_
_
_
_
Tentaciones
_

El actor porno más buscado del mundo es español: "Estaba estudiando la ESO y quería sacarme informática"

Hablamos con Ángel de la Mancha, más conocido como 'Jordi El Niño Polla', sobre su éxito internacional en la industria del cine adulto desde lo alto del podio de búsquedas en PornHub

Tras un mes detrás de él al fin encontró un hueco para atendernos. La historia de Jordi “El Niño Polla” es de esas que hay que contar. Debutó en el porno con 18 años, pero ahora con 23 se codea con los más grandes de la industria en Estados Unidos después de firmar un contrato de exclusividad con Brazzers, una de las productoras más poderosas. Tras haber protagonizado trescientas escenas este joven de Ciudad Real ya es toda una estrella del cine para adultos. Tal es así que en 2017 fue el actor más buscado en el mundo a través de Pornhub, algo al alcance de muy pocos. El hecho de que físicamente se distancie de los típicos cachas de gimnasio le ha beneficiado, sin duda. Y su carrera no ha hecho más que empezar. Pocos días después de volver de Estados Unidos, y a punto de tomar un vuelo a la Ciudad de México para asistir a los premios Mexxico (con tres equis), charlamos con él para que nos cuente cómo está gestionando su éxito.

No sé a ti, pero nos pareció alucinante cuando hace unas semanas se hizo público el dato de que fuiste el actor porno más buscado del mundo durante 2017 en Pornhub. ¿Cómo se reacciona a eso?

Nunca me lo hubiera esperado. Cuando empecé en esto no sabía ni que tendría continuidad. Es difícil porque hay mucha gente que quiere dedicarse a esta industria. No me lo esperaba, no, aunque lógicamente estoy muy contento.

¿Qué cualidades crees que tienes para ser uno de los nombres propios más importantes del porno en la actualidad?

Tengo un perfil joven que encaja muy bien con las escenas de maduras porque hace más contraste. Antes las típicas escenas que habían era la de la profesora con el alumno, pero el alumno en realidad tenía barba y treinta años. También grabo con chicas de mi edad, por lo que me van bien ambos perfiles. El hecho de ser distinto a la mayoría de los otros actores también ayuda, ya que no soy el típico cachitas.

¿Y cómo surgió tu salto a Estados Unidos con la productora Brazzers?

De eso hace dos años. Al principio estaba en la productora española Fakings y empecé a hacer alguna escena fuera de aquí. Después tuve la oportunidad de trabajar con Nacho Vidal y con Rocco Siffredi en Budapest. Al mes de volver de allí me contactó Brazzers para hacer una escena con ellos en Londres para ver qué tal funcionaba. Tras aquello hubo unos meses en los que no me llamaron, pero finalmente contactaron conmigo después para tres escenas más. Una de ellas fue la más vendida del año y entonces ahí fue cuando me ofrecieron el contrato.

Después de lo bien que te iba en España no sé si te acojonaba por entonces trabajar para una productora internacional.

En realidad estaba con muchas ganas de ir a Estados Unidos porque era una gran oportunidad. Todos los actores quieren ir ahí y grabar con las mejores actrices. No me daba miedo, al contrario.

¿En qué punto pasaste a profesionalizar tu trabajo?

Hubo varias etapas. La primera escena que hice creo que fue la más vendida en Fakings. Ese fue el inicio de todo. La que hice con Nacho Vidal no tuvo un número enorme de visitas, pero ahí fue cuando Brazzers empezó a fijarse en mí.

Cuando debutaste en esto a los 18 años no sé si contabas con un plan b en el caso de que el porno no fuese lo tuyo.

Estaba estudiando en el instituto para sacarme la ESO y quería seguir haciendo un grado medio de informática. La secundaria me la saqué, pero lo que estaba estudiando de informática me gustaba menos porque era de abrir ordenadores, hardwares y cosas de esas. Eso me aburría un montón porque lo que me gustaba en realidad era manejar softwares. Si estudiara algo en un futuro probablemente tiraría por ahí.

¿Te costó acostumbrarte al modo de trabajo estadounidense?

Más o menos era como yo pensaba. Las casas donde se rueda son muy grandes y guapas. Ese tipo de localizaciones son casi imposibles en Europa. Y, aparte de trabajar con productores súper conocidos, también grabas con actrices que hasta entonces sólo veías en el ordenador como diosas.

Siendo tan joven aún te queda mucha carrera por delante pero, ¿cuándo la edad apriete te decantarás por trabajar detrás de las cámaras en la industria del porno?

Todavía me queda bastante, aunque en un futuro imagino que me acabaré cansando de ser actor y preferiré que lo haga otro mientras yo grabo o dirijo. Esa es una opción que sí me llama la atención. De momento no tengo interés, pero siempre me lo puedo plantear dado el caso.

¿Antes de ir al set sabes todo lo que tienes que hacer? ¿Con qué disfrutas más?

