![“Alfonso XIII fue un rey raro al que bautizaron en el útero materno, nombraron rey antes de nacer y al que quitaron del trono antes de morir”, asegura Nieves Concostrina en 'Pretérito Imperfecto' (Cadena Ser). Sin embargo, lo más llamativo fue su relación con el cine porno. "El rey tuvo vinculación con la industria pornográfica y nunca se esforzó en ocultarlo. Además, tuvo varios hijos bastardos y bastantes amoríos extra matrimoniales que tampoco escondió. Los Borbones nunca han tenido mucho recato", afirma Jesús Izquierdo, historiador y profesor de la Universidad Autónoma de Madrid. Alfonso XIII (Madrid-Roma, 1886 -1941) fue un monarca con tendencia a transgredir las normas. Un ejemplo de esta indomabilidad fue su gusto por películas de contenido sexual explícito contrarias a los valores morales del régimen político del momento. Estas cintas fueron rodadas a instancias del Conde Romanones, que ejerció de intermediario entre la productora barcelonesa Royal Films (fundada en 1915 por los hermanos Ramón y Ricardo de Baños con el fin de suministrar cine porno a la casa real) y Alfonso XIII. En aquella época, la pornografía era un placer elitista. Gracias a la labor del monarca, que incluso dio ideas para los argumentos de las cintas, su círculo cortesano pudo consumir este metraje de alto voltaje. La productora barcelonesa llegó a rodar unas setenta películas, pero solo han trascendido tres de ellas: ‘Consultorio de señoras’, ‘El ministro’ y ‘El confesor’. En la imagen, Alfonso XIII de caza en Palma del Río, Córdoba, en 1929.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/765CPP6QNFNZTLPBEFZYUBLUTE.jpg?auth=7e73a181ea21b29da7645b74e2cd2333ec0ad9e88a3a16ed385cfde751fc50e2&width=414)
13 gobernantes que vivieron como estrellas del rock
Fueron poderosos. Cada decisión que tomaron determinó la vida de su pueblo. Pocos sabían que de puertas para adentro su vida era azarosa como pocas
![Enrique VIII de Inglaterra (1491-1547) no conocía lo que era la contención. Le gustaban la bebida, la comida –sobre todo el 'roastbeef'–, derrochar dinero y las mujeres. Esto último, tanto, que llegó a casarse seis veces. Su primera mujer fue Catalina de Aragón (hija de los Reyes Católicos), de quien se divorció; después con Ana Bolena, a la que decapitó; su tercera mujer fue Jane Seymour, que murió tras dar a luz; Ana de Cleves, de quien se divorció sin consumar el matrimonio, fue la cuarta; Catalina Howard, a quien también decapitó, la quinta, y Catalina Parr, que le sobrevivió, la sexta y última esposa. "Enrique VIII no tuvo una vida ejemplar ni mucho menos. El monarca se caracterizó por sus excesos en diversos frentes como el sexo, el alcohol, las comidas y los lujos", confirma Ángel Rubio, profesor de Historia en la Universidad Complutense de Madrid. Si algo representaba al rey inglés es que no llevaba bien no hacer aquello que le pedía el cuerpo en todo momento. Un buen ejemplo de ello es que, enamorado hasta la médula de Ana Bolena cuando aún estaba casado con su primera mujer, decidió romper con la iglesia católica y nombrarse a sí mismo jefe supremo de la Iglesia Anglicana para poder casarse con Bolena. La personalidad de Enrique VIII le permitió ir a la contra, tomarse la ley por su mano y salir triunfal sin perder la admiración de un pueblo, que le veneró durante los 38 años que duró su reinado. "En aquella época se practicaba el 'consumo suntuario'. Es decir, el rey consumía en exceso para demostrar quién es. Así proyectaba lo rico que es. Enrique era incapaz de dejar de comer y no bajaba de los 100 kilos de peso", explica a ICON el historiador Jesús Izquierdo. En la imagen, los actores Jonathan Rhys-Meyers y Natalie Dormer caracterizados como Enrique VIII y Ana Bolena en la serie 'Los Tudor'.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/CLP5N64IEBMJHDYIVB3HU5X2ZY.jpg?auth=372685724ef6dee2be9a51bbabbe1bd1a803e3d877e77dd6ba456fc92e564d3d&width=414)
