15 fotos16 cosas que hacíamos los españoles en septiembre y hoy nos parecen impensables¿Ha cambiado mucho la vida de la gente cuando arranca una nueva temporada y hay que volver a la rutina? Vamos a verlo...Noelia Fariña04 sept 2018 - 09:19CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceEran normalmente hombres, trajeados, que tocaban el timbre de tu casa a primera hora de la mañana y que tenían un profundo poder de persuasión. Cuando abrías la puerta no le dabas ni media posibilidad; cuando la cerrabas tenías 20.000 pesetas menos y una estantería llena con una docena de volúmenes de una enciclopedia. Pero ni ellos consiguieron frenar a Internet: en 2012, la Enciclopedia Británica, la más antigua del mundo en inglés, tomaba la decisión de cerrar su edición en papel. Ahora la enciclopedia es un objeto de culto más que de consulta. Según el último informe de Comercio Interior realizado por la Federación Española de Editores, en 2007 se editaron 1.147 títulos de Enciclopedias y Diccionarios, frente a los 427 títulos publicados en 2017. En la imagen, Javier Rey en 'Velvet', con las pintas y la persuasión de un digno comercial de enciclopedias.Era una capa de ¿chocolate rosa? que mordías con ansiedad y te topabas con un corazón de nata. ¿Rico? Riquísimo. ¿Insano? Ni te cuento. Hablamos, claro, del bollo Pantera Rosa. La primera sorpresa de la mañana llegaba cuando sonaba el timbre del recreo, bajabas con la merienda al patio y descubrías de qué era el bocadillo que te había preparado tu madre esa mañana. El de Nocilla cotizaba al alza en el recreo, junto a clásicos como el de chorizo o el de mortadela con aceitunas. En la mochila tampoco faltaban phoskitos, bollicaos, panteras rosas y demás manjares de elaboración industrial, algo que hoy en día sería percibido como una irresponsabilidad. La tasa de obesidad se ha convertido en uno de los principales problemas de salud pública, una enfermedad que afecta al 23% de la población infantil, según el último el último informe de la OMS (Organización Mundial de la Salud). “Hace veinte años íbamos al colegio con chucherías, pero comíamos en casa y teníamos una alimentación más mediterránea de la que tenemos ahora”, explica el nutricionista de Medicadiet, Álvaro Sánchez. “Se intentan hacer avances desde los gobiernos o los colegios, pero en las familias no se preocupan tanto por la alimentación, además de no tener tiempo para hacer comidas elaborados y sanas”. Una de las medidas que tomó el Gobierno en 2011 fue prohibir la venta de bollería y refrescos en colegios e institutos, pero el experto sitúa la raíz del problema en otro lado. “La preocupación por la alimentación sana depende del factor económico. Dicho de otra manera: comer bien es caro. Es mucho más fácil tirar de comida rápida o alimentos precocinados. Y eso está empeorando las cifras de obesidad”, señala Álvaro Sánchez. En la imagen, los protagonistas de 'Zipi y Zape y el club de la canica’ con un equilibrado desayuno.Septiembre siempre ha sido sinónimo de rutina. De sacudirse la arena, subir la maleta al altillo y asumir estoicamente que todo ha terminado. Eso era antes. Ahora, las vacaciones ya no siguen el calendario oficial. Mientras los niños vuelven al cole, y la mayoría se acostumbra a esa luz fluorescente de oficina, otros aprovechan para desconectar. “La tendencia de viajar en septiembre ha ido en aumento. En concreto, este año las búsquedas de vuelos se han incrementado un 17% comparado con el mismo período del año anterior”, apunta Alexandra Velazquez, portavoz del portal de viajes kayak.es. ¿Las razones? “El clima sigue siendo bueno, pero no es tan caluroso como julio o agosto. Los precios suelen ser más asequibles puesto que la demanda es menor y, sobre todo, la disponibilidad de alojamientos es mayor”, explica. A la rentabilidad se le suma otro factor inesperado: la depresión post vacacional. “Según nuestra encuesta sobre hábitos de viaje entre los españoles, los datos revelan que el 24% combaten la vuelta al trabajo empezando a planificar su siguiente viaje, por lo que las escapadas en septiembre siempre son una buena alternativa”, apunta Velázquez. En la imagen, la actriz Cecilia Roth viajando en la película de Pedro Almodóvar, 'Los amantes pasajeros'.Antes, no había tantas escenas como estas en los aeropuertos españoles: unos padres desconsolados, despidiéndose de su primogénito, que después de pasar las vacaciones en familia vuelve al trabajo a un país extranjero; y un hijo resignado, con los hombros encogidos, al que no le queda más remedio que irse. “Esta vez mi madre no ha