A mí me envían semanas antes el guión con los vuelos, me dicen con quién voy a grabar y sé de antemano lo que tengo que hacer. Lo que más me gusta, lo más sencillo para mí, es hacer una escena con una MILF americana que ha grabado muchísimas escenas antes y que te lo pone muy fácil. A las chicas jóvenes les cuesta algo más porque les puede doler un poco al principio o no tienen tanta experiencia. No obstante, con estas MILFS estadounidenses con experiencia llego, hago mi escena y nunca surge ningún tipo de problema.

¿Cuánto puedes llegar a rodar en un día?

En Brazzers, aunque la escena de sexo sea de una hora, prepararlo todo llega a las doce en total. Al final no es que tengas que hacer más de una escena, sino que literalmente no hay tiempo para más. Para mí lo ideal es hacer una, irme al hotel a descansar y al día siguiente hacer otra.

¿Qué porno ve Jordi?

Hace tiempo que no veo nada de porno porque ya sólo con los tráilers puedes hacerte una idea de lo que hacen los demás. Cuando veía vídeos los que más me gustaban eran los protagonizados por MILFS.

Aunque ahora no lo hagas, ¿al principio de todo no analizabas tus propias escenas?

Sí que lo hacía, aunque me daba vergüenza. Ahora ya me da más igual, pero por entonces me veía un montón de fallos.

¿En estos cinco años cómo crees que has evolucionado como actor?

La primera vez estaba pendiente en todo momento de lo que pasaba a mi alrededor, de las cámaras, la gente que estaba en el rodaje y de todo el mundo que vería después la escena. Recuerdo que estaba cortado y apenas podía hablar. Obviamente quería hacerlo, pero estaba acojonado. Ahora tampoco es que hable mucho, pero estoy más suelto. Como tampoco sé mucho inglés me ponen escenas en las que no tengo que hablar demasiado.

¿Después de un rodaje te quedan ganas de aún más sexo?

Cuando termino la escena me ducho, me espabilo y si mi novia está en la ciudad en la que ruedo entonces sí que me entran ganas. Pero en el caso contrario me voy a cenar y a descansar y no pienso en nada más.

¿Cómo lleva tu chica tu éxito profesional?

Ella es totalmente ajena a este mundo. Cuando tengo que trabajar viajo y vuelvo a Ciudad Real, donde vivimos. Ella ya sabía a lo que me dedicaba cuando nos conocimos hace año y medio. Pese a mis viajes la relación fue forjándose poco a poco como es normal.

¿Y tus padres? ¿Acaso son tus mayores fans?

Mis padres nunca han visto ninguna de mis escenas. Al principio cuando se lo dije se lo tomaron mal y se enfadaron bastante. Normal, pero no sabían con qué tipo de gente me relacionaba. Al ver que todo me ha ido bien y que viajaba tantísimo vieron que al final no era tan malo. Ahora están contentos de que esté feliz y eso es lo que importa.

¿En alguna ocasión tu herramienta te ha fallado en medio de un rodaje?

Alguna vez he tenido fiebre mientras rodaba y entonces me daban un descanso. En ese momento te rallas mucho, obvio. El miedo de cualquier actor, y de sobre todo los más nuevos, es que no se te levante. Cuanto más vueltas le des a eso siempre es peor.

¿Y no se recurre a la mágica pastillita azul en esos casos?

Nunca he tenido que tomarme una, pero a los actores que les ocurre se les da tiempo para que se relajen. Otra cosa es que el actor se traiga a escondidas una Viagra porque ninguna productora te la va a facilitar. Ese tipo de cosas no me gustan porque a la larga es malo y pasa factura. Con veinte años no hace falta, pero si un actor de cuarenta se la toma que haga lo que quiera.

En los últimos meses se han contabilizado cinco muertes repentinas de actrices para adultos. Todas ellas eran de Estados Unidos o Canadá. ¿Encuentras alguna explicación a ello?

Realmente no lo sé porque fue algo que nunca antes había ocurrido. Se sabe que las muertes no están relacionadas, pero fue una especie de mala racha que nos pilló por sorpresa. A una de ellas, August Ames, a quien conocí, le acosó la comunidad gay en las redes sociales porque por seguridad se negó a rodar una escena con un actor que había hecho anteriormente porno gay. Se vino abajo ante las críticas. Al ser casos independientes no sé qué ocurrió exactamente con las otras. Desconozco que les pasó por la cabeza a las demás actrices, pero desde entonces no ha vuelto a repetirse algo parecido. Y espero que así siga.

¿Qué consejo le darías a alguien que quiere dedicarse a esto?

Yo no me lo apliqué porque lo hice a lo loco, pero les diría que se lo piensen bien porque la gente lo hace porque le da por ahí y es algo que hay que pensárselo muchísimo, sin duda. Sabes que lo que grabas va a estar ahí para siempre, así que el dinero no te compensa. Si piensas que vales para esto y vas con la intención de tener una carrera larga, adelante. Eso sí, desde un principio uno tiene que ser consciente de que no es fácil llegar a lo más alto y sólo unos pocos lo consiguen.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_