14 fotosEl abismo demográfico de ChinaDespués de años de política de hijo único, el país asiático envejece a un ritmo que quizás no sea sostenible. Hacen falta más hijos Shanghai - 24 ene 2019 - 00:01CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceDesde la implementación de la política del hijo único en China (en 1979), las parejas urbanas solo podían tener un descendiente y, en las zonas rurales, dos si la primera era una hija.Hasta no hace mucho, niños y niñas en zonas rurales como esta de la región de Xishuangbanna trabajaban en el campo casi como los mayores, razón por la que tener varios hijos era importante.Desde un inicio, los miembros de las 55 minorías étnicas de China estaban exentos de la política de natalidad y podían tener tantos hijos como quisieran. Como esta mujer de la etnia Yao que tiene tres.En las zonas urbanas, la única forma de tener dos hijos era tener gemelos, como los de esta foto tomada en Pekín.Tres décadas largas de la política de natalidad han provocado que más de 100 millones de chinos hayan crecido sin hermanos. Sobre sus hombros recaerá la obligación de cuidar de padres y abuelos.Otra consecuencia de la política de natalidad ha sido el desequilibrio de género: en el país hay casi 30 millones de hombres más que de mujeres. Muchos no encuentran pareja y eso se traduce en tensiones sociales. Los chinos prestan mucha atención a la calidad de la educación de sus hijos. Eso explica que sean números uno de las clases en el extranjero, pero también que se dediquen tantos recursos económicos que es difícil criar a más de uno por cada familia. En la fotografía, la escuela de fútbol que el Real Madrid tiene en colaboración con Evergrande en Guangzhou.Un ejemplo de los recursos económicos requeridos para proporcionar una buena educación son las guarderías privadas de Ailu, muy prestigiosas y también caras: enviar a sus centros a los hijos puede costar más de 10.000 euros al año.La gran competitividad de la sociedad china se nota desde que los niños son muy pequeños. La presión de los padres por sobresalir se ve bien en la escuela deportiva de Shichahai, en Pekín, de donde han salido algunos campeones olímpicos de China y muchos niños traumatizados por el gigantesco esfuerzo que se les exige.Los chinos cada vez se casan menos, y cada vez más tarde. Lo que sí hacen cada vez más es divorciarse. Teniendo en cuenta que dar a luz fuera del matrimonio todavía no está socialmente muy aceptado, eso se ve también como un lastre para la natalidad. Eso sí, en las fotos de boda no se escatima.Padres y abuelos se dan cita en el parque de Hongkou, en Shanghái, para intercambiar datos sobre sus descendientes solteros y apañar citas entre ellos. A las mujeres que no han encontrado pareja a los 30, cada vez más, se las llama 'mujeres sobrantes'.El problema demográfico de China no viene determinado solo por la natalidad, sino también por el aumento de la esperanza de vida y, con él, de la población mayor dependiente. Sin un sistema de seguridad social tan avanzado como el europeo, eso ha provocado un aumento en la pobreza de la tercera edad.El demógrafo James Liang en la sede de la empresa que preside, la agencia de viajes Ctrip.Aunque China conjura imágenes de muchedumbres como estas del metro de Shanghái, lo cierto es que, según Liang, a partir de 2040 podría comenzar a perder en torno a 10 millones de habitantes cada año. Y ahí puede estar el fin de su milagro económico.