llorado: creo que se empiezan a acostumbrar”, bromea Ángela, periodista de 27 años, a punto de coger un vuelo a Bruselas, donde vive desde hace tres años. Una suerte parecida le espera a la familia de Miguel, enfermero de 29, que está apurando sus últimos días de vacaciones en Madrid antes de volver a Francia. Desde que comenzó la crisis en 2008, según datos del INE (Instituto Nacional de Estadística), han dejado España un total de 2.657.000 jóvenes. En la imagen, Julián López y Yon González en la película 'Buscando el norte'.Prueba a decirle a tu ligue de verano que quieres su dirección de correo postal -no su email, no, su dirección de residencia-, para escribirle en cuanto dejéis esa playa tórrida del Levante. Lo primero que pensará es que no quieres volver a saber nada de él/ella nunca más. Casi nadie escribe cartas -el 64% no envió ninguna durante 2017, según un informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia- y las pocas que recibimos se acumulan en el buzón durante días. Según datos facilitados por Correos, el operador realizó en 2017 cerca de 2.640 millones de envíos. La mayoría de esa correspondencia, un 90% aproximadamente, era de empresas. Atrás quedaron también esas cartas infantiles que intercambiabas con niños de otros países en las clases de idiomas. Porque el email es gratis, y sobre todo, inmediato. En la imagen, el actor Arturo García lee una carta en 'Amar en tiempos revueltos'.“No hay verano sin Derecho Romano”. Durante muchos años, e independientemente de tu carrera, esta frase persiguió a los alumnos con asignaturas pendientes para septiembre. Estudiantes que cumplían la penitencia de pasear sus libros y los apuntes durante todo el verano y echarle un ojo de vez en cuanto. El sistema cambió en 2011, con la implantación del Plan Bolonia. La Universidad Española se adaptó al nuevo programa universitario, que puso fin a las Licenciaturas para dar paso a los Grados y acercarse al sistema educativo Europeo. Bolonia modificó también el calendario universitario, al que todavía muchas Universidades se están adaptando (todavía hay algunas que mantienen exámenes en septiembre). Los exámenes del primer cuatrimestre se pasaron a enero, lo del segundo, a mayo, y la convocatoria extraordinarias, a julio. En la imagen, alumnos de la serie de Netflix, 'Merlí'.“Hello, I am Muzzy. Big Muzzy”. Aquellos que cursaron la EGB seguro que recordarán a este extraterrestre verde creado por la cadena británica BBC. Un gigante peludo, que zampaba relojes por razones desconocidas, con el que varias generaciones aprendieron sus primeras palabras en inglés. La entrada en vigor de Ley General de Educación de 1970 incluía el estudio de una lengua extranjera en el plan escolar y en los ochenta el inglés se convirtió en la primera lengua de estudio, desbancando al francés. Pero no todos los centros estaban preparados para el cambio. El nivel de muchos profesores poco tenía que ver con el idioma de Shakespeare. Los métodos se centraban en recitar la gramática y apenas ponerla en práctica. Y, seamos sinceros, los episodios de esta serie creada por la BBC británica -tan recurrentes entre el profesorado-, no nos iban a colocar a la cabeza de Europa. La enseñanza, por suerte, ha mejorado mucho hasta ahora. Así lo reconoce, Michael Leahy, director del centro British Council de Mallorca: “Los alumnos buscan cursos más cortos y flexibles, adaptados a sus necesidades. Saben que a través de Internet tienen un montón de recursos digitales y gratuitos, de modo que cuando vienen a clase quieren hablar y comunicarse”. ¿Ha mejorado nuestro nivel de inglés? Leahy se muestra optimista: “El inglés de los españoles es cada vez mejor. En el British Council publicamos hace unos meses un estudio, English Impact, que revela que siete de cada diez estudiantes de la comunidad de Madrid tienen un nivel mayor del B1”.Pasábamos la tarde del domingo pegados a la radio, escuchando esas retransmisiones épicas a pie de campo. Con Héctor del Mar cantando algún gol interminable o José María García sacándose datos y más datos de manga. A veces la jornada solo estaba de fondo en el salón, hasta que ese pitido estridente nos metía de lleno en el marcador. ¡Gooool en La Condomina! Alguien había marcado y podía ser en cualquier estadio. Muchos vividos con los carruseles deportivos de la radio de fondo. ¿Qué pasó después? La dispersión de horarios modificó las reglas del juego con el cambio de siglo. Es un síntoma de los nuevos tiempos, algunos se quejan de que los partidos se jueguen en horarios que consideran extraños, otros se alegran de