![Con más de 70 años (Muda Hassanal nació en Bandar Seri Begawan, en 1946) , el sultán de Brunei cuenta con 17 hijos de sus tres esposas, posee 5.000 coches deportivos, un palacio con 1.800 habitaciones que supera en tamaño al Vaticano -el país, no el museo- y una fortuna estimada en unos 16.000 millones de dólares (unos 13.600 millones de euros). Su fiesta de 50 cumpleaños duró dos semanas y contó con la actuación de Michael Jackson. Para celebrar los 50 años en el trono (lleva desde 1967), el sultán inició los festejos que durarían un mes con un paseo en su carroza tirada por 50 súbditos. Se ha escrito mucho sobre su generosidad con sus trabajadores, que sí a su profesor de bádminton le paga 1,6 millones de euros o a los cuidadores de sus pájaros más de 60.000 euros, y también sobre su lado menos humanitario. En Brunei, un país un poco más grande que Cantabria, ser homosexual es ilegal y se condena con la cárcel al igual que el adulterio. En la imagen, el sultán de Brunei durante un acto oficial en 2004.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/NSZLHXQCOBOHHN4LPLR3LJHNFQ.jpg?auth=859ea36d362132fe086a3b5becc7f4112e8f7dd3a86e5bc3d44147a6ac6ca0c5&width=414)
![Catalina La Grande (Polonia, 1729- San Petersburgo, 1796) pasará a la historia para muchos por la leyenda que asegura que murió mientras era penetrada por un caballo. Sin embargo, la emperatriz de Rusia murió al sufrir una apoplejía al ir a tomar un baño. Amiga de Voltaire, fundadora del Hermitage, fue la primera en vacunarse para fomentar el uso de las vacunas en Rusia. Tuvo una infinidad de amantes y una enorme atracción por todo lo relacionado con el sexo. Hasta hoy en día han sobrevivido una serie de fotografías de una “habitación del sexo” en la Villa de los Zares, descubierta por soldados durante la Segunda Guerra Mundial. Los muebles estaban decorados con escenas eróticas, paredes con falos de madera y multitud de accesorios destinados al placer sexual. En la imagen, retrato de Catalina II de Rusia, La Grande.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/GRSA3GOBMNNA3P4SVSKC4BKJLU.jpg?auth=eda96a8bfe6968ef87e978a1a4b876960d1b5834527eca5177f4002fbd303a6c&width=414)
![Cuando aún no ostentaba cargo político, Al-Hasan ibn Muhammad (Rabat, 1929- Rabat, 1999) era conocido por sus múltiples amoríos y su afición por la fiesta, los caballos y los potentes coches. Sin embargo, cuando subió al trono y se convirtió en Hassan II, la dureza con la que reinó provocó que esos excesos se publicitaran menos aunque eran de sobra conocidos. Prueba de esos dos aspectos de su carácter fue la fiesta de su 42 cumpleaños. Sus más de 400 invitados disfrutaban de un banquete en uno de sus palacios cuando más de 2.000 soldados atacaron el recinto. Murieron 130 personas y el rey terminó fusilando a todos los rebeldes. A su muerte, su hijo Mohamed VI decidió cerrar el harén de su padre en el que convivían, según cuenta el periodista francés Jean Pierre Tuquoi, autor del libro ‘El último rey. Crepúsculo de una dinastía’, decenas de concubinas y sirvientas. “Aunque la frontera era difusa: si se encaprichaba de una sirvienta, pasaba a ser concubina”, explica Tuquoi. En la imagen, Hassan II celebra los 25 años de su reinado en 1986.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/JE2H4UZTBBIAJAGKHFQNK3RU2M.jpg?auth=f9bec9ba7e526f817e50cd59c0f41fcce44623b3c1cb66bbe502d1fb79a5aad4&width=414)
