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<strong>Por qué fue revolucionaria.</strong> Una demoledora sátira sobre nuestro enfermizo consumismo ante el cambio de milenio: el terrorismo social es la única salida. Una violación cinematográfica al sistema que nos liberaba de la dictadura capitalista y la corrección política que nos asfixiaba. Para los nacidos en los 80, 'El club de la lucha' fue un escalón en su camino a hacerse mayores tan imprescindible como la primera borrachera, el primer 'piercing' o la primera vez que leyeron 'El guardián entre el centeno'. </p> <strong>Por qué ha quedado obsoleta.</strong> ¿Cuáles son los problemas de estos hombres blancos heterosexuales (Brad Pitt, Edward Norton y Jared Leto) exactamente? ¿Que son demasiado atractivos? ¿Que ganan demasiado dinero en sus trabajos? ¿Que se compran muebles demasiado bonitos? Nos vendieron 'El club de la lucha' como una gamberrada antisistema, cuando en realidad estaba producida por una multinacional (Fox) y financiada por patrocinadores (Starbucks, Pepsi). Su propuesta es desgarrar las riendas de los hombres adultos para que puedan comportarse como adolescentes. Y por supuesto esta liberación no incluye a las mujeres: la única que hay (Marla, Helena Bonham-Carter) es una 'femme fatale' vejada sistemáticamente durante toda la película, un paradigma importado directamente del cine de los años 40. Para ver algo antisistema de verdad, mejor ponerse 'Crash' (David Cronenberg, 1996).
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12 películas de los 90 que nos parecieron el colmo de la transgresión y hoy solo arañan como gatitos

Regresar a ellas demuestra que el mundo, le pese a quien le pese, solo avanza hacia adelante. Aunque a veces no lo parezca

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