poder ver en televisión (y en directo) la mayoría de los encuentros sin que se solapen. En la imagen, Ernesto Alterio y Fernando Tejero en la película 'Días de fútbol'.Antes de que conociéramos el término Big Data, y nos sintiéramos abrumados por la cantidad de datos que generamos, la única información que necesitábamos estaba en las Páginas Amarillas. Solían dejarlas sobre septiembre, en la alfombrilla del portal o atascándote el buzón, y te salvaban de algún que otro apuro cuando necesitabas contratar a alguien o anunciar tu negocio. Contra todo pronóstico, la guía sigue existiendo en la actualidad, pero muy pocos le llegan a quitar el plástico. Cuando hay una gotera o se atascan las tuberías ahora se busca al fontanero a través de Internet. Tanto es así que Páginas Amarillas prevé que en solo dos años el 90 % de sus ingresos provengan del negocio digital. Peor suerte corrieron las Páginas Blancas, el listín con todos los teléfonos fijos de tu provincia, ya que hace 25 años se distribuían 12 millones de ejemplares y hoy su distribución es residual. En la imagen, Carmen Maura habla por teléfono en 'Mujeres al borde de una ataque de nervios'.Y llegó el cambio climático para cambiar hasta nuestro armario de casa. Hace unos años, con el otoño llegaba el temido cambio de armario. Antes intentábamos postergar la tarea, ahora directamente no sabemos cuando hacerlo. El cambio climático ha dinamitado las estaciones, la temperatura anual ha aumentado y del largo verano pasamos directamente al invierno. ¿Cómo ha afectado a nuestro vestuario? “La ropa que llevamos durante todo el año se parece más de lo que lo hacía anteriormente. Es posible que te estés poniendo los mismos vaqueros o camisas durante todo el año y, si hay necesidad, solo añadimos más capas”, explica Carlos Primo, redactor de moda de ICON. Primo añade otro factor: “Uno de los grandes cambios que ha experimentado la vida moderna ha sido la climatización. Ahora estamos en sitios con mucha calefacción en invierno y mucho aire acondicionado en verano, con lo cual esta idea de que las prendas tenían que ser de invierno o de verano ha cambiado”. A juzgar por las últimas colecciones de las marcas, podríamos pensar que la industria de la moda, al igual que el tiempo, ya no atiende a ninguna lógica. Prada mezcla abrigos con sandalias en su última colección y Marni casa prendas ligeras con batines de lana. Pero nada más lejos de realidad. “¿Por qué las colecciones hacen todas estas mezclas? Principalmente es por la clientela. El concepto de colecciones Primavera-Verano y Otoño-Invierno funcionaban antes, cuando Europa, Estados Unidos o Asia eran los mercados principales. Las estaciones coincidían en las mismas fechas y esto hacía que todo fuera muy monolítico. La realidad es que estas marcas están vendiendo en países donde las estaciones están invertidas, y a esto hay que sumarle que la gente viaja mucho”, matiza el experto. En la imagen, Mario Casas en 'El camino de los ingleses'.Los gimnasios empiezan a ser algo tan español como los bares. Hay 4.500 repartidos por todo el país y, según el informe sectorial publicado por el observatorio DBK, en 2017 facturaron 950 millones de euros. Ponerse en forma está de moda, pero no siempre fue así. "Decía Sylvestre Stallone en una entrevista con Larry King que cuando él iba al gimnasio siendo solo un adolescente en los años sesenta, eran sitios sórdidos en los que no era raro ver a señores fumando un cigarrillo mientras levantaban pesas. El gimnasio era un ecosistema urbano, frecuentado por forzudos, macarras callejeros o celebridades que estaban muy pendientes de su imagen, pues esta era su fuente de ingresos", explica el sociólogo Iñaki Dominguez, autor del libro 'Sociología del moderneo'. ¿Qué provocó el cambio? El culto al cuerpo y los hábitos de vida saludables acercaron el deporte al resto de la población. Ahora nos gusta ir al gimnasio y también dejar constancia de que hemos ido. "Es una consecuencia del narcisismo desaforado que domina nuestra sociedad. Cada uno de nosotros nos prestamos a ocupar el lugar de la celebridad tradicional y contamos con dispositivos tecnológicos para proyectar una representación mediática. Antes solo accesible a actores y artistas reconocidos", apunta el experto. En la imagen, una escena de la serie 'Gym Tony'.En septiembre, la televisión retomaba sus horarios habituales y por fin podíamos continuar con nuestras series favoritas: 'Falcon Crest', 'Perdidos', 'Expediente X', 'Arriba y abajo', 'The OC', 'Twin Peaks'... Las cadenas nos racionalizaban los capítulos, pero nunca