7 fotosOcho formas de vestir para el futuroSeleccionamos los looks clave de las dos primeras jornadas de 080 Barcelona FashionICON28 jun 2018 - 15:13CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceDicen Alba Martínez Armengola y Xavier Martínez Checa que el principal objetivo de su firma Killing Weekend en general y de su colección “Orígenes” en concreto es usar la moda como herramienta de inspiración. Y eso es algo que, en este caso, erupciona en forma de eslóganes tan asertivos como “Your Life Your Way” o “They Will Judge Your”. Las prendas de Killing Weekend para hombre parten del culto al negro y a la ropa deportiva, de Alexander Wang y Olivier Rousteing y otros tantos, para ofrecer una visión del hombre a medio camino entre la sensualidad de las rejillas y transparencias y las concesiones a ciertos patrones que recuerdan a India. No es casualidad, porque los diseñadores acaban de recorrer este país en un largo viaje.La libertad del Berlín de los años noventa y de la 'rave' como 'modus vivendi' hedonista han sido las coordenadas sobre las que Jaime Álvarez ha articulado su nueva colección, llamada “Mans House”. El cansancio fiestero se palpa en el maquillaje de enrojecimiento bajo los ojos de los modelos, y la estética 'techno' desestabiliza y deconstruye una visión de la sastrería que amplía su irreverencia en los detalles del estilismo de Javier de Juanas: guantes vaporosos y transparentes o ligas de cuero para calcetines aportan el toque de decadencia que implica toda fiesta que se niega a acabar.Dice Álvarez que, en esta colección, se ha dedicado a vestir a una banda de chavales que entienden la fiesta como verdadero “MOVEMENT SELF-IMPROVEMENT", un gesto de liberación capaz de desafiar la creencia de que un “traje” no es un “traje” si no se ve coronado por una chaqueta. ¿Por qué no, entonces, chalecos maximizados o camisetas sin manga con tejido regio? ¿Por qué no entrelazar el traje convencional con prendas deportivas o con piezas de punto colorido que dejen a la vista algunas partes del cuerpo masculino? ¿Por qué no hacer concesiones al “efecto Frankenstein” y a los abrigos extralargos de siluetas afectadas? ¿Por qué no homenajear a las botas Doctor Martens que fueron el uniforme de los 'clubbers' de los noventa? ¿Por qué no borrar los límites de la masculinidad y redefinirla reprogramando su propio ADN desde dentro? Esta colección, una de las más destacadas de la primera jornada de 080 Barcelona Fashion, propone varias respuestas (y todas son afirmativas).En temporadas anteriores, Krizia Robustella ya se había dedicado a redefinir imaginarios ajenos que podían partir de una iconografía nostálgica (los Osos Amorosos), de una estética concreta (la estética 'pimp' más exuberante y nocturna) o de un concepto (los funerales sudamericanos concebidos como fiesta y no como duelo). La diseñadora usa la moda para explorar nuevos horizontes desde su propio imaginario, nunca para subrayar algo que ya exista. No es de extrañar, entonces, que la nueva colección de Robustella parta del lujo deportivo para borrar los límites de un estética demasiado tendente al aburrimiento: la fiesta tipo cóctel, que en manos de Krizia es menos cóctel y más fiesta que nunca.Krizia Robustella redefine los códigos y los elementos de la fiesta de cóctel para el siglo XXI. En su “Fancy Feast” se perciben las constantes de su visión de la moda (la repetición de un estampado que es el corazón de toda la colección), pero también hay espacio suficiente para revisar el traje chaqueta por la vía de los materiales 'bling-bling' y de los cortes confortables, para que los complementos pasen a un primerísimo primer plano en el que no existan prejuicios estéticos. Por eso su colección incluye pamelas rosas para hombre, riñoneras de patrones estridentes al cuello y una selección de gafas con motivos gráficos que van desde los corazones a las llamas apasionadas. También utiliza el color como inyección de botox capaz de revigorizar una fiesta tipo cóctel que, de repente, ya no huele a viejuno.En su nueva colección, Miquel Suay no oculta una fascinación profunda por el pantógrafo, ese instrumento de duplicación que sirve para que el movimiento de un lápiz produzca movimientos idénticos en un segundo bolígrafo y reproducir así dos imágenes paralelas, exactas, idénticas, pero inquietantemente diferentes. Una especie de hipnotizante fantasmagoría que Miquel Suay vierte sobre sus diseños, ya sea en los diferentes estampados que dan color a su sastrería cada vez menos clásica o en los trajes duplicados en versión hombre y mujer que apuntan tímidamente a una exploración de las cuestiones de género en la moda.Z1, la firma creada por Matteo de Meo y Beatriz Ferrer (ambos exalumnos del IED barcelonés), debuta en sociedad con “Negativity”, una colección cuya principal coordenada es el unisex alcanzado por la vía de la purga de líneas y conceptos. Z1 alterna 'oversize' y siluetas entalladas para acabar creando uniformes futuristas de colores básicos, materiales técnicos y patrones en los que prima la línea recta y el acabado invisible. Los diseñadores toman los preceptos de la ropa deportiva y los elevan usando la sencillez y la funcionalidad como herramientas de depuración formal pensadas para vestir a las generaciones del futuro. Foto de apertura: imagen de 'backstage' del desfile de Mans Concept. Autor: Gerard Estadella.