![Se conoce a Calígula (Imperio Romano, año 12-año 41) como el más degenerado de los emperadores romanos. No en vano, Séneca El Joven -hijo de Séneca- lo definía como "demente, caprichoso, derrochador y enfermo sexual". Se le acusó de mantener relaciones incestuosas con sus hermanas, de malgastar el dinero de Roma hasta el punto de pedir limosna al pueblo, de robar la coraza a la momia de Alejandro Magno, de querer erigir una estatua de sí mismo en el Templo de Jerusalén y de intentar nombrar a su caballo preferido, llamado Incitato, cónsul y sacerdote de Roma. Según el historiador Suetonio, el animal poseía una villa y sus propios sirvientes. Calígula fue asesinado antes de llegar a su cuarto año de reinado, con 28 años. En la imagen, el actor Malcolm McDowell en la película 'Calígula' (1982).](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/3WCZ2LTNDBMNLDAWH5HX6P5TWY.jpg?auth=100114b2b3433e918663fd2c3bf4c6fc4fc8414412a9beefe397d5b45a6b44b3&width=414)
![Muchos le conocieron como el visceral enemigo de Máximo, en la película ‘Gladiator’. El emperador Cómodo (161-192), interpretado por Joaquin Phoenix, ya aparecía en la gran pantalla como sanguinario, caprichoso y traidor. Su pasión por los gladiadores era real, el emperador bajó a la arena en más de 700 ocasiones y se declaró vencedor en todas, previsiblemente. Por la ayuda de mejores armas o por el uso de drogas para con sus oponentes. Se le acusa de asesinar y torturar a esclavos así como de combatir contra lisiados y moribundos. Amante de las orgías, se creía la reencarnación de Hércules provocando la ira de muchos militares romanos, hastiados de sus excentricidades. Finalmente, fue asesinado debido a una conspiración y no en un combate en la arena, como contaba la película de Ridley Scott. Se le considera uno de los peores emperadores de Roma. En la imagen Joaquin Phoenix caracterizado de Cómodo en 'Gladiator' (2000).](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/2ER7PQYCKVJG3GGPTST5CI3TCY.jpg?auth=e18f9cd5eee16686534e2deece7a05d0b4360a3959b880c7d0a0bda5ce18fd01&width=414)
![Cuentan que Thomas Jefferson, tercer presidente de los EE UU y embajador en Francia durante la Revolución Francesa, afirmaba que de no haber sido por los excesos de Maria Antonieta (Viena, 1755- Paris, 1793) no habría estallado dicha Revolución. Se la ha considerado frívola y se le atribuyó erróneamente la frase “que coman pasteles” como respuesta a las reclamaciones del pueblo por no poder comer pan. También se la acusó de derrochadora a pesar de que, según Caroline Weber, autora del libro ‘Queen of fashion: What Marie Antoinette Wore to the Revolution’, “cuando ascendieron al trono, el tesoro estaba vacío”. Y se afirmó que era depravada, lesbiana e incluso se habló de una relación incestuosa con su hijo. En el juicio que la llevó a la guillotina, se dijo de ella que era “la plaga y la sanguijuela” de los franceses. Y, sin embargo, el revisionismo histórico la exculpa de muchos de sus pecados. En la imagen, retrato de Maria Antonieta obra de François Hubert Drouais.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/7BTS22KXXVIHZAEXW44OKTWFCI.jpg?auth=d2a4964d0f97c9065df7d34880a3370c889a84cabe295669b6053b037500186f&width=414)
