: el Classic Fusion Ferrari GT, relacionado con el universo del ‘Gran Turismo’. Lanzado en tres versiones (todas con recia caja de 45 mm,). Cada una de estas versiones destaca por el material que corre por sus venas: Titanium, en edición limitada a 1.000; en la aleación King Gold (a 500); y 3D Carbon (500). Acostumbrados a la generosidad en grosor de Hublot, esta vez han recurrido a unos discretos 13,5 mm que acogen un movimiento cronógrafo flyback y su habitual disposición en profundidad al sumergirse en la esfera. Se llama arquitectura.El conocimiento de esta manufactura en los calendarios es proverbial. Ahora edita este Calatrava Calendario Semanal (sí, han oído bien, semanal) que, además, supone el único Calatrava de acero (otro paso más). Sobre su esfera opalina con índices de oro blanco ennegrecido discurren agujas del día y del número de semana con puntas en forma de martillo en rojo, fecha en ventanilla y segundero central. Movimiento de cuerda automática protegido por una caja de 40 mm y bien anclado a la muñeca por una correa de piel de becerro. Un detalle: la tipografía ha sido creada especialmente para este reloj, convirtiéndole en una especie de manuscrito del tiempo.Yacía olvidado, en los anales de la marca, pero ahora adquiere entidad propia y se enorgullece de convertirse en una colección propia. El Autavia ejercía de instrumento en los salpicaderos de aviones y automóviles, entre los años 30 y 50. Luego, Jack Heuer lo transformó en reloj de pulsera en 1962, pero en el 85 se quedó escondido en un ‘baúl’. Pues siete nuevos modelos se acaban de lanzar en Basilea: sencillos, de tres agujas y ventana de fecha (cinco en acero inoxidable y dos en bronce). Automáticos, conservan esa pátina vintage de los 60, con ese bisel giratorio en diferentes tonalidades de cerámicas (al gusto). Se pueden combinar con un sinfín de correas de piel. O sea, un reloj nuevo.Uf. Los vericuetos micromecánicos de última generación abruman y sorprenden en el Defy, reloj que surgió en un laboratorio como prototipo y que ahora salta a la escena real. La caja de titanio apenas pesa y está ayudada por el Aeronith, un innovador compuesto de aluminio y de polímero. El oscilador patentado por la manufactura reemplaza al tradicional conjunto volante-espiral. De treinta piezas se pasa a una, al Defy. Bajo la esfera calada (y una caja de 44 mm) se puede ‘viajar’ con la vista por los entresijos de este modelo urbano y vanguardista. Un cronógrafo automático con una reserva de marcha de 50 horas.Un buen amigo para un viajero incansable: 1919 Globetimer UTC. Legibilidad y funcionalidad. Con solo pulsar un botón se fija la hora local con la aguja horaria de doce horas. Además, la ventana día/noche sirve como indicador a.m./p.m., ayudando al usuario a establecer la hora en la mitad correcta del día para la nueva zona horaria. La fecha, unida a la hora local, avanza o retrocede automáticamente cuando es necesario. Los minutos y hora de referencia inicial ('home time') se siguen mostrando con la aguja UTC. Fácil, ¿no? Un mecanismo de carga automática con caja de 42 milímetros en titanio.