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La Sagrada Familia será el edificio más alto de Barcelona en 2022 Las obras de construcción de la Sagrada Familia entran en la recta final con el levantamiento de la Torre de Jesucristo, que se empezará a alzar el próximo mes de octubre y que, con una altura de 172,5 metros, será el edificio más alto de Barcelona, cuando acabe de erigirse en 2022 Los responsables de las obras de la Sagrada Familia siguen con sus planes para acabar el conjunto del templo en 2026 gracias al alto ritmo de financiación que aportan los 50 millones de euros que recaudan de los 4,5 millones de visitas anuales: una media de 12.000 personas al día. Carles Ribas La Sagrada Familia lleva en construcción 136 años, ajena al control del Ayuntamiento de Barcelona y de la Generalitat, que no han tomado medida alguna para fiscalizar unas obras de enorme impacto en el barrio y en toda la ciudad. Por no tener, el edificio más icónico de Barcelona no tiene licencia de obras municipal. Carles Ribas El templo tampoco consta en el Registro de la Propiedad, donde solo figura como un enorme solar vacío propiedad de la Diócesis de Barcelona desde 1995. Después de más de un siglo de irregularidades, en noviembre de 2016 la Junta Constructora del templo y el Consistorio de Ada Colau iniciaron negociaciones para regularizar la edificación y el pago de licencias con un plan especial urbanístico que se anuncia para finales de este año. Hasta entonces, las obras proseguirán sin control. Carles Ribas Esta falta de fiscalización ha posibilitado a los responsables del templo incurrir en anomalías como la que se descubrió en 2007, tras retirar el muro de la obra de la fachada de la Glòria, la principal de la basílica, situada en la calle de Mallorca, cuando se comprobó que ocho columnas estaban avanzadas entre 20 y 50 centímetros respecto a la alineación de la calle e invadían la acera. El Consistorio no actuó. Lo mismo está ocurriendo ahora con la capilla de la Assumpta, en la calle de Provença, al otro extremo de la manzana, donde sobresalen 30 centímetros. Carles Ribas La Administración de Colau, que al inicio del mandato aseguró que la basílica no era una prioridad para la ciudad, no aclaró este jueves su posición con el proyecto de la rambla de acceso y se limitó a explicar: “Desde hace dos años se trabaja para llegar a un acuerdo que sirva para tramitar la licencia de obras de la basílica, según el proyecto de Antoni Gaudí”. Carles Ribas Por su parte, la Generalitat tampoco ha intervenido, pese a que la Sagrada Familia está declarada Bien de Interés Cultural (BIC) y cualquier actuación tendría que ser supervisada por esta Administración. Sin embargo, desde la Generalitat han asegurado que no tienen “obligación de vigilar los trabajos porque no afectan a la parte creada por Gaudí, que es la que está catalogada: la fachada de la Natividad y la cripta”; el lugar donde está enterrado el arquitecto. En la imagen, panorámica vertical de la zona del huerto de la Sagrada Familia. Carles Ribas La opacidad de las obras es tal que en 2010, cuando se construía el túnel del AVE que cruzaba toda la ciudad, al llegar a la altura del edificio se desconocía si la perforación de la galería podría afectar a la basílica. En ese momento, los responsables del templo negaron la información al Ayuntamiento, Generalitat y Ministerio de Fomento, y solo se avinieron a hacerlo con dos ingenieros alemanes de la Unesco, organismo que otorgó su reconocimiento a la Sagrada Familia como patrimonio de la humanidad en 2005. Carles Ribas Más allá de las numerosas polémicas urbanísticas, las obras de la Sagrada Familia continúan, año tras año, a un ritmo de vértigo, a medida que ha ido aumentando el número de visitantes. El enorme volumen de ingresos ha permitido culminar el 70% de los trabajos, por lo que los responsables de las obras aseguraron este jueves que están en la recta final. En la imagen, el arquitecto Jordi Faul, ante la Sagrada Familia. Carles Ribas La Torre de Jesucristo, la más alta de las 18 del conjunto, alcanzará los 172,5 metros en 2022, cuando se convertirá en el edificio más elevado de la ciudad. Ahora, los trabajos en esta torre están a una cota de 85,4 metros. De allí partirá una espectacular escalera de caracol de 60 metros de altura que rodeará a un ascensor de cristal. Ascenderán hasta la base de la cruz, de 17 metros de altura, que coronará el edificio y que también será accesible en grupos reducidos. En la imagen, el arquitecto Jordi Fauli (derecha) y Esteve Camps, presidente de la Junta Constructora de la Sagrada Familia, en las obras. Carles Ribas La Torre de Jesucristo comienza ahora a sobresalir del conjunto central del templo. También las cinco torres que la rodearán que no podían ser otras que las de los cuatro evangelistas que alcanzarán los 135 metros de altura y que ya se han conectado mediante un puente con la central de Jesús. Otra torre, algo mayor, de 138 metros, que se acabará con una estrella, cubre y le da luz al ábside de la nave central y está dedicada a la Virgen María. Carles Ribas El nuevo Huerto del Sepulcro es un rincón situado detrás de la Fachada de la Pasión, entre las esculturas de Jesucristo muerto y las dos torres centrales. En el huerto se han instalado, entre medio de enormes bloques de piedra que representan una cantera abandonada, plantas tipo helecho que crecen como signo de la nueva vida de la resurrección, explican los responsables del templo. Carles Ribas Perfil del visitante al templo barcelonés: extranjeros, sobre todo italianos, estadounidenses y franceses, que rondan el 10% cada uno, mientras que los españoles representan solo el 5,8%; unas personas que tienen entre 25 y 44 años de forma mayoritaria y que visitan el templo (en un 74%) porque es el monumento imprescindible de la ciudad, y el resto porque tiene un interés arquitectónico. Carles Ribas En la imagen, una vista de las obras de la Sagrada Familia. Como cada año, entre el 21 y el 24 de septiembre se celebrará una jornada de puertas abiertas en el templo coincidiendo con las fiestas de La Mercè: 30.000 barceloneses son invitados gratis a visitar el templo. Carles Ribas