![Fue la última reina del Antiguo Egipto y son bien conocidos sus dos grandes amores con Julio César -con quien tuvo un hijo- y con Marco Antonio -con quien tuvo tres, dos de ellos mellizos-. Han pasado a la historia algunas de sus míticas extravagancias, como sus baños con leche de burra o sus legendarias orgías. “Aunque se le atribuyen inteligencia, cultura y poder, también se la describe como astuta, ambiciosa o manipuladora, e incluso manipuladora y perversa. En demasiadas ocasiones se la presenta como mujer fatal, amiga de orgías y entregada al placer”, asegura Rosa María Cid López, catedrática de Historia en la Universidad de Oviedo, en su trabajo ‘Cleopatra: Mitos literarios e historiográficos en torno a una reina’. Cid López critica que los actuales historiadores no han sabido “sustraerse a los evidentes prejuicios de los autores antiguos” y aunque reconoce la verosimilitud de la vida de lujos de Cleopatra argumenta que “lo hizo porque era lo que convenía a la dignidad de una reina oriental y ptolemaica”. En la imagen, Elizabeth Taylor en 'Cleopatra' (1963).](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/RBJMJLNPG5NJXL4X3J52RBO5BE.jpg?auth=b016da1c1a4e4d9ff5bbd573b1330dbcbddebe012fb7003216d2a39e7f0a5dc1&width=414)
![Ha sido probablemente la persona que más veces ha muerto en la rumorología popular antes de que finalmente falleciera el 25 de noviembre de 2016. Con fama de mujeriego, apenas se informó sobre su vida privada. "En este sentido, me he reservado una libertad absoluta", reconocía el mismo en 2001. Según cuenta la periodista Ann Louise Bardach en el libro ‘Without Fidel’, el mandatario cuenta con 11 hijos. Además, según uno de sus antiguos guardaespaldas, Castro llevaba una vida de lujos. “Nadie en Cuba sueña con tener un coto de caza personal, más de 20 residencias que yo conocí y una isla privada, Cayo Piedra, que cuenta con un restaurante flotante y un delfinario donde Fidel llevaba a su familia y amigos cercanos”, cuenta Juan Reinaldo Sánchez en su libro ‘La vida secreta de Fidel Castro’. En la imagen, Fidel Castro en Nueva York (1959).](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/KL3JEG6TEBK7LP3CVZIH34ILYI.jpg?auth=db80d052fd546b7e4e1adb67bed527b29c9bfd8b40958a8450c47c165d0346ca&width=414)
![Los excesos sexuales, las torturas y las luchas por el poder son señas de identidad de una de las dinastías más longevas de la historia: los Romanov. La familia de zares rusos reinó de 1613 a 1918 y su historia seguro que hace los ojos chiribitas de los guionistas de 'Juego de tronos'. "El de los Romanov es un mundo de rivalidad familiar, de ambición imperial, de esplendor escandaloso, de excesos sexuales y de sadismo depravado. Un mundo en el que las esposas son envenenadas, los padres torturan y matan a sus hijos, los hijos matan a sus padres, las esposas asesinan a sus maridos y se lanzan enanos contra la pared. Un mundo en el que nos encontramos a emperatrices ninfómanas y locas por la moda, 'ménages a trois'... y a un emperador que mantuvo la correspondencia más erótica escrita nunca por un jefe de estado”. Así arranca 'Los Romanov. 1613-1918' (Crítica), el libro donde el historiador Simon Sebag Montefiore narra la historia de esta legendaria dinastía compuesta por 20 monarcas, de los cuales los seis últimos fueron asesinados (dos por estrangulamiento, uno apuñalado, otro víctima de una bomba y dos a balazos). "Durante siglos, la vida de los monarcas fue excesiva por norma general. Tanto en lo culinario como en las conductas sexuales. Pero se consideraba que eran conductas proclives para su posición social. Excesivas para el pueblo, sí, pero no para ellos. El mundo cortesano