Feliz Año Nuevo
Parece que el mundo se acaba cuando está terminando el año. Prisas y ansiedades reflejadas en el rostro de las personas que invaden las calles; coches y personas a punto de arrollarte en los pasos de cebra. Codazos, pisotones, malos modos y atropellos de los demás en busca de regalos y hartazgos de comidas y bebidas. Es la “alegría” de estas entrañables fechas navideñas, aunque, con cierta frecuencia, la “feliz Navidad” se transforme en frenéticas prisas nerviosas, colas, griterío innecesario, ruidos descontrolados y petardos a punto de saltarte un ojo. Una locura colectiva, que por fin se termina el 7 de enero del año siguiente, con los bostezos de la resaca de la borrachera felizmente terminada. Desea uno que vuelvan la cordura y el sosiego; y los pocos valores, que van quedando, vuelvan a aflorar. Nunca mejor dicho: feliz Año Nuevo.
José Fuentes Miranda. Badajoz
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