faltábamos a nuestra cita semanal (sí, un capítulo cada semana). Ahora los espectadores ya no tienen tanta paciencia y prefieren darse atracones a través de plataformas como Netflix o HBO. Según datos del Observatorio Nacional de las Comunicaciones, un 87,5% de los españoles de edades comprendidas entre los 16 y los 24 años ve habitualmente series y películas en formato digital. ¿Qué ha provocado esta tendencia? La flexibilidad de horarios, la opción de disfrutar de las series en versión original y, posiblemente, el poco riesgo que asumen las cadenas. "Lo que ocurre con la televisión es que los programas ligeros han terminado por monopolizar casi la totalidad de la programación. Tenemos un ejemplo de ello en 'Sálvame', en el que, de lunes a viernes, una serie de personajes se dedican a chismorrear frente a una cámara, ¡durante más de cuatro horas seguidas! Incluso meriendan en el plató. Esta degradación gradual de la televisión ha hecho que aquellos que se consideran cultos, o al menos quieren proyectar una identidad como intelectuales, afirmen no tener tele", apunta el sociólogo Iñaki Domínguez. En la imagen, tres de los protagonistas de 'Perdidos'.Ponerse en forma siempre está entre nuestros pensamientos de septiembre. Pero para lograrlo a veces hemos recurrido a tácticas que han puesto en riesgo nuestra salud. Sobre todo en el pasado, que se tenía poca información en este terreno. “Hay que ir abandonando el concepto dieta. Si una persona pretende ser súper rígida con su alimentación va a fracasar, porque es muy difícil estar un mes controlando todos los días tu alimentación. Hay que personalizar los ámbitos de alimentación, ajustarlos a las características de cada persona”, explica el nutricionista de Medicadiet Álvaro Sánchez. Frente a las dietas milagro, populares en otra época como la Dieta Dukan o la ‘detox’ recomendada por Gwyneth Paltrow, el ministerio de Sanidad ha tomado cartas en el asunto y en 2017 abrió una web para alertar de sus peligros. En la imagen, fotograma de la película 'Gordos'.Quién no recuerda aquellas tardes en los salones de arcade, con las pantallas centelleado en la oscuridad y los billares al fondo de la sala. Solo necesitabas una moneda de cinco duros para entrar en otro mundo de 8 bits: ‘Tétris’, ‘Squash’, ‘Donkey Kong’… “Los recreativos eran sitios llenos de humo, donde los adolescentes daban sus primeras caladas a un Bisonte y se mezclaban con niños inocentes que quería probar el último ‘Street Fighter’ o la nueva máquina de coches. Un ecosistema muy diverso”, explica Miguel, copropietario de ‘Next Level arcade bar’, el recreativo que decidió abrir en Madrid junto a un amigo, para revivir sus recuerdos de adolescente y ofrecer otra alternativa a la noche madrileña. Una propuesta bastante arriesgada si tenemos en cuenta que la gran mayoría no sobrevivieron al cambio de siglo. “Creo que los recreativos murieron por dos motivos: uno fue la accesibilidad a las consolas y su gran rendimiento, juntándolo con el nacimiento del juego 'online'. Ya no había que reunirse en un local para jugar con tus colegas”, explica su socio y copropietario del local, Dani. “El otro motivo fueron los costes de los recreativos, dado que la legislación equiparaba las consolas con las tragaperras, y estas eran más rentables para un negocio. Los locales de recreativos pasaron a tener tragaperras y, en la actualidad, se han transformado en casas de apuestas”. En la imagen, el actor Raúl Arévalo en 'Siete mesas de billar francés'.Abarrotaban los quioscos en estas fechas: coches legendarios, dedales del mundo, minerales de los cinco continentes, guitarras del rock, casas de muñecas, rosarios y todos las cosas que te puedas imaginar. Junto al propósito de iniciar nuevos proyectos, los fascículos y coleccionables también vuelven al quiosco, pero ya no suscitan el mismo interés de antaño. ¿El motivo? “Se han quedado muy atrasados”, zanja Rafael, que desde 1992 ha visto pasar muchos por su quiosco de Madrid. “Cuando sacan algo diferente sí que se vende, pero la mayoría repite lo mismo año tras año. Otras directamente han desaparecido, como los cursos de idiomas o los fascículos al uso, como las enciclopedias. Solo sobreviven los que incluyen alguna figurita, como las de 'Star wars'. Por otro lado, muy pocos consiguen completar todas las entregas, fraccionadas más allá de lo prometido. En la imagen, el actor Tony Leblanc, fallecido en 2012 a la edad de noventa años, al frente de su quiosco en 'Cuéntame como pasó'. En la imagen, los niños de la serie 'Cuéntame' con aquellos cómics por fascículos de la época.