era un mundo de excesos. La nobleza tenía la capacidad y la legitimidad para vivir sin rendir cuentas y sin medida", argumenta a ICON el historiador Jesús Izquierdo. Sin embargo, por encima de tantos excesos y traiciones, destaca la intensa relación que el zar Alejandro II (Rusia, 1855-1881) vivió –mientras estaba casado con María Alexándrovna– con su amante Katia y que ha trascendido gracias a la correspondencia subida de tono que se enviaban. “Había actos sexuales que yo pensaba que habían sido inventados hace dos años. Esto es '50 sombras de Romanov”, bromea Montefiore en 'El Español'. Se trata, según el propio autor, de la correspondencia más explícita escrita nunca por un jefe de Estado. “A él le encantaba que fuera ella quien tomara la iniciativa”, asegura Montefiore. Tal era el desenfreno entre ambos, que los doctores, preocupados, trataron de vetar los fogosos encuentros. En la imagen, Alejandro II de Rusia en 1875.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/WKHEWXGGAROY3FUE2PBBOBDHR4.jpg?auth=83d6e5988810f84483039f83224956071338031318482ac4a7734a10d6e9372c&width=414)
!["Dudo mucho que alguien se haya podido meter más drogas en el cuerpo que Adolf Hitler. Quizá John Fitzgerald Kennedy, que se enganchó a las inyecciones de metanfetamina para paliar sus dolores de espalda", asegura Norman Ohler a 'Vanity Fair', autor del libro 'El Gran Delirio'. Hitler (Austria-Alemania, 1889-1945) ha trascendido como uno de los mayores criminales de la historia. No se puede precisar el número de judíos asesinados por los nazis, pero los expertos manejan una cifra de entre cinco y seis millones de muertos en el Holocausto. De ahí que el Führer sea uno de los hombres sobre los que más se ha escrito desde que en 1933 tomara el mando del Gobierno Alemán. Sin embargo, su gran adicción a sustancias como las metanfetaminas y otros narcóticos es un tema apenas tratado por lo medios. "Hitler era un adicto consumado cuyas venas estaban casi colapsadas cuando se retiró al último de sus bunkers", asegura Norman Ohler en 'El Gran Delirio'. Un libro que, tal y como explicó Ohler a la BBC, trata del abuso masivo de drogas durante la Alemania nazi. Según el autor, Hitler empezó inyectándose vitaminas suministradas por su médico de confianza (el doctor Theodore Morell) y en 1941, cuando las cosas su pusieron feas durante la guerra contra Rusia, comenzó a tomar hormonas de animales, esteroides y barbitúricos. Dos años después pasó a las drogas duras. "En julio de ese año Hitler tuvo una reunión decisiva con Mussolini, que quería abandonar a las Potencias del Eje, y Hitler estaba muy deprimido por eso. Ese día Morell usó por primera vez una droga llamada Eukodal, un analgésico opioide semisintético [primo farmacológico de la heroína que producía un efecto de euforia mucho más potente]. Después de una inyección de Eukodal, Hitler se sintió extremadamente bien. Hay informes de que estaba tan eufórico que logró convencer a Mussolini de que permaneciera apoyando a Alemania", afirma el escritor alemán a la BBC. Theodore Morell, apodado por el mariscal Hermann Göring como el “Maestro de las Jeringuillas del Reich”, proporcionaba a Hitler hasta 74 estimulantes distintos. Curiosamente, el líder del régimen nazi, que también se aficionó a la cocaína, odiaba el café y el alcohol porque, según él, destrozaban completamente su organismo. En la imagen, Adolph Hitler haciendo el saludo nazi.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/HARFDBXLCRNL3NXD6CTECVCUUE.jpg?auth=8a758d56d5178e5a5c2fa61594e358aa6168fe7aa3b0c5082872dc36c6e98cc6&width=414)
