Demasiados españoles en Benidorm
Por si le sirve de consuelo a la señora británica que se quejó de que en Benidorm había demasiados españoles, le diré que a mí me ocurrió algo parecido cuando viajé a Estrasburgo. No sé de dónde salían, pero había franceses por todas partes. Incluso en el hotel donde me alojé, en lugar de habitación decían chambre, lo que en un primer momento me desconcertó por su parecido al español “cochambre”. Cuando yo vuele hasta Reino Unido, espero que guarden ustedes la debida proporción.
Y acabo con una sugerencia: si no quiere encontrarse con un exceso de nativos allá donde vaya, le propongo los siguientes destinos: la estepa de Mongolia, Siberia, el desierto del Kalahari, la Antártida o Groenlandia.— Enrique Chicote Serna. Arganda del Rey (Madrid).
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