Karol G: "Las mujeres tenemos que hacer canciones juntas para consolidar lo bueno que está pasando"

Si el éxito se mide en reproducciones de YouTube, Ahora me llama está cerca de los seiscientos millones. Si contamos sus seguidores de Instagram, hay sobre cinco millones de personas siguiendo su día a día. Su primer álbum Unstoppable encabeza las listas de los mejores discos de música urbana y con él se ha ganado una nominación a los Billboard Latinos y una gira alrededor del mundo. Pero lo que ha conseguido Karol G, el nombre de guerra de la artista Carolina Giraldo (Medellín, 1991), va más allá de las cifras. Su pasión por la música le viene de familia, su primer contrato discográfico lo consiguió tras su paso por el talent show Factor X y casi al mismo tiempo descubrió que no lo iba a tener fácil. "Me di cuenta de que las mujeres éramos como mercancía intercambiable. Todas las personas con las que trabajé me hicieron propuestas indecentes o querían algo a cambio", explica la cantante al otro lado del teléfono. Pero lejos de desanimarse o acobardarse decidió darle la vuelta a las cosas, convirtiendo la mujer en el centro de sus canciones y reclamando el espacio que se merecen. 

Te han llegado a coronar como la reina del reggaeton. ¿Por qué te decantaste por este estilo?

Me presenté en Colombia a un reality show que se llama el factor X y salí con un contrato con una discográfica de Puerto Rico que estaba especializada en género urbano. Yo quería encontrar un estilo concreto para mí, y aunque fue súper difícil conseguir todas las cartas de liberación de la discográfica, precisamente cuando lo conseguimos, seguimos con la música urbana. Pero yo ya había encontrado el color que me identificaba, una música más para bailar, mucho más pop. Porque mi música, aunque es urbana, creo que es una mezcla de baladas, pop, canciones románticas y reggeatón. 

Desde hace unos años la imagen del reggaeton, que siempre se ha asociado a una música muy machista, parece que ha cambiado y que está de moda, algunos artistas defienden que en Colombia es el nuevo punk.

El reggaeton ya tiene una evolución demasiado grande y si en mi época solo tenía letras obscenas, creo que hemos pasado de eso para hablar de todo. No solo habla de sexo, dinero o drogas. Entramos en una onda de trap donde hay como una liberación juvenil y los jóvenes reflejan en una canción todo lo que hay en la calle. Por ejemplo, J. Balvin tiene canciones de todo tipo. Para bailar, para el trap, para llorar, para estar felices. Hay de todo. 

En este momento más que una moda es como un boom de la música urbana. Aunque ya teníamos maestros como Shakira o J. Lo, creo que se trata de una evolución de la música latina y me parece super brutal que este año ya podamos entrar las mujeres con el pie derecho. El hielo como que se rompió el año pasado y se dio la oportunidad para compartir todo lo que veníamos preparando. Este año venimos con toda la actitud.

De hecho, tus primeros pasos y sobre todo tu primer contacto con productores fueron un tanto complicados.

Sí, tengo que decir que fueron muy tristes. Me di cuenta de que las mujeres éramos como mercancía intercambiable. Todas las personas con las que trabajé me hicieron propuestas indecentes o querían algo a cambio. Pero mi papá empezó a trabajar conmigo y he ido esquivando muchos obstáculos. Cogimos el camino lento, el camino que tenía que ser, hicimos el trabajo juntos y hoy en día siento que la música urbana se ha abierto. Necesitaban caras nuevas en la música latina y este año pudimos mostrar todo lo que tenía.

Este año te han nominado en los Billboard latinos, un reconocimiento que te ha costado más conseguir que los productores con los que has colaborado.

Sí, creo que el género como tal está empezando a tener una cultura más femenina. Antes no había mujeres, era más difícil llegar, no se le daba la oportunidad ni en prensa, radio o televisión. Siento que este va a ser un año de muchas mujeres, esa oportunidad que estábamos esperando.

¿Y cómo consigues combatir el cliché del machismo dentro de tu música?

En realidad, desde mi proyecto, siento que hablo de una mujer fuerte y determinada: que tuviera una infidelidad, que estuviera enamorada, que fuera una dama. Siento que las letras lo demuestran. Yo creo que la razón de mi éxito, y por lo que los hombres me respetan, es que me metí en este género hablando desde un punto de vista femenino, con pureza, determinación y con criterio y las mujeres se han sentido súper identificadas.

¿Dirías que Unstoppable es un disco de empoderamiento femenino?

Unstoppable para mí es muy especial, porque todas las canciones son reales, de una relación amorosa que yo tuve. La más vieja tiene cuatro años porque la escribí cuando me estaba enamorando, así como cuando estaba enamorada, cuando estaba pasando por un momento difícil y cuando definitivamente, ya no había nada. Por eso hay como procesos de una relación especial, y es ahí cuando la gente las siente reales y se identifica con ellas.

Estos meses en España está sonando mucho Lo Malo. El tema salió de un talent show y cuando se lo propusieron a las artistas que lo cantan, se sorprendieron del mensaje que mandaba, porque la era la mujer quien decidía.