![<p>Llevar la cuenta del número de mujeres con las que John Fitzgerald Kennedy (EE.UU., 1917-1963) engañaba a su mujer, Jackie Kennedy, es casi misión imposible. Tanto por su elevada cantidad de 'affairs' como por la discreción con la que los llevaba. La madre de sus tres hijos, que no vivía ajena a estas infidelidades, aprendió a convivir con los escarceos de su marido. Joan Crawford, Lana Turner, Audrey Hepburn, Inga Aevad, Angie Dickinson o Judy Campbell mantuvieron encuentros con Kennedy, algo que Jackie toleraba, tal y como asegura el escritor Christopher Andersen en 'In These Few Precious Days: The Final Year of Jack with Jackie'. Solo hubo una mujer que turbo la paz de la primera dama: Marilyn Monroe. Peter Lawford, cuñado del presidente, asegura que Marilyn llegó a llamar por teléfono a Jackie para confesarle su aventura con John. “Marilyn, te casarás con él, me parece genial. Te mudarás a la Casa Blanca y tendrás que asumir todas las responsabilidades de ser Primera Dama. Yo me mudaré y tú te quedarás con todos los problemas”, le espeto la mujer del presidente. Las infidelidades no son lo único que mancharon la imagen de este Kennedy. El autor del libro 'Las drogas en la guerra' (Crítica), Lukasz Kamienski, <a href="https://elpais.com/cultura/2017/10/30/actualidad/1509390449_768128.html" target="_blank">aseguró a EL PAÍS</a> que tanto Kennedy como su mujer consumían drogas con asiduidad prescritas por el doctor Feelgood. En el libro, Kamienski cuenta cómo el facultativo, que trataba a casi todo Hollywood, les suministraba, entre otras sustancias, unas inyecciones con un 85% de 'speed'. En la imagen, John F. Kennedy y su amigo Frank Sinatra durante una cena en 1960.</p>](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/N3JSTXLVRRMWJBYZ45L4LP3ZRQ.jpg?auth=37f9350e48005173a692dfb4797b58b301f7867d2814f5121663613ac820a460&width=414)
Llevar la cuenta del número de mujeres con las que John Fitzgerald Kennedy (EE.UU., 1917-1963) engañaba a su mujer, Jackie Kennedy, es casi misión imposible. Tanto por su elevada cantidad de 'affairs' como por la discreción con la que los llevaba. La madre de sus tres hijos, que no vivía ajena a estas infidelidades, aprendió a convivir con los escarceos de su marido. Joan Crawford, Lana Turner, Audrey Hepburn, Inga Aevad, Angie Dickinson o Judy Campbell mantuvieron encuentros con Kennedy, algo que Jackie toleraba, tal y como asegura el escritor Christopher Andersen en 'In These Few Precious Days: The Final Year of Jack with Jackie'. Solo hubo una mujer que turbo la paz de la primera dama: Marilyn Monroe. Peter Lawford, cuñado del presidente, asegura que Marilyn llegó a llamar por teléfono a Jackie para confesarle su aventura con John. “Marilyn, te casarás con él, me parece genial. Te mudarás a la Casa Blanca y tendrás que asumir todas las responsabilidades de ser Primera Dama. Yo me mudaré y tú te quedarás con todos los problemas”, le espeto la mujer del presidente. Las infidelidades no son lo único que mancharon la imagen de este Kennedy. El autor del libro 'Las drogas en la guerra' (Crítica), Lukasz Kamienski, aseguró a EL PAÍS que tanto Kennedy como su mujer consumían drogas con asiduidad prescritas por el doctor Feelgood. En el libro, Kamienski cuenta cómo el facultativo, que trataba a casi todo Hollywood, les suministraba, entre otras sustancias, unas inyecciones con un 85% de 'speed'. En la imagen, John F. Kennedy y su amigo Frank Sinatra durante una cena en 1960.
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