Sí, de Operación Triunfo, la escuché. Yo ya había escuchado a artistas españoles, como Beret, C. Tangana o Rosalía y me encantó ver un dúo de mujeres haciendo música urbana. La letra de esa canción es muy fuerte.

El mensaje es parecido al que lanzas en tu canción Muñeco de lego, aunque en tu caso la acogida no fue tan positiva.

Al principio la gente lo veía mal y no entendían como una mujer podía cantar eso. Pero a mí me dijeron que Lo malo está funcionando muy bien y que rico que la gente este escuchando a mujeres con ese tipo de mensajes y que les estén dando la oportunidad.

¿Crees que el mensaje de Ahora me llama, el tema que tienes con Bad Bunny tampoco se ha entendido?

Ahora me llama también fue una canción super polémica porque no todas las personas la entendieron el mensaje. Obviamente la canción tenía un riesgo y era que la gente aceptara el estilo de Bad Bunny. En realidad creo que en la canción hay un debate, entre un hombre que ataca a una mujer de una forma y Karol G responde: el me quiere a mí y yo no, yo soy una mujer que ya ha salido adelante, que tengo mi empresa, que tengo lo mío y no me interesa. Creo que la única respuesta que puedo dar a la polémica es que la gente escuche lo que yo digo para que se dé cuenta.

¿Cómo fue el proceso de composición? ¿Cada uno escribió su parte?

Ahora me llama sale de una experiencia en la que esa persona de la que te hablé me llamó como tres veces. Después de todo lo que había pasado, me llamaba diciendo que quería volver y arreglar las cosas. Contándoselo a unas personas cercanas dije la expresión: "Después de todo, ahora me llama" y decidí que tenía que hacer una canción de todo eso. Cuando hice un coro, se lo pasé a Bad Bunny para ver si le gustaba. Le encantó, hizo su parte y yo terminé la canción. Desde el principio intuimos que iba a ser un éxito porque él nunca se había juntado con una mujer y era la primera vez que yo hacía un trap. Así que como que por todos lados acabó siendo un éxito y resultó muy interesante para la gente.

La polémica surgió por una frase de Bad Bunny, ¿a la hora de elaborar las letras evitas algún tipo de expresión?

Sí, cien por ciento. Yo hablo de intimidades pero no las cuento tan explícitas. Si te fijas, a la frase de Bad Bunny que estalló en redes yo le respondo sin usar ninguna expresión obscena. Intento evitarlo, creo que se puede malinterpretar lo que en realidad quiero contar, y cuido mucho todo lo que digo.

En tu último disco has colaborado con muchos productores: Cosculluela, Kevin Roldan, Bad Bunny, Ozuna... ¿Con qué otras artistas te gustaría componer o colaborar?

Las mujeres tenemos que hacer canciones juntas y he estado trabajando en tres proyectos diferentes con mujeres que van a salir este primer trimestre. Aquí creo que Natti Natasha está muy fuerte y algún día me encantaría colaborar con Rihanna, sería tan top; pero de lo que estoy segura es que tenemos que colaborar entre mujeres para consolidar todo lo bueno que está pasando.

Unstoppable te ha llevado de gira por todo el mundo. ¿Qué destacarías de todo esto?

Me parece súper increible llegar a países que ni tenía en mente. Y que la gente cante el álbum completo. No esperábamos lo que está pasando: estamos en el número seis de álbumes urbanos, en el número once de generales y nos dio la primera nominación en Billboard. El dos de marzo sacamos Pineapple y estamos muy emocionados esperando la acogida de la canción.

¿Qué esperas conseguir con Pineapple?

Con Pinapple precisamente quería darle a la gente un poco de todo. Mi canción favorita es Lo sabe Dios, una canción acústica con una letra muy profunda, pero con esta quería que sonara a piñas, jugoso, divertido, que fuera una canción para bailar. Cuenta la historia de una mujer a la que le gusta un hombre y le dice quién de los dos va a tomar la iniciativa o quién se va a arriesgar. No creo que la música urbana tenga letras vacías sino que cuenta historias de todo tipo. Unstoppable es un álbum súpe rcompleto, para todos los estados: para el amor, el desamor, para bailar, para la critica... Creo que hablar de todo es muy importante.

¿En La dama has sacado tu lado más crítico?

La dama es una canción muy especial para mí porque cuenta la historia de una prostituta. Por cosas del destino yo acabé hablando con una y me contó justo la historia que cuento en la canción. Ella hizo mil cosas para salir adelante con su hijo y de ninguna manera conseguía trabajo. Al final, hizo eso y no se sentía orgullosa pero tampoco le avergonzaba. Por eso decidí que tenía que hacer esta canción sin miedo, como artista que le canta a las mujeres y a todo el mundo.

¿Se puede llegar con el reggeaton o el trap a todo el mundo?

Creo que hay música para todos en la música urbana. Siento que lo que le falta al trap es lo que le faltaba al reggaeton hace años y cuando evolucione se terminará haciendo más comercial. Por ejemplo, hay canciones que yo no escucharía y otras en las que se nota que han pensado más las letras para que toda la gente las pueda escuchar. En mis conciertos hay gente de todas las edades. Tú ves a un montón de gente joven y de repente hay una señora cantando todas las canciones. Que tanta gente se sienta tan identificada es